6/3/12

Prometeo

De Prometeo nos hablan cuatro
leyendas.
Según la primera, lo amarraron al
Cáucaso por haber dado a conocer a
los hombres los secretos divinos, y los
dioses enviaron numerosas águilas a
devorar su hígado, en continua
renovación.
De acuerdo con la segunda, Prometeo,
deshecho por el dolor que le
producían los picos desgarradores, se
fue empotrando en la roca hasta llegar
a fundirse con ella.
Conforme a la tercera, su traición paso
al olvido con el correr de los siglos. Los
dioses lo olvidaron, las águilas, lo
olvidaron, el mismo se olvidó.
Con arreglo a la cuarta, todos se
aburrieron de esa historia absurda. Se
aburrieron los dioses, se aburrieron
las águilas y la herida se cerró de
tedio.
Solo permaneció el inexplicable
peñasco.
La leyenda pretende descifrar lo
indescifrable.
Como surgida de una verdad, tiene
que remontarse a lo indescifrable.
Kafka.