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8/2/15

Virginia Woolf

Adeline Virginia Woolf (Stephen de soltera); (Londres, 25 de enero de 1882 – Lewes, Sussex, 28 de marzo de 1941) fue una novelista, ensayista, escritora de cartas, editora, feminista y escritora de cuentos británica, considerada como una de las más destacadas figuras del modernismo literario del siglo XX.
Durante su vida, sufrió una enfermedad mental hoy conocida como trastorno bipolar. Después de acabar el manuscrito de una última novela (publicada póstumamente), Entre actos, Woolf padeció una depresión parecida a la que había tenido anteriormente. El estallido de la Segunda Guerra Mundial, la destrucción de su casa de Londres durante el Blitz y la fría acogida que tuvo su biografía sobre su amigo Roger Fry empeoraron su condición hasta que se vio incapaz de trabajar. El 28 de marzo de 1941, Woolf se suicidó. Se puso su abrigo, llenó sus bolsillos con piedras y se lanzó al río Ouse cerca de su casa y se ahogó. Su cuerpo no fue encontrado hasta el 18 de abril. Su esposo enterró sus restos incinerados bajo un árbol en Rodmell, Sussex.

En su última nota a su marido escribió:
"Siento que voy a enloquecer de nuevo. Creo que no podemos pasar otra vez por una de esas épocas terribles. Y no puedo recuperarme esta vez. Comienzo a oír voces, y no puedo concentrarme. Así que hago lo que me parece lo mejor que puedo hacer. Tú me has dado la máxima felicidad posible. Has sido en todos los sentidos todo lo que cualquiera podría ser. Creo que dos personas no pueden ser más felices hasta que vino esta terrible enfermedad. No puedo luchar más. Sé que estoy arruinando tu vida, que sin mí tú podrás trabajar. Lo harás, lo sé. Ya ves que no puedo ni siquiera escribir esto adecuadamente. No puedo leer. Lo que quiero decir es que debo toda la felicidad de mi vida a ti. Has sido totalmente paciente conmigo e increíblemente bueno. Quiero decirlo — todo el mundo lo sabe. Si alguien podía haberme salvado habrías sido tú. Todo lo he perdido excepto la certeza de tu bondad. No puedo seguir arruinando tu vida durante más tiempo. No creo que dos personas pudieran ser más felices que lo que hemos sido tú y yo."

1/2/15

Kahn el arquitecto

Arthur Kahn diseñó el Pasaje Zingg, el emblemático Edificio Altamira de la Plaza Francia , el del Instituto Anatomo-Patológico del conjunto de la Ciudad Universitaria de la UCV, el célebre Hotel Nacional. También la primera etapa del IVIC (Instituto
Venezolano de Investigaciones Científicas), el edificio BECO-Blohm de la esquina de Puente Yánez, la Torre Aco de Las Mercedes, entre tantos otros íconos de Caracas. A pesar de una obra arquitectónica tan relevante, son casi inexistentes los registros de su trabajo en los libros de historia de la arquitectura en Venezuela. Todavía hay quienes se preguntan quién es Arthur Kahn.
Un relato de vida. Kahn es venezolano por nacionalización, con casi 70 años de residencia en el país. Nació en Estambul, Turquía, el 10 de octubre de 1910. Es el segundo de dos hijos de una pareja de aristócratas turcos. Su temprana infancia la vivió junto a su hermano mayor, O. San, y sus padres, en la parte oriental de Estambul a orillas del Bósforo. Su primer idioma fue el
griego dado que en aquel entonces todas las niñeras en Turquía eran inmigrantes del país helénico. En 1915, poco después de estallar la Primera Guerra Mundial, Arthur Kahn, un niño de cinco años, se trasladó junto a su familia a Viena. En la capital austriaca recibió sus primeras clases de dibujo y piano. Descubrió su facilidad para expresarse gráficamente y su pasión por la música.
A la edad de 15 años ya dominaba el trombón, la guitarra, el piano y el bajo. Con 17 años, viajó a Suiza para concluir la secundaria. Hablaba griego, alemán e inglés y a partir de esta etapa se acostumbró a su nuevo idioma: el francés. Durante su estancia en el colegio alpino compartió clases con dos venezolanos: Alejandro Lara y Juan Liscano, a quienes llamaba "americanos del sur".
En 1932 trabajó como trombonista en la orquesta de la famosa cantante y bailarina americana Josephine Baker durante su gira por Austria. Años después sería ella, su amiga Josephine, la persona que salvaría a sus padres y a su hermano durante la invasión alemana a Francia. Ese gesto le permitiría huir con su familia a Venezuela.
A los 24 años se trasladó a Francia para iniciar sus estudios de arquitectura en la Escuela de Bellas Artes de París, en el prestigioso taller del profesor George Gromort.
Su vida de estudiante coincidió con la recesión previa a la guerra, por lo que se vio obligado a trabajar como mago y bailarín profesional de tap en cafés, cabarets y teatros de vaudeville parisinos para conseguir un dinero extra que le permitiera cubrir sus gastos. Se graduó de arquitecto en 1939, cuando inicia la Gran Guerra, y finalmente, en 1942, salió de Marsella con destino a Puerto Cabello.
Kahn, el arquitecto. Llegó a Venezuela en julio de 1942. En su primer empleo como músico duraría pocos meses, al ser contratado como dibujante de arquitectura en e Ministerio de Obras Públicas. "Un día encuentro al arquitecto Carlos Raúl Villanueva. Había sido contratado por el Ministerio de Obras Públicas para elaborar el proyecto de la Ciudad Universitaria.
Me propuso trabajar con él, renuncié al ministerio y me incorporé al equipo de Villanueva", recuerda a sus 100 años. Con Villanueva trabajó en las primeras proyecciones de la Ciudad Universitaria, en el diseño del Hospital Universitario y del edificio del Instituto de Anatomo-
Patología. En paralelo, Kahn fue contratado para el proyecto del Hotel Nacional (1947) de la avenida Bolívar, su primera gran obra en Venezuela, lamentablemente demolido, y aún recordado por el roof bar que diseñó para la terraza.
Eso ameritó una jornada intensiva.
"Trabajaba de día con Villanueva en el proyecto de la Ciudad Universitaria y de noche, en casa, en el proyecto del Hotel Nacional".
Inmediatamente surgieron otras oportunidades para Kahn y después de dos años de trabajo, dejó a Villanueva e inició su propia
compañía, Arquidec C. A. "Tenía entre manos muy buenos proyectos: además del hotel, inicié el Edificio Altamira para Luis Roche en Altamira (1947) y el Edificio BECOBlohm (1948) en la esquina de Puente Yánez para Jorge Blohm". Según el propio Kahn, la obra del Edificio Altamira la obtuvo de manera casi fortuita. Kahn supo que Luis Roche, uno de los mayores constructores de entonces, planificaba urbanizar una gran extensión de terreno en el este de la ciudad. Así consiguió una entrevista con él y le ofreció sus servicios como arquitecto. Acto seguido, Luis Roche le dijo: "Nosotros no somos arquitectos, pero tenemos muy buenos libros de arquitectura y por eso nunca utilizamos los servicios de un arquitecto". Frase a la que Kahn respondió: "Estimado señor Roche, gracias por su hospitalidad y si un día se siente mal de salud llámeme por favor, no soy médico pero tengo muy buenos libros de medicina".
Al día siguiente, Roche llamó a Kahn para discutir los términos de un contrato en el que lo empleaba en la elaboración del proyecto del Edificio Altamira. Pocos años después, en 1951, inició el Pasaje Zingg, el primer centro comercial de Caracas y el primer edificio con escaleras mecánicas (de madera) en un pasaje que albergaba 40 de las más elegantes tiendas de la ciudad y cuyo diseño conectó dos calles de diferentes alturas a través de un corredor interior. En 1954, el profesor Humberto Fernández Morán ­ creador del bisturí de diamante le propuso a Kahn hacer el diseño de un Instituto de Ciencias que se proponía crear en Venezuela. "La entrevista duró siete horas. Al concluir el encuentro teníamos un proyecto y había nacido una amistad que duraría hasta el día de su muerte. Diseñé así la Unidad Piloto Experimental del IVNIC (1954-55), primer cuerpo de edificios del actual IVIC".

Fuente:
(Jonathan Gutiérrez y Efrén
Hernández)
El Nacional Todo en Domingo -
Domingo 28 de Noviembre de 2010

6/1/15

Maurice Ravel

Mundialmente conocido por su bolero, Maurice Ravel, fue uno de los compositores más influyentes del siglo XX. Su logro: renovar la escritura musical sin renunciar a los principios del clasicismo.
Nacido el 7 de marzo de 1875 en Ciboure, País Vasco Francés, fruto del matrimonio entre el ingeniero suizo Joseph Ravel y Maurice Delouart de origen vasco, el mayor de los Ravel empezó a estudiar piano a los 6 años. A pesar de ser muy perezoso, pronto demostró su talento musical. Muchos vinculan su obra al impresionismo, con toques de estilo neoclásico y pinceladas del expresionismo, todo ello fruto de la mezcla de influencias, ritmos, y músicas populares que tanto gustaban a Ravel.
Maestro indiscutible en el arte de la orquestación: el arte de hacer música para orquesta.
Pocos meses después de su nacimiento la familia se traslada a París, Maurice Ravel no regresa al País Vasco hasta los 25 años.
Tras ese nuevo encuentro con su tierra, Ravel, no dejaría ya de visitarla, instalándose frecuentemente para trabajar o pasar las vacaciones en San Juan de Luz.
A los 14 años ingresó en el Conservatorio de París donde estudió hasta el año 1905. Alli fue discípulo de grandes maestros como Gabriel Fauré y de Gedalge. Participó cuatro veces en el prestigioso Premio de Roma, pero en las cuatro candidaturas (1901, 1902, 1903 y 1904) fracasó. El primer año obtuvo el segundo premio con su obra "Myrrha", pero la modernidad de su música no gustaba entre los miembros del jurado y nunca consiguió el galardón. El último año que se presentó fue expulsado por sobrepasar la edad máxima permitida. Se ocasionó tal revuelo que fue incluso destituido de su cargo el entonces director del Conservatorio de París, Théodore Dubois.
Maurice Ravel quiso tomar parte de forma activa durante la Primera Guerra Mundial, pero su corta estatura se lo impedía. Sin embargo, gracias a varias gestiones pudo ir al frente como conductor de camión enla Batalla de Verdún. La guerra y la muerte de su madre supondrán un duro golpe anímico para el compositor descendiendo de forma considerable su actividad musical.
La guerra hizo mella en la población y en el compositor también. Su producción ahora es más escasa, pero también más liberada, intensa y rica. Muerto Debussy, en 1918, Ravel es considerado como el más grande compositor vivo. Dos años después, es nombrado Caballero de la Legión de Honor, algo que rechazaría completamente.
El año 1928 fue sin duda, el año de su consagracion. Realizó una intensa gira por Estados Unidos y Canadá donde su música fue muy bien acogida por el público. De regreso a París, su íntima amiga bailarina y coreógrafa, Ida Rubinsteins, le haría el encargo que lo lanzaría aún más si cabía a la fama.
Ravel creo su obra más popular: El Bolero. La pieza fue estrenada el 22 de noviembre de 1928 ante un público un tanto desconcertado: se trata de dos temas y una cantinela repetidos sin cesar, basada en una gran variación de los timbres y un crescendo orquestal. Su difusión fue inmensa, convirtiéndose en su obra maestra.
En 1932 Ravel recibe el encargo de la que sería su última obra. Una firma cinematográfica le propone a él y a otros compositores ponerle música a una película sobre Don Quijote. Compone entonces "Canciones de Don Quijote a Dulcinea".

Desde 1933 Ravel comienza a tener síntomas de una enfermedad neurológica que le condenará al silencio, impediéndole volver a escribir o tocar alguna pieza. El gran compositor que logró renovar la escritura musical sin renunciar a los principios del clasicismo, descansa en París cerca de sus padres y hermano.
La obra de Ravel no fue muy abundante, pese a todo se le han adjudicado 111 obras terminadas entre los años 1887 y 1933: 86 originales y 25 arreglos o adaptaciones.
Algunas de sus obras más importantes son:

Para piano:
* Pavane pour une infante defunte, 1899
* Jeux d'eau, 1901
* Sonatine, 1903- 1905

Obras orquestales:
* Ouverture de Shéhérazade, 1898
* Daphnis et Chloé, 1909-12
* Bolero

Arreglos de otras obras:
* Carnaval de Robert Schumann, 1914
* Tableaux d'une exposition de Músorgski, 1922

Les dejo un flash mob: Copenhagen Phil playing Ravel's Bolero

19/12/14

MARGUERITE YOURCENAR

"La amistad es, ante todo certidumbre, y eso es lo que la diferencia del amor".
MARGUERITE YOURCENAR

Marguerite Cleenewerck de Crayencour (Bruselas, Bélgica, 8 de junio de 1903 - Bar Harbor, Mount Desert Island, Maine, Estados Unidos, 17 de diciembre de 1987), conocida como Marguerite Yourcenar (primero pseudónimo y luego de nacionalizarse, nombre oficial), fue una novelista, poetisa, dramaturga y traductora francesa nacionalizada estadounidense en 1947.
La madre de Marguerite,
Fernande de Cartier de Marchienne, que provenía de una familia aristocrática belga, murió a los diez días de su nacimiento por complicaciones en el parto, y la niña fue educada por su padre, Michel-René Cleenewerck de Crayencour, que provenía de una familia aristocrática francesa, en la casa de la abuela paterna, en el norte de Francia, Mont Noir, cerca de la frontera con Bélgica. Yourcenar leía a Racine y a Aristófanes a la edad de ocho años. Su padre le enseñó latín a los 10 y griego clásico a los 12.
A partir de 1919 abandona su apellido real y empieza a firmar como Marguerite Yourcenar, siendo éste un anagrama de Crayencour. Su primera novela, Alexis, fue publicada en 1929. En 1939, para que pudiera escapar de los problemas bélicos, su mejor amiga en ese momento, una traductora norteamericana llamada Grace Frick a la que había conocido en París en 1937, la invita a Estados Unidos, donde dará clases de Literatura comparada en la ciudad de Nueva York.
Yourcenar era bisexual, ella y Frick se harán amantes y seguirán juntas hasta la muerte de ésta en 1979 a consecuencia de un cáncer de mama.
Tradujo al francés Las olas de Virginia Woolf, en 1937, Lo que Maisie sabía de Henry James, en 1947, y obras de Yukio Mishima.
En 1947 obtuvo la nacionalidad norteamericana. En 1951 publica en París su muy documentada novela histórica Mémoires d'Hadrien (en español Memorias de Adriano), en la que estuvo trabajando a lo largo de una década. La novela fue un éxito inmediato y tuvo una gran acogida por parte de la crítica. Su presentación fue el motivo para volver a Francia después de doce años de ausencia.
En Memorias de Adriano, Yourcenar recrea la vida y muerte de una de las figuras más importantes del mundo antiguo, el emperador romano Adriano.
La obra está escrita a modo de larga carta del emperador a su nieto adoptivo y futuro sucesor, Marco Aurelio. Adriano le explica su pasado, describiendo sus triunfos, su amor por Antinoo y su filosofía. Memorias de Adriano fue una novela pionera que ha servido de influencia en la posterior novelística histórica y se ha convertido en una obra maestra moderna.
En 1965 publica su obra "Opus Nigrum"- La obra en negro-, que lleva como protagonista al médico, filósofo y alquimista Zenón, de ambiente en la Europa del siglo XVI. Marguerite marca la transición entre la Edad Media y el Renacimiento. Zenón es un sábio con "la rabia del saber" que se ve expuesto a los prejuicios, dogmas religiosos y supersticiónes fuertemente arraigados en el pensamiento Europeo de aquél siglo.
Otra de sus obras más aclamadas es "Fuegos", escrita en 1935, y que alterna relatos basados en mitos clásicos con algunos fragmentos sobre la pasión amorosa, he aquí unos cuantos fragmentos extraidos de este libro:
-"Espero que este libro no sea leído jamás".
-"Soledad...yo no creo como ellos creen, no vivio como ellos viven,no amo como ellos aman...Moriré como ellos mueren".
-"No hay nada que temer. He tocado fondo. No puedo caer más bajo que tu corazón".
-"¿Adónde huir? Tú llenas el mundo. No puedo huir más que en ti".
-"Soporto tus defectos. Uno se resigna a los defectos de Dios. Soporto tu ausencia. Uno se resigna a la ausencia de Dios".

Ganadora de los premios Femina y Erasmus, en 1980 fue la primera mujer elegida miembro de número de la Academia francesa, aunque desde 1970 ya pertenecía a la Academia belga. Una de las más respetadas escritoras en lengua francesa, tras el éxito de Memorias de Adriano, siguió publicando novela, ensayo, poesía y tres volúmenes de memorias.
Existe una anécdota ya bien conocida del encuentro de esta autora con el célebre escritor Jorge Luis Borges. En 1986, seis días antes de la muerte de Borges, estos dos autores se encontraron en Ginebra, donde Marguerite le preguntó: "Borges, ¿cuándo saldrás del laberinto". Él le respondió: "Cuando hayan salido todos".
Yourcenar vivió la mayor parte de su vida en su casa Petite Plaisance, en Mount Desert Island, en el estado de Maine, y sus restos descansan en la misma isla junto a los de la compañera de toda su vida Grace Frick, en una sencilla tumba en el Brookside Cemetery de Somesville. La casa de ambas es ahora un museo dedicado a su memoria, abierto al público durante los veranos.
Legó sus archivos personales y literarios a la Harvard University de Cambridge. En su Houghton Library pueden ser consultados libremente miles de cartas, fotografías y manuscritos (cf. Marguerite Yourcenar additional papers: Guide), excepto algunos documentos, que quedarán liberados en 2057. En Bruselas, su ciudad natal, existe también, desde 1989, el CIDMY: Centre International de Documentation Marguerite Yourcenar, que atesora numerosos fondos gráficos y escritos y ofrece información puntual sobre actividades y publicaciones relacionadas con la autora.

10/12/14

DIARIO - ALEJANDRA PIZARNIK

Domingo 2 de Febrero de 1958

Soledad y silencio. He pensado en la felicidad de dedicarme enteramente a la literatura, sin otros cuidados sino escribir y estudiar. Es necesario recuperar el tiempo perdido. Sé que esta felicidad está a mi alcance y que no depende de mi voluntad, pues entonces ya no sería felicidad sino solamente trabajo. Sólo necesito creer con todo mi ser, creer obsesiva y lúcidamente. Y también olvidarme de todos. Pero sobre todo continuar sosteniéndome en la durísima tarea de no pensar en «el amor imposible», causa de todos mis males. Esto es lo más difícil. Y particularmente para mí, que no me llegan compensaciones externas que pudieran impulsarme a sustituir al objeto amado. Pero sé que mi única posibilidad de salvación consiste en aceptar con naturalidad esta
carencia afectiva. Mi única posibilidad de salvación, sí.
Ahora comprendo absolutamente que jamás mi amor se verá
correspondido, que hasta hoy me sustentaba alguna esperanza absurda e infantil, sin fundamento alguno en la realidad. Pero hoy, recordando el ayer, recobrando palabras y sucesos que dormían debajo de mi memoria he tomado conciencia de la futilidad de mi espera. Ahora bien, resta la locura o la muerte, porque yo comprendo que sólo por mi amor vivo, que sólo él me enlaza a la vida. Y tal vez no quisiera que fuese así, si bien reconozco que a ello debo mis horas más intensas, más fecundas emocionalmente, las que no poco hicieron por mis poemas. A mi amor debo casi todos mis estados de exaltación. Pero también es útil saber que el hombre que los produjo es absolutamente «inocente» de mis procesos, que su actitud fue siempre pasiva, que, en suma, no tiene «culpa» alguna de lo que me
acontece, así como el desierto no es culpable de los que mueren sedientos. De cualquier modo, comprendo que es necesario estrangular todo atisbo de esperanza y aceptar la idea de que jamás seré amada por la persona que he elegido. Podría agregar que no la he elegido sino que me ha sido impuesta, podría repetir los viejos argumentos científicos respecto de los orígenes de mi sentimiento amoroso. Pero es como en la poesía. Palabras, palabras… El amor es otra cosa. Y no me importa que maltraten el mío ni que lo castiguen con la indiferencia más extrema. Yo sé que es real, yo sé que existe y me duele más que mi vida, o igual, porque es mi vida. Lo mismo que la poesía. ¿En que la desmedra el análisis o la disección? Está, y es lo único importante. Pero ahora, sobre materiales rotos y roídos, entre el caos y la angustia, trataré de reconstruirme. Sobre tanto dolor, sobre tantas ganas de morir y de no sufrir más el peso de este amor, he de reconstruirme. Con humildad y
silencio.
Este yacer anegada en mí misma, este no perderme jamás de vista — aun en la enajenación— ¿a qué
obedece? A que no encuentro nada que sea más importante que yo. Sólo me entero de las cosas cuando me golpean. Así, gracias al silencio de Orestes, he pensado por vez primera en él. Cosa que jamás hice cuando deliraba de amor por mí. Esta manera de ser me hace perder y ganar. Perder en cuanto a que me encadena, me impide enfrentar el mundo, y más aún, me deja a merced del mundo. Pero, por otra parte, en el reverso del mundo, donde yo estoy, se ven muchas cosas vedadas para los otros. A propósito de mi incomunicación estuve pensando en la posibilidad de enloquecer, posibilidad que me
aterroriza. Pero estoy demasiado cansada como para inquietarme «activamente». Pensándolo bien, ¿no será demasiado tarde para reconstruirme? ¿No habré perdido definitivamente?

7/12/14

Carta de Franz a Max

Sanatorio naturista Jungborn en el Harz 22 VII 1912

Mi muy querido Max, ¿jugamos una vez más al juego de los niños infelices? Uno señala al otro y recita su antiguo verso.
Tu opinión actual sobre ti mismo es un capricho filosófico, mi mala opinión sobre mí mismo no es una mala opinión trivial. En esta opinión quizá se halle mi única virtud, después de haberla delimitado adecuadamente en el transcurso de mi vida, es aquello en lo que jamás, jamás he tenido que dudar, me da un orden para mí mismo y me tranquiliza suficientemente, a mí, que me rindo de inmediato ante la falta de claridad. Estamos suficientemente cerca uno de otro como para poder ver los entresijos en la argumentación de la opinión del otro. Yo incluso he llegado a detalles y ellos me han alegrado más de lo que tú aprobarías -¿de qué otro modo podría seguir sosteniendo la pluma en mano? Nunca he sido de aquellos que sacan adelante alguna cosa a cualquier precio. Pero precisamente de eso se trata. Lo que he escrito fue hecho en un baño tibio, no he vivido el
infierno eterno de los verdaderos escritores, a excepción de unos pocos arrebatos que puedo ignorar en mi juicio, a pesar de su fuerza quizá infinita, debido a su
escasa frecuencia y a la debilidad con que se manifestaron. También aquí escribo, muy poco desde luego, me lamento de mí mismo y también me alegro; éste es el modo en que las mujeres piadosas rezan a Dios, pero en las historias bíblicas se deberá pasar mucho tiempo antes de que pueda mostrar lo que ahora te escribo a ti, y aunque sólo sea por mí. Está elaborado sobre la base de pequeñas piezas más bien alineadas que entrelazadas; durante mucho tiempo seguirá por un camino recto, antes de llegar a formar el círculo deseado, y en aquel instante, en función del cual trabajo, las cosas no resultarán en absoluto más fáciles, mucho más probable es que, habiendo sido inseguro, pierda la cabeza. Por esto, será algo de lo que se podrá hablar solamente cuando concluya la primera versión.
¿No hiciste mecanografiar el Arche? ¡Esto si que lo ha golpeado! Y yo no le escribo y no le escribo. Por favor, diles a la Srta. T. y a Weltschy, y si es posible, a los Baum que los quiero a todos y que el cariño no tiene nada que ver con escribir cartas. Dile de tal forma que sea acogido mejor y más amablemente que tres cartas reales. Si quieres, puedes hacerlo. En nuestra historia común me ha alegrado únicamente, aparte de algunos detalles, el estar sentado junto a ti los domingos (haciendo excepción, desde luego, de los ataques de desesperación) y esta alegría me seduciría de inmediato y me arrojaría a continuar el trabajo. Pero tú tienes cosas más importantes que hacer, aunque sólo fuera el Ulises. Carezco de todo talento organizativo y por eso ni siquieras soy capaz de inventar un título para el anuario. Pero no olvides que en la invención los títulos mediocres o incluso malos alcanzan un buen
prestigio por influencias probablemente caprichosas de la realidad. ¡No digas nada contra la sociabilidad! También vine aquí por la gente y estoy satisfecho de que al menos en esto no me haya equivocado.
¡Cómo vivo en Praga! Esta necesidad que tengo de la gente y que se transforma en temor tan pronto se satisface, sólo está a gusto durante las vacaciones; sin duda que he cambiado un poco. Por otra parte, no leíste con atención mi horario, hasta las 8 escribo poco, pero después de las 8 nada, aunque es cuando más libre me siento.
Escribiría más sobre esto si no hubiera pasado todo el día tan tontamente con juegos de balón y de naipes y sentado y recostado en el prado. ¡No hago excursiones! El mayor peligro es.que ni siquiera veré el fragmento. ¡Si supieras cómo transcurre este corto tiempo! ¡Si fluyera con tanta claridad como el agua, pero se escurre como el aceite! El sábado por la tarde me iré de aquí (pero
hasta entonces me gustaría mucho recibir una tarjeta tuya), me quedaré el domingo en Dresde y llegaré por la noche a Praga. No iré por Weimar únicamente por una debilidad que vislumbro a distancia. Recibí una pequeña carta suya con
saludos de propia mano de la madre y tres fotografías. En las tres se la ve en distintas posiciones, en relación con las fotografías anteriores son incomparablemente nítidas y ¡es bella!. Y yo iré a Dresde fingiendo obligación y visitaré el jardín zoológico ¡que es donde debiera estar!
Franz

9/11/14

Hedy Lamarr

La historia de Hedy Lamarr tiene todos los ingredientes de una gran historia: el Hollywood dorado de los años 40, el régimen nazi avanzando por Europa, una increíble huida hacia los Estados Unidos desde la Alemania de Hitler y un invento revolucionario en las telecomunicaciones. mantenido en secreto, que
cambiaría el curso de los acontecimientos.
Y como toda buena historia, nada hacía sospechar en su comienzo que una chica nacida como Hedwig Eva Maria Kiesler en el antiguo imperio austrohúngaro, y de familia judía, acabaría siendo la primera mujer en protagonizar un desnudo en la historia del cine y la primera persona en concebir la versión del espectro ensanchado que daría lugar a la tecnología wifi.
La joven que de pequeña era considerada por sus maestros como superdotada, durante años se la conoció únicamente como “la mujer más bella de la historia del cine” y durante muchos más se la recordó como aquella que en la película checa Éxtasis (Gustav Machaty, 1933) corría desnuda por el bosque y mostraba
directamente su rostro durante un orgasmo. Algo absolutamente escandaloso para la época. El controvertido filme llegó a ojos de un rico vendedor alemán de armas, Friedrich 'Fritz' Mandl, que proveía de municiones y
aviones de combate a sus amigos Hitler y Mussolini.
Mandl se obsesionó con Lamarr. Obligó a sus padres a darla en matrimonio, intentó destruir todas las copias de la película –cosa que no logró– y la encerró en su mansión dejándola salir al exterior exclusivamente con él
en cenas y viajes de negocios. Hedy recordaría años más tarde aquella época como de auténtica esclavitud.
Su actividad artística, por supuesto, se interrumpió abruptamente pero aprovechó su cautiverio para continuar sus estudios de ingeniería y para obtener de los clientes y proveedores de su marido, que nada sospechaban, informaciones sobre tecnología armamentística de la época.
Los acontecimientos que siguen son dignos de un guión cinematográfico. Con ayuda de la asistenta, con quien mantenía una relación sentimental, escapó desde la ventana del baño de un restaurante donde estaba un
coche esperándola para huir a París. Perseguida por los guardaespaldas de su marido, logró llegar a su destino y continuar hacia Londres. Una vez allí vendió sus joyas y conoció, por casualidad, a uno de los
magnates de Hollywood, Louis B. Mayer, el empresario de la Metro Goldwyn Mayer. Ambos embarcaron juntos dirección a los Estados Unidos.
Hollywood y el gran invento
En aquel viaje en barco liberador fue donde nació Hedy Lamarr, nombre dado por su protector Mayer, y donde firmó un contrato de siete años como actriz con la compañía. Compartió guión con Charles Boyer, Clark Gable, Lana Turner o Jimmy Stewart. De esa época de grandes películas como Sansón y Dalila (Cecil B. DeMille, 1949), es célebre su frase: “Cualquier chica puede ser glamourosa. Lo único que tienes que hacer es quedarte quieta y parecer estúpida”.
Richard Rhodes, uno de sus biógrafos y autor de Hedy's Folly: The life and breakthrough inventions of Hedy
Lamarr, the most beautiful woman in the world, aseguraba que Hedy Lamarr odiaba las fiestas y nunca bebía.
“Su principal hobby era inventar". Ya con el título de ingeniera en Telecomunicaciones, conoció a quien sería su principal apoyo en la creación de un sistema secreto de comunicaciones .
El compositor George Antheil y ella idearon un sistema de detección de los torpedos teledirigidos utilizados en la contienda. Inspirado en un principio musical, el invento funcionaba con 88 frecuencias, equivalentes a las teclas del piano, y era capaz de hacer saltar señales de transmisión entre las frecuencias del espectro magnético.
Registraron la patente y se la ofrecieron de forma gratuita al Ejército de los Estados Unidos, quienes no la utilizaron por miedo a que fuera detectada por el enemigo, pero la guardaron y la mantuvieron en secreto.
Mientras, el régimen nazi continuaba su avance por Europa, y Lamarr, impotente, de nuevo ofreció su colaboración y su inteligencia al Gobierno estadounidense para el desarrollo de investigaciones científicas en
busca de avances armamentísticos. Aunque su título de “mujer más bella” se impuso a su ingenio y para lo que el Gobierno la demandó fue para utilizar su fama –y, por supuesto, su belleza– para convertirse en
imagen de pósteres propagandísticos y para ayudar en la venta de bonos de guerra. Aquel que comprara 25.000 dólares conseguiría un beso de la actriz: Lamarr logró vender siete millones de dólares en bonos de guerra en una única noche.

La tecnología patentada por Lamarr y Antheil en 1940 ha demostrado ser la solución esencial para la comunicación secreta vía radio y para compartir el número de canales de radio ocupados. Hizo posible la
transmisión de señales secretas sin poder ser interferidas y Estados Unidos lo utilizó por primera vez durante la crisis de Cuba, después como base para el desarrollo de las técnicas de defensa antimisiles hasta que, en la década de 1980, el sistema de espectro expandido vio sus primeras aportaciones en ingeniería civil.
Su idea, mantenida en secreto por el ejército, acabó convirtiéndose en la precursora de la tecnología que se utiliza hoy en día en las comunicaciones inalámbricas de los teléfonos móviles, los sistemas GPS y la
tecnología wifi .
“Thank God for Hedy Lamarr”, dijo Cecil B. DeMille, director de Sansón y Dalila, al terminar el rodaje de la película, sin saber que realmente había que agradecer mucho a Hedwig Eva Maria Kiesler por su ingenio y su
agudeza.
En 1998 la Electronic Frontier Foundation concedió a Hedy Lamarr y George Antheil el Premio Pionero reconociendo su contribución fundamental en el desarrollo de las comunicaciones basadas en ordenadores.
George Antheil murió sin conocer su aportación a la tecnología ni ver su reconocimiento y Hedy Lamarr rehusó a ir a recoger aquel premio. Murió dos años después en Florida.

El día de su nacimiento, el 9 de noviembre, se celebra el Día del Inventor en su honor.

Fuente

3/11/14

DON BYAS, EL GRAN OLVIDADO DEL JAZZ

Don Byas (Wesley Carlos Byas. 1912-1972 - EEUU), fue uno de esos músicos que decidieron no aguantar más las humillaciones habituales a las que eran sometidos los músicos de color en la tierra de la libertad y al finalizar la Segunda Guerra Mundial marchó a Europa con la
Orquesta de Don Redman y llegada la hora de volver decidió quedarse para desarrollar su carrera allí. Antes de abandonar su formación al estilo del primer violín de una orquesta rusa de gira, ya atesoraba la calidad suficiente para ser el elegido por Count Basie para sustituir en su orquesta al inmenso Lester Young y previamente había trabajado en la formación de Lionel Hampton. Ya en Europa, fijó su residencia en Paris o Amsterdam pero hizo también alguna estancia en España (su madre era española), principalmente en Barcelona, donde realizó algunas magistrales grabaciones, algunas de ellas con nuestro mejor jazzista, el pianista Tete Montoliu. Trabajo no le faltó y las grandes orquestas cuando visitaban el viejo continente sabían que el puesto de saxofonista tenor estaba asegurado, pues contaban con este esplendoroso comodín ya en destino. Pero más allá de estas ventajas, su marcha de Estados Unidos terminó por jugarle una mala pasada y es que siendo, sin temor a exagerar, uno de los más grandes saxofonistas de la historia del jazz, a la altura de los conocidos Ben Webster, Coleman Hawkins (su maestro) o Lester Young, y ahora sí que me arriesgo un poco y digo que quien sabe si incluso mejor que ellos en los dominios de las baladas, no ha quedado reseñado como tal en la mayoría de los libros de jazz. Es el gran olvidado, quedando casi omitido en todas las reseñas, debido exclusivamente a que simplemente no estaba allí, estaba lejos, demasiado lejos para escuchar su música, en los momentos en los que se estaba fraguando toda la mitología de este estilo musical.
Es difícil encontrar vídeos buenos de este músico, pero no tanto sus discos y este que les presento de la colección "Jazz in Paris", de título "Laura", es uno de mis preferidos.
Está repleto de grandes temas de
Porter, Gershwin, Kern resueltos de una manera elegante e hipnotizadora. Es un disco que pongo a la más mínima oportunidad, he bombardeado con él a compañeros que sucumbieron a su encanto, ha amenizado cenas en las que los invitados no pudieron resistirse a preguntar ¿Quién toca en ese disco? casos en los que se llevaban una copia de regalo que ya estaba preparada (para que postergar lo inevitable, siempre quieren una). El tema de "Laura" que da nombre al disco es la visión que Byas tiene del tema principal de la película del mismo nombre de Preminger (que bonita estaba Gene Tierney en ese peliculón ). En definitiva una delicia, una sonoridad tan profunda como la de Webster o Hawkins, pero con ese "nosequé queseyó" que te lo hace incluso más atractivo. Puede que el atractivo sea el saber que es que es un verso suelto y casi olvidado en la historia del jazz, pero que rima con el conjunto de una manera soberbia y definitiva. Para Johnny Griffin, uno de los grandes saxofonistas del jazz, Don Byas, era ni más ni menos que el Tatum del saxo, dejando claro que en el mundo del jazz, Tatum es de
manera incontestable y reconocida el mejor del piano.

Georg Trakl. Un clásico del expresionismo

El 3 de noviembre se conmemora el primer centenario de la muerte de Georg Trakl (Salzburgo, 1887-Cracovia, 1914),
acaecida durante la Primera Guerra Mundial en una dependencia psiquiátrica del ejército austro-húngaro. Hasta
entonces Trakl sólo había publicado en forma de libro una selección de poemas. En el momento de morir tenía en
imprenta otro título, Sebastián en sueños .
Aquel joven acosado por los tormentos mentales,
adicto al alcohol y los estupefacientes, es
comúnmente celebrado como una de las figuras
señeras del Expresionismo. Sus enigmáticos, sus
hermosos y encendidos poemas, pronto fueron
materia de reflexión para una muchedumbre de
intérpretes, Martin Heidegger entre ellos. No
tardaron en despertar interés allende las
fronteras del idioma alemán. También en España, Georg Trakl ha sido editado con
fortuna.
Poeta del derrumbe, de la corrosión y el pudrimiento, Trakl anticipó con su particular
simbología la caída del Imperio Austro-Húngaro. Gustó sobremanera de las imágenes
repulsivas. Sus poemas abundan en ratas, gusanos, carroña, sangre... Lo fascinó la
muerte, presente también en sus conversaciones cotidianas. Tuvo especial predilección
por la belleza violenta y las visiones de destrucción y ruina. Ya en la adolescencia se
familiariza con los libros de Baudelaire y Rimbaud, leídos en versión original. Nietzsche
fue otra presencia crucial en la formación literaria de este hombre tan dotado de
sensibilidad como carente de sosiego.
Nacido en Salzburgo, la ciudad de Mozart, el 3 de febrero de 1887, Trakl fue hijo de un
comerciante bondadoso que hizo cierta fortuna con su negocio de ferretería, y de una
madre a la que se atribuye un influjo altamente negativo en la conformación psíquica
del poeta. Mujer de frialdad extrema, dio a luz seis criaturas de las que apenas se
ocupó como no fuera para imponerles el aprendizaje de algún instrumento musical.
Con frecuencia se pasaba dos, tres o más días encerrada en su alcoba, sin relacionarse
con ningún miembro de la familia, consagrada obsesivamente a su colección de
antigüedades.
Es conocido el estrecho vínculo que unió al poeta con Grete, su hermana pequeña, seis
años menor que él, en la que al parecer veía un doble femenino de sí mismo. Se ha
especulado no poco acerca de la naturaleza incestuosa de dicha relación, si bien no
existen pruebas testimoniales que la abonen. No es menos cierto que una parte
considerable de la correspondencia epistolar entre los dos hermanos desapareció de
forma misteriosa tras la temprana muerte de ambos, lo que deja a oscuras importantes
zonas de su vida privada. Como su hermano, Grete, en parte inducida por él, sucumbió
al alcohol y las drogas. Abandonada por su marido, truncada su carrera de pianista,
llevó una vida de soledad y penuria en Berlín hasta su suicidio en 1917.
A edad temprana, Georg Trakl se aficionó al consumo de sustancias estupefacientes.
Visita asiduamente los burdeles de Salzburgo y gana, entre sus profesores y compañeros
de colegio, fama de raro. A pesar de no haber concluido el ciclo escolar, había
terminado los cursos suficientes como para poder estudiar Farmacia. Lo hizo en Viena,
ciudad que aborrecía, en la que asistió a la tertulia de Karl Kraus. Se diplomó de la
referida disciplina en 1910 con el título de Magister. Ejerció a rachas. Las reiteradas
tentativas por dedicarse a una profesión culminaron en fracaso. Trakl era incapaz de
llevar una vida ordenada. Lo aquejan frecuentes caídas en la depresión, ataques de
pánico, estados de delirio, de exaltación y embriaguez. A menudo ha de ser socorrido
económicamente por familiares y amigos.
El año anterior al estallido de la Gran Guerra, Trakl se incorporó a una sección militar
de farmacia. Un mes después solicitó el pase a la reserva, que le fue concedido. Los
hábitos insalubres y la poesía continúan determinando su vida. Se ha dicho de él que
escribió sus mejores poemas cuando más lo apretaba el sufrimiento. Algunos de ellos
aparecieron en revistas (en Der Brenner sobre todo) y periódicos. Estuvo a punto de
beneficiarse de una generosa donación de Ludwig Wittgenstein, el célebre autor del
Tractatus Logico-Philosophicus ; pero un ataque de ansia en el interior del banco le
impidió extraer el dinero. Optó entonces por enviar la suma íntegra del generoso
mecenas a su hermana Grete. Llegó entretanto la guerra y Trakl, contagiado del
entusiasmo general, marchó al frente del Este enrolado en una unidad sanitaria.
Las dantescas escenas de dolor, de cuerpos destrozados y muerte sangrienta que hubo
de presenciar terminaron de desquiciarlo. Luego de un intento de suicidio, que no logra
consumar por la intervención oportuna de sus compañeros, Trakl fue internado en una
dependencia psiquiátrica, donde, según el parte médico, expiró al anochecer del 3 de
noviembre de 1914 a consecuencia de una sobredosis de cocaína. Tenía 27 años.

Fuente

22/10/14

Catalina de Medici

Catalina de Medici, una fría y despiadada reina de Francia Hija de Lorenzo II de Medici, nació en Florencia. Su tío, el papa Clemente VII, concertó su matrimonio con el futuro rey de Francia, Enrique II. Tras la muerte de éste y la de su primogénito, se convirtió en regente del pequeño Carlos IX, gobernando el país galo con mano de hierro. Durante más de 30 años marcó la política francesa del siglo XVI. Esposa de Enrique II, fue madre de cinco reyes y reinas, mientras superaba grandes crisis de gobierno provocadas por los desencuentros religiosos. Con ella y su descendencia directa se agotó la línea sucesoria de los Valois, dando paso a la hegemonía borbónica en el país galo. Catalina María Rómula de Medici vino al mundo en Florencia el 13 de abril de 1519. A edad temprana sufrió orfandad por las muertes, casi consecutivas, de sus padres, el italiano Lorenzo II de Medici y la francesa Madeleine de la Tour d’Auvergne, por lo que quedó bajo el amparo del papa León X. Éste la entregó al cuidado de diferentes parientes, quienes instruyeron a la pequeña como una refinada dama, apta para ser moneda de cambio en cualquier acuerdo matrimonial. En 1527 los Medici fueron expulsados de la capital toscana, motivo por el cual Catalina fue recluida en conventos, donde las monjas terminaron de esculpirle una personalidad dispuesta para asumir la razón de Estado en cualquiera de sus capítulos por azarosos que fuesen.
En 1530, su tío, el recién proclamado papa Clemente VII, concertó para ella un calculado matrimonio con Enrique, duque de Orleáns y segundo filogenético del rey francés Francisco I. La única condición que puso el Sumo Pontífice fue que la joven heredera renunciase a sus pretensiones dinásticas sobre Florencia, a cambio recibiría 100.000 escudos como dote y un futuro poco halagüeño en la corte francesa. El 28 de octubre de 1533 se celebró la boda con una Catalina de rostro triste, pues para entonces la italiana ya había constatado cómo su flamante esposo exhibía sin pudor una fogosa relación sentimental con la bella cortesana Diana de Poitiers. Esta sonora infidelidad conyugal no impidió que Catalina quedase en cinta en 11 ocasiones. De todos sus hijos nacidos, siete llegaron a la edad adulta y cinco de ellos lograron reinar. Tras los óbitos, primero del delfín Francisco y, más tarde, del propio monarca galo, Enrique II fue ungido rey de Francia en 1547. Hasta entonces Catalina había sido un modelo de virtud y prudencia, ocupada en cuestiones culturales y poco más. Sin embargo, su coronación regia la confirmó de inmediato como una figura preparada para el gobierno. Pero tal y como habían vaticinado algunos videntes de la soberana, incluido su médico y astrólogo personal Nostradamus, el rey moriría en 1559, víctima de las heridas producidas en un torneo de entretenimiento. Este suceso desató los acontecimientos en Francia, y el primogénito de Enrique, Francisco II, se colocaba la corona un breve tiempo para cederla a su muerte – acontecida 18 meses después– a su hermano Carlos IX, un niño de apenas 10 años que, como es lógico, fue convenientemente dirigido por su ambiciosa madre. En estos años, Francia mantenía una posición delicada en el concierto europeo, aunque el matrimonio entre Isabel de Valois –la hija mayor de Catalina– y Felipe II de España había sosegado bastante las relaciones entre las dos potencias.
Asimismo, en el terreno interno la reina trataba de entenderse por igual con católicos y protestantes, siempre dispuestos al enfrentamiento bélico. Pero no pudo impedir que una devastadora guerra religiosa estallase en Francia, cuyo punto más álgido aconteció el 24 de agosto de 1572, en la renombrada Noche de San Bartolomé. Miles de hugonotes (calvinistas) fueron asesinados por los católicos con una clara permisividad real, justo cuando se realizaban los esponsales que unían a Enrique III de Navarra y a Margarita, otra de las hijas de Catalina. Precisamente, este borbón navarro de confesión protestante sería uno de los pocos supervivientes hugonotes de aquella pésima jornada y acabaría coronado, tras su conversión al catolicismo, como Enrique IV de Francia.
Durante este convulso periodo, Catalina mantuvo con mano de hierro su gobierno sin descuidar su vocación de mecenas: instituyó el considerado primer ballet de la Historia y mandaba construir castillos y palacios, como el parisino de Las Tullerías. Finalmente, contempló como otro de sus hijos varones ocupaba el trono francés bajo el nombre de Enrique III. Este último representante de la casa Valois era estéril, por lo que la línea de sucesión quedó finiquitada en beneficio de los borbones. Catalina, reina moderna, además de hábil y maquiavélica estratega política, falleció el 5 de enero de 1589 en el castillo de Blois (Francia).

18/9/14

Mesa de los pecados capitales

Jeroen Anthoniszoon van Aeken, conocido como El Bosco o Jerónimo Bosch (1450 - 1516) fue un pintor holandés.
Protagonista de sus cuadros es la Humanidad que incurre en el pecado y es condenada al infierno. La única vía que parece sugerir el artista para redimirse se encuentra en las tablas con vidas de santos que, dedicados a la meditación, deben ser modelo de imitación, aunque estén rodeados por el Mal. Ejemplo de ello son las tablas con la Pasión de Cristo a través de la meditación sobre las penas sufridas por Cristo, para rescatar del pecado universal al género humano. Su estilo cambia en los últimos años de su actividad, pintando cuadros con un menor número de figuras, pero de mayor tamaño, que parecen sobresalir del cuadro y acercarse al observador.
El Bosco no fechó ninguno de sus cuadros y sólo firmó algunos. El rey Felipe II de España compró muchas de sus obras después de la muerte del pintor. Como resultado, el Museo del Prado de Madrid posee hoy en día varias de sus obras más famosas.
Cuadro: Mesa de los pecados capitales
La Mesa de los pecados capitales es una de las obras del pintor holandés Hieronymus Bosch, El Bosco. Es un óleo sobre tabla, pensado para usarse como encimera o tablero de mesa. Como todas las obras de El Bosco, al no estar fechado por su autor es
datado en fechas diversas. Tradicionalmente se considera pintado el año 1485; otras fuentes lo sitúan entre 1475 y 1480. Mide 120 cm de alto y 150 cm de ancho. Se exhibe actualmente en el Museo del Prado de Madrid. Esta tabla fue adquirida por el monarca Felipe II de España, quien la guardó en el monasterio de El Escorial. Se llevó al Museo del Prado durante la guerra civil española.

13/9/14

Jack Kilby, el precursor de los microchips

Los microchips se utilizan en todas las esferas de la vida moderna: en los equipos médicos, los teléfonos celulares, los juguetes y en casi todos los equipos modernos. La medicina, por ejemplo, es un campo formidable de aplicación para esta tecnología, ellos invaden con sus posibilidades los centros de investigación, clínicas, laboratorios y hasta la vida de los pacientes con el objetivo de elevar su calidad de vida. Se han desarrollado microchips con el objetivo de diagnosticar y seguir diversas enfermedades, para realizar diversos análisis del ADN, por ejemplo; así como para almacenar datos médicos sobre los pacientes. Según la American MedicalAssociation (AMA), estos dispositivos del tamaño de un grano de arroz, implantados en la piel del paciente, pueden suministrar a los galenos la información médica pertinente sobre las enfermedades crónicas que sufren los pacientes en caso de una emergencia.

Estos avances, que hoy parecen comunes y previsibles a gran.escala, se deben al ingenio de Jack Kilby, nacido en Jefferson City Missouri, el día 8 de noviembre de 1923 y doctorado en ingeniería a los 27 años en la Universidad de Wisconsin. El 12 de septiembre de 1958, Jack Kilby, que laboraba para la empresa Texas Instruments, completó el primer circuito integrado monolítico, sustituto de los tubos al vacío. El invento consistía de tan solo un transistor y otros componentes, montados en una placa de germanio. Este pequeño dispositivo -aproximadamente 12 x 1.5 mm- revolucionó la industria
electrónica. Con anterioridad, en la década de la Segunda Guerra Mundial, los elementos más comunes de los equipos electrónicos de la época eran los llamados tubos al vacío. La innovación tecnológica de Kilby contribuyó a reducir considerablemente el tamaño de las computadoras, las cuales hasta principio de la década de los años 70 eran enormes, frecuentemente ocupaban el espacio de una habitación y hasta mucho más. Este logro, en el que todos los componentes constituían una sola pieza de material semiconductor de tamaño microscópico, aunque un poco tarde, le sirvió a Jack Kilby para obtener el codiciado Premio Nobel de Física en el año 2000, que compartió con el estadounidense Herbert Kroemer y con el ruso Zhores Alferov , debido a la importancia de sus invenciones para el desarrollo de los fundamentos básicos de las tecnologías modernas de información, en particular por la invención de los transistores rápidos, los diodos en láser y los circuitos integrados. Muchos especialistas consideran que la unión de transistores en un único componente marca el inicio de la llamada era de la información. El día 20 de junio del 2005 falleció, aquejado de cáncer, Jack Kilby, precursor del microchip y de la electrónica moderna. Su trabajo supuso el registro de unas 60 patentes relacionadas con los semiconductores e intervino además, en la creación de dispositivos importantes como la calculadora y la impresora térmica.

Fuente

4/5/14

CARTAS DE AMOR ENTRE MARTIN HEIDEGGER Y HANNAH ARENDT

Hannah Arendt y Martin Heidegger se conocieron en 1924 en la Universidad de Marburgo, donde él dictaba clases de filosofía. Fue entonces cuando comenzó una historia de amot que no hubiera resultado demasiado distinta de cualquier otro romance de no ser porque sus protagonistas se convirtieron –después- en dos de los más destacados pensadores de este siglo. Y también por otra cuestión, no menor: ella, nacida en una familia judía, se vio obligada a dejar Alemania mientras él se transformaba en un admirador de Hitler, en una Europa dominada por la barbarie nazi. Dicen que vestía el uniforme del partido y que iniciaba sus clases con el saludo romano. Diversos investigadores probaron, además, que se afilió al partido nazi y pagó con regularidad todas sus cuotas, que mantenía cordiales relaciones con Joseph Goebbels y Himmler y que colaboró en la cesantía de varios profesores judíos, muchos de ellos antiguos amigos suyos.

Carta de Hannah Arendt a Martin Heidegger
1929.

Querido Martin,
Habrás oído hablar probablemente ya de mí por otras fuentes al azar. Esto toma la ingenuidad del mensaje mío, pero no la confianza de nuestra reunión pasada en Heidelberg, una vez más nuevamente y gratificantemente consolidada.
Entonces vuelvo a tí hoy con la misma seguridad y con la misma petición: no te olvides de mí, y no te olvides de cuánto y cuán profundamente nuestro amor se ha convertido en la bendición de mi vida. Este conocimiento no se puede sacudir, no hoy, cuando, como salida de mi falta de inquietud, he encontrado un hogar y un sentido de pertenecer con alguien sobre quién usted puede ser que lo entienda mejor que todos. Oigo a menudo cosas sobre usted, pero siempre con esa reserva peculiar e indirectamente, que da simplemente hablar sobre un famoso nombre-que es algo que puedo reconocer apenas.
Y quisiera de hecho saber -casi tormentosamente, cómo estás, en que estás trabajando, y cómo Freiburg te está tratando.
Beso en la frente y los ojos
tu Hannah.

Carta de Heidegger a Hanna.

Queridísima! Gracias por tu carta. Si solamente pudiera decirte cómo soy feliz contigo, acompáñándote mientras tu vida y tu mundo se abren de nuevo. Apenas puedo ver cuánto has entendido y cómo todo es providencial. Nadie aprecia jamás cómo es la experimentación consigo mismo, por esa circusntancia, todos los compromisos, técnicas, moralización, escapismo, cierran nuestro crecimiento, inhibiendo y torciendo la providencia de Ser. Y esta distorsión gira en torno a cómo, a pesar de todos nuestros sustitutos para la "fe", no tenemos ninguna fe genuina en la existencia en sí misma y no entendemos cómo sostener cualquier cosa como ésa por nosotros mismos. Esta fe en la providencia no excusa nada, y no es un escape que me permita terminar conmigo de una manera fácil. Solamente esa fe -que como fe en el otro es amor- puede realmente aceptar al "otro" totalmente. Cuando veo que mi alegría en ti es grande y creciente, es que también tengo fe en todo lo que sea tu historia. No estoy erigiendo un ideal ni me estoy dejando caer en la tencación de educarte, o a cualquier cosa que se asemeja a eso. Por suerte, a ti -tal y como eres y seguirás siendo con tu historia- así es cómo te quiero. Sólo así es el amor fuerte para el futuro, y no sólo el placer efímero de un momento: sólo entonces es el potencial del otro también movido y consolidado para las crisis y las luchas que siempre se presentan. Pero tal fe también se guarda de emplear mal la confianza del otro en el amor. El amor que pueda ser feliz en el futuro es el amor que ha echado raíz. El efecto de la mujer y su ser es mucho más cercano a los orígenes para nosotros, menos transparentes, es más providencial, pero también más fundamental. Tenemos un efecto solamente en cuanto somos capaces de dar: si el regalo es aceptado siempre inmediatamente, o en su totalidad, es una cuestión de poca importancia. Y nosotros, cuanto mucho, sólo tenemos el derecho de existir si somos capaces de que nos importe. Nosotros podemos dar solamente lo que pedimos de nosotros mismos. Y es la profundidad con la cual yo mismo puedo buscar mi propio Ser, que determina la naturaleza de mi ser hacia otros. Y ese amor es la herencia gratificante de la existencia, que puede ser. Y así es que la nueva paz se desprende de tu rostro, el reflejo no de una felicidad que flota libremente,pero sí de la resolución y la bondad en las que tú eres enteramente tú.
Tu Martin.

27/2/14

ANDRE MALRAUX: EL ESCRITOR COMPROMETIDO

"He aprendido que una vida no vale
nada, pero también que nada vale
una vida."
Así se expresaba, Andre Malraux, un
personaje ciertamente representativo
de la cultura francesa del segundo
tercio del siglo XX, gracias a su labor
como narrador, historiador, ensayista,
aventurero y por último, hombre de
estado. En su vida se confunden los
elementos novelados del escritor con
la expresión del hombre público, la
propaganda del político y la realidad
de los hechos históricos que vivió.
Esta mezcolanza ha llevado a alguno
de sus críticos, como el biógrafo
Olivier Todd a considerar a Malraux
el primer escritor de su generación
que logró edificar de una manera
eficaz su propio mito.
André padecía el Síndrome de
Tourette, una afección que provocaba
las características muecas, guiños y
tics que tanto le distinguieron en
vida durante sus apariciones públicas
y entrevistas.
Andre Malraux cimentó su posicion
en la vanguardia literaria francesa
con su galardonada novela "La
condición humana. Para Malraux, la
condición humana era en esencial un
asunto un tanto desdichado y
solitario, pero creía que a la salvación
se llegaba uniendose a otros en un
compromiso político directo, y por
medio de la creatividad. Sus novelas
llenas de accion pero inquisitivas,
como la temprana "Los
conquistadores" y la posterior "La
esperanza" reflejan directamente la
participación personal de Malraux en
las actividades revolucionarias en el
lejano oriente y en España, durante
las décadas de 1920 y 1930. A partir
de la década de 1940 Malraux se
concentró en escribir sobre el arte y
creo su obra maestra "Las voces del
silencio"
Nacido en 1901 como Georges-André
Malraux, su padre, Fernand, era un
agente de bolsa apasionado por los
inventos y la mecánica, que primero
abandonó a su familia y luego se
suicidó. André pasó una infancia
acomodada en Bondy, suburbio de
clase media en las afueras de París,
en compañía de su madre Berthe, su
tía y su abuela quienes regentaban
una pastelería. A pesar de no sufrir
estrecheces económicas y de disponer
de una educación privada y un
reducido grupo de buenos amigos, el
escritor resumió en las primera líneas
de sus Antimemorias aquella etapa
de su vida: casi todos los escritores
que conozco recuerdan con cariño su
infancia, yo odio la mía.
A los diecisiete años abandonó los
estudios secundarios, pero pronto
adquirió una vasta cultura
autodidacta y se integró en los
medios literarios y artísticos
parisinos.
Participó en las tendencias de
vanguardia de la inmediata
posguerra, en especial el cubismo.
Colaboró en Action, revista de este
movimiento y en 1921 fue contratado
como editor de la Galería de Arte
Simon; allí apareció su primer
trabajo, Lunes en papel, ilustrado por
Fernand Léger y dedicado a M. Jacob.
En 1922 comenzó su colaboración en
la Nouvelle Revue Française. Viajó por
Europa y visitó numerosos museos.
Su pasión por el arte jemer lo llevó a
emprender, a finales de 1923, una
expedición arqueológica a la selva
camboyana. Allí descubrió, en un
templo abandonado, bajorrelieves
que extrajo con la intención de
venderlos en Europa. La aventura le
costó la cárcel, pero finalmente fue
absuelto. Regresó a Francia pero
volvió pronto a Saigón, en enero de
1925, para fundar un periódico: L
´Indochine, que desapareció al año
siguiente a instancias de las
autoridades coloniales.
La doble experiencia de la sociedad
colonial y del periodismo de opinión
desempeñó un papel decisivo en la
vida de Malraux: paralelamente a su
descubrimiento de Oriente, tomó
conciencia de las realidades políticas
y sociales y adquirió la reputación de
escritor comprometido que orientó su
vida y su obra.
A su regreso a Francia, publicó La
tentación de Occidente (1926), un
"ensayo-novela" que confrontaba un
Oriente de sabiduría y un Occidente
en crisis. A esta obra le siguieron tres
novelas, igualmente inspiradas por
sus contactos con Asia, en las que
abordó los grandes problemas éticos
del siglo XX: Los conquistadores
(1928), La vía real (1930) y La
condición humana (1933); esta última
se convertiría en su libro más
célebre.
Con la llegada al poder de Adolf
Hitler, se hizo "compañero de ruta"
del partido comunista. El tiempo del
desprecio (1935), dedicado a las
víctimas del nazismo, abrió un nuevo
ciclo novelesco, ligado a la lucha
contra los fascismos. Participó en la
Guerra Civil española junto a los
republicanos e intervino en combates
aéreos con las brigadas
internacionales. Fruto de esa
experiencia fue la novela épica La
Esperanza (1937), de la que al año
siguiente hizo una adaptación
cinematográfica.
En 1939 abandonó el partido
comunista y poco después fue
movilizado como voluntario en
Francia. Capturado y luego liberado,
rehusó comprometerse contra la
ocupación por desconfianza en la
influencia de los comunistas dentro
del movimiento de la Resistencia y se
consagró a la escritura. Incorporado
finalmente a la Resistencia en la
primavera de 1944, fue detenido por
la Gestapo en julio pero un mes
después fue liberado por la
precipitada retirada de los alemanes
de su país.
Al año siguiente tuvo un encuentro
con Charles de Gaulle, de cuyo
gobierno provisional (1945-1946) fue
ministro de Información y al que
benefició con su talento de orador,
denunciando públicamente la
influencia del comunismo y la
propaganda estalinista en el Epílogo
a Los conquistadores (1948). En 1951
publicó Las voces del silencio, el más
importante de sus escritos sobre arte,
donde defendió la libertad del artista
contra los determinismos, tanto del
marxismo como del psicoanálisis.
Dedicó igualmente tres volúmenes a
Los museos imaginarios de la
escultura mundial (1952 a 1955) y
publicó la primera parte de lo que
sería una gran epopeya de las artes:
La metamorfosis de los dioses (1957).
Después del regreso al poder de De
Gaulle en 1958, se convirtió en
ministro de Cultura, entre 1959 y
1969.
En 1967 apareció Antimemorias, en
1971, Les Chênes quon abat, relato
de su última entrevista con De
Gaulle; en 1974, La cabeza de
obsidiana, luego Lázaro (1974) y Hôtes
de passage (1975). Además de sus
ensayos autobiográficos, publicó una
segunda parte de La metamorfosis de
los dioses, titulada Lo irreal (1974) y
luego una tercera, Lo intemporal
(1976). En 1977 apareció,
póstumamente, su único trabajo
consagrado a la creación literaria,
síntesis de innumerables prólogos y
artículos dispersos: L´Homme
précaire et la Littérature.

23/2/14

EL HOMBRE QUE IMPORTABA GUANTES SIN PAGAR IMPUESTOS...

A comienzos del siglo XX, los guantes
eran parte indispensable de la
indumentaria de toda dama que se
respetara como tal. Y de muchos
caballeros también, por supuesto.
Después llegó la Primera Guerra
Mundial y la industria guantera, así
como muchas otras cosas, saltó hecha
trizas. A finales del siglo, Estados
Unidos tenía una próspera industria
guantera, auspiciada por sobre todo
gracias a una generosa política de
aranceles que impedía la
competencia por parte de esos
mugrosos extranjeros que tratan de
reventar nuestra industria nacional
en vez de asumir las políticas de
liberalismo arancelario tan queridas
por el (entonces todavía inexistente,
claro) Fondo Monetario Internacional.
Pero claro, siempre hay negocio para
los guantes importados así como para
la cerveza importada porque el
logotipo "importado" llama la
atención de todo el mundo. La
cuestión entonces era descubrir el
truquito de cómo meter guantes
importados a Estados Unidos
haciendo malabares para rebajar o
capear el arancel.
Y un vendedor llamado Samuel
Goldfish, que trabajaba como agente
de ventas para una empresa llamada
Elit Glove Company, descubrió el
truco. Uno que para remate era
perfectamente legal, si bien aunque
sea por un tecnicismo burro (eso, y
que nadie le descubriera haciendo la
maniobra, claro). La cosa era que el
pago del arancel debía efectuarse a
la hora de retirar el producto
importado. Por lo tanto, ése era el
paso que debía evadir. Por suerte
para él, eran guantes...
El truco al que recurría Samuel
Goldfish, era encargar guantes de
Francia de la mejor calidad, en
pedidos abundantes para la reventa.
Pero a la hora de embarcarlos, pedía
que los embarcaran en dos pedidos,
que debían ser enviados a
direcciones distintas, y a dos puertos
distintos. Y aquí viene lo realmente
bueno. Un pedido contenía todos los
guantes DE LA MANO IZQUIERDA, y el
otro pedido contenía todos los
guantes DE LA MANO DERECHA.
Cuando los pedidos arribaban a los
puertos... Samuel Goldfish no los
retiraba. En vez de eso, se ponía a
esperar. Más tarde o más temprano,
los pedidos salían a remate por parte
de la aduana, en calidad de
mercadería no retirada. Podemos
imaginar la cara del martillero al
anunciar "un hermoso centenar de
guantes de la mano derecha", y
empezar la puja. ¿Y quién iba a
pujar por guantes de la mano
derecha, si no tenía los guantes de la
mano izquierda para emparejarlos...?
Pues... Samuel Goldfish, que sabía
bien a las claras DÓNDE encontrar
sus respectivas parejas. Y al no haber
puja, se adjudicaba los guantes a
precio irrisorio, los emparejaba
después, y los revendía como guantes
importados y de alta calidad a
precios menores que la competencia.
Y como puede observarse, todos los
pasos del procedimiento son
perfectamente legales: la verdadera
ilegalidad estaba en la intención, en
la totalidad de los pasos combinados
para producir como resultado la
defraudación del fisco. Si el IRS (la
oficina de impuestos de Estados
Unidos) no llegaba a enterarse, algo
fácil considerando que en esa época
no había computadores entrelazando
información financiera sensible, la
triquiñuela pasaba perfectamente
desapercibida.
Quizás a usted el nombre de Samuel
Goldfish no le diga absolutamente
nada. Por una buena razón. Nació
Schmuel Gelbfisz, y era un judío de
Varsovia que emigró en busca del
American Dream. En 1913, el
Presidente de Estados Unidos
Woodrow Wilson introdujo una brusca
rebaja en los aranceles aduaneros, y
el truco de Goldfish perdió sentido.
Abandonó entonces la industria
guantera, y se marchó a Hollywood.
En donde es mejor conocido con el
último de los varios nombres que
adoptó, Samuel Goldwyn, uno de los
fundadores de los Estudios Metro
Goldwyn Meyer.

16/2/14

EL SAMURAI SOLITARIO QUE BOMBARDEÓ AMÉRICA...

Entre las más extravagantes
aventuras de la II Guerra Mundial
está la del aviador japonés Nobuo
Fujita, que, despegando desde un
submarino, trató de incendiar a
bombazos los bosques de Oregón en
el único ataque aéreo que ha sufrido
el territorio continental de EE UU
hasta el 11-S. Los resultados no
fueron lo que se dice espectaculares.
Cuando aquella mañana del 9 de
septiembre de 1942 el sargento
especialista y aviador de la Armada
Imperial japonesa Nobuo Fujita, de
31 años, trepaba a la carlinga de su
aeroplano, con cierta dificultad, pues
ceñía espada de samurái, era muy
consciente de que estaba haciendo
historia. Fujita estaba a punto de
despegar para bombardear por
primera vez desde un avión territorio
continental de Estados Unidos. En
concreto, los bosques de Oregón.
El ataque aéreo de Fujita -en puridad
dos, pues lo repitió días más tarde-
es el único de su clase que se ha
realizado contra EE UU (descartando
el cometido contra Pearl Harbor, en la
isla Oahu, en Hawai) hasta que los
terroristas del 11-S estrellaron
aviones contra las Torres Gemelas y el
Pentágono. La de Fujita, Faetón [hijo
del Sol en la mitología griega] de ojos
rasgados, fue una agresión mucho
menos luctuosa -de hecho, no murió
ni fue herido nadie-, más audaz, e
incluso estamos tentados de
calificarla de romántica. Fue además
un fracaso: el objetivo era provocar
grandes incendios forestales con sus
bombas, pero había llovido y los
bosques estaban húmedos.
Era una operación arriesgada: hacer
despegar un avión desde la cubierta
de un submarino tras haber navegado
desde Japón hasta la costa oeste de
EE UU y sobrevolar en solitario 80
kilómetros de territorio enemigo
hasta los grandes bosques del
parque nacional del monte Emily. Iba
a ser una respuesta al osado
bombardeo de Tokio por los B-25 de
Jimmy Doolittle en abril. El plan,
basado en el uso agresivo de la
aviación embarcada en submarinos
(los japoneses eran los únicos que
disponían de esa innovación: un total
de 41 de sus sumergibles portaban
hidroaviones desmontados y
estibados en un hangar a tal efecto),
lo había ideado el propio Fujita en su
tiempo libre, aunque su proyecto
original era atacar el canal de
Panamá.
El veterano aviador se quedó de una
pieza cuando en julio de 1942 fue
requerido por el cuartel general de la
Armada para una reunión secreta en
torno a su plan en la que estaba
presente nada menos que el príncipe
Takamatsu, el hermano pequeño de
la Sagrada Grulla, el emperador Hiro
Hito (véase el libro de referencia de
la aventura, The Fujita Plan, de Mark
Felton, Pen & Sword, 2006). "Fujita,
vamos a enviarle a bombardear el
continente americano", le dijeron. A
lo que el piloto contestó doblándose
por la cintura con un lacónico y
marcial: "¡Hai!".
Nacido en 1911, Nobuo Fujita,
pequeño y nervudo, se alistó en la
Armada Imperial en 1932 y, prendado
de los aeroplanos y de la mística del
vuelo como muchos otros jóvenes de
la época, consiguió hacerse aviador de
la marina, un destino entonces
exclusivísimo, una pequeña
hermandad de pilotos de élite que
por un tiempo reinaron en los cielos
de Asia.
Fujita fue piloto de pruebas, y parece
que excelente, todo un natural flyer, y
luego lo enviaron no a portaaviones,
sino a submarinos -un destino
extravagante para un aviador en
cualquier otra armada-. Embarcado en
el I-25 durante la II Guerra Mundial,
vivió aventuras sin cuento realizando
atrevidos vuelos de reconocimiento
desde el sumergible con su aparato,
en puro estilo vol de nuit,
orientándose por la luz de los faros
costeros (incluso voló sobre los
puertos de Sidney, Melbourne y
Auckland). Su aeroplano era el
pequeño hidroavión Yokosuka E14Y
(denominado Glenn por los aliados),
que se lanzaba desde una rampa en
cubierta y que los operarios
montaban en una hora. Su velocidad
de crucero era de 135 kilómetros por
hora, tenía una autonomía de cinco
horas y, por toda defensa, una
ametralladora de 7,7 milímetros.
Aquel 9-S en la costa de Estados
Unidos, tras colocarse las antiparras
típicas de los pilotos japoneses en
forma de ojos de gato, despegar con
el buen augurio del sol naciente que
se espejeaba en sus alas y escuchar
los "¡banzai!" de rigor de la
tripulación del I-25, Fujita y su
observador, Shoji Okuda (que moriría
luego durante la guerra), volaron
entre neblina y lanzaron sobre un
denso bosque la primera de las seis
bombas de 76 kilos, que dispersaban
al detonar 520 bolitas incendiarias en
un área de 90 metros cuadrados.
Vieron el brillo de la explosión y
llamas. Vecinos del pueblecito de
Brookings y guardabosques siguieron
con lógica preocupación las
evoluciones del avioncito japonés, y
se dio la alarma, incluso al FBI. Los
fuegos se extinguieron por sí mismos.
Fujita volvió a atacar el día 29, esta
vez de noche, con el mismo
resultado. De regreso al sumergible,
salieron por piernas convencidos de
que habían montado una buena.
La parte bonita de la historia de
Fujita viene después de la guerra (en
la que continuó volando desde
submarinos hasta que en 1944 le
transfirieron al adiestramiento de
kamikazes, un destino sin mucho
futuro). En 1962, el viejo piloto
reconvertido en comerciante de
metales recibió una invitación para
viajar a Brookings. Temiendo que
fuera para juzgarle por crímenes de
guerra, se llevó su espada, por si
había que hacerse el haraquiri. Con
gran sorpresa por su parte, le
recibieron con simpatía. Tanta, que
decidió regalar al pueblo el sable de
su familia -el que llevó en sus
vuelos-, que se exhibe en el
Ayuntamiento de la localidad.
Fujita regresó varias veces al pueblo,
del que fue nombrado ciudadano
honorario, e incluso volvió a volar
sobre los parajes de su ataque y
plantó un árbol -un retoño de
secuoya- en el lugar exacto donde
cayó una de sus bombas. En 1997,
cuando Fujita murió de cáncer de
pulmón, su hija Yoriko enterró parte
de sus cenizas entre los bosques que
el samurái aviador quiso un día
incendiar.
La siniestra Operación PX y los
sumergibles portaaviones
EN UNA GRAN MATANZA COLECTIVA
como fue la II Guerra Mundial, la
peripecia individual de Fujita aparece
como una fantástica aventura de la
vieja escuela. Nos recuerda que más
allá de la imagen de los soldados
japoneses como una horda fanatizada
y salvaje -el estereotipo, a menudo
bien real, esencializado en el tokko, el
ataque especial, suicida, de los
enjambres de kamikazes o las
manadas de kaiten (torpedos
humanos)-, los militares nipones
también protagonizaron lances
novelescos, hazañas admirables. Es el
caso del as aviador Junichi Sasai, el
Richtofen de Rabaul, cinturón negro
de yudo -aunque en el aire no le
debía servir de mucho- que a los
mandos de su Zero derribó tres P-39
estadounidenses en 20 segundos y
logró ¡cinco victorias! en el mismo día
sobre Guadalcanal, y además era
apuesto y sensible. O el de Kanichi
Kashimura, el piloto que regresó con
sólo un ala (hay fotos). A esa
tradición de coraje y nobleza, de
aeroplanos envueltos en un ethos de
bushido, en flores de cerezo y haikus,
pertenece Fujita. Su aventura tiene
un reverso siniestro: abrió la puerta
a la Operación PX. Una flota de
submarinos, incluidos los nuevos
gigantes de la serie I-400, verdaderos
portaaviones sumergidos equipados
cada uno con tres bombarderos Aichi
M6A1 Seiran, debían lanzar un
ataque bacteriológico contra San
Francisco con material suministrado
por la unidad 731 del perverso
coronel Ishii. El fin de la guerra
detuvo esos y otros planes
devastadores.

10/2/14

LA MUERTE DEL GENERAL WOLFE

El general James Wolfe (2 de enero de
1727-13 de septiembre de 1759) fue
un oficial del ejército Británico
considerado como un héroe en
Canadá debido a su victoria contra
los franceses en la batalla de Quebec.
Esta victoria supuso el comienzo del
dominio británico en Canadá.
Wolfe nació en Kent, Inglaterra el 2
de enero de 1727. Dado que su padre
era un importante miembro del
ejército (llegó al cargo de Teniente
General), desde muy joven se le
condujo en la dirección de la carrera
militar. Entró en la Marina a los 13
años bajo las órdenes de su padre.
En 1758 participó en el asedio de
Louisbourg, en Nova Scotia, Nueva
Francia. los preparativos de Wolfe
fueron claves en la victoria británica,
que concluyó con la capitulación
francesa en junio de ese año.
Su actuación más importante durante
la guerra la llevó a cabo en el asedio
de Quebec. Pitt lo había elegido para
dirigir el asalto a la ciudad de
Quebec, concediéndole el rango de
mayor general. El Asedio a la ciudad
canadiense se prolongó durante tres
meses. Tras un intensivo bombardeo
de la ciudad, durante el cual se llegó
a plantear incendiar la ciudad y las
cosechas y obligar a los habitantes a
rendirse por falta de alimentos, Wolfe
llevó a cabo un desembarco al oeste
de Quebec. En ese momento
comandaba 200 navíos y más de
27.000 hombres a lo largo del río San
Lorenzo. Esto sorprendió a los
franceses, liderados por Louis-Joseph
Montcalm. Al estar rodeados y sin
posibilidades de defender por mucho
tiempo la ciudad, los franceses
decidieron platar batalla en campo
abierto. Durante la batalla que se
desarrolló fueron duramente
derrotados los franceses,
posibilitando así la toma de Quebec
por las tropas británicas. Sin
embargo, Wolfe falleció al poco de
acabar la batalla debido a una herida
de bala que había recibido durante el
combate. Montcalm también había
muerto.
Esta victoria llevó al ejército inglés a
tomar Montreal al año siguiente y
expulsar así a los franceses de
Canadá.

Pintura de Benjamin West
(1738-1820) . 1770.-
Springfield, 1738-Londres, 1820)
Pintor estadounidense. Formado en
Roma (1760-1763), en 1763 se
estableció en Gran Bretaña, donde
triunfó como retratista y autor de
cuadros históricos, en los que
introdujo la representación de
personajes con los trajes propios de
la época en composiciones y actitudes
de corte neoclásico (La muerte de
Wolfe, 1770). Pintó también
composiciones alegóricas. Fue
miembro fundador de la Real
Academia de Londres, en cuya
presidencia sucedió a Reynolds.

7/2/14

LAS BARBAS DE ROALD AMUNDSEN

El noruego Roald Amundsen
(1872-1928) fue sin duda uno de los
grandes exploradores de inicios del
siglo pasado. En aquella época,
cuando todavía existían regiones
vírgenes en nuestra planeta, dirigió la
expedición a la Antártida que por
primera vez alcanzó el Polo Sur,
también fue el primero en surcar el
Paso del Noroeste, que unía el
Atlántico con el Pacífico, y formó
parte de la primera expedición aérea
que sobrevoló el Polo Norte. En cierta
ocasión se encontraba Amundsen en
una de esas reuniones de sociedad
en la que era agasajado por sus
conquistas y una señora de la alta
sociedad lo tenía bombardeado a
preguntas de todo tipo sobre sus
viajes, no encontrando la manera, el
indómito aventurero, de sortear este
enjoyado peligro en forma de cotorra
infatigable, que amenazaba con hacer
insufrible la velada.
La conversación llegó a un punto en
el que la señora de marras le rogo al
explorador, que por favor les contara
a los allí presentes el suceso más
extraño que le hubiera sucedido
durante sus viajes. Amundsen se
quedó pensativo durante unos
momentos, tras los cuales exclamo:
- Ya sé, !En una sola noche me creció
la barba quince centímetros!
Todos los que escuchaban se miraron
con mirada perpleja y en el rostro de
la señora se dibujo un expresión de
verdadero asombro y dijo:
- Pero ¿qué dice usted? ¡Eso es
imposible! ¿En una sola noche…?
El explorador, riéndose en voz baja le
respondió:
-Pues será extraño, pero así fue. Es
algo que si resulta posible en el Polo
Norte, un lugar en el que la noche
dura seis meses.

SONNY ROLLINS Saxofonista tenor y compositor de Jazz

Imagínense noche tras noche,
encontrar a un mito del jazz, al
gigantesco Sonny Rollins, tocando su
saxofón en un puente de Nueva York,
el de Williamsburg, que une
Manhattan con Brooklyn. Toca
totalmente en solitario, desgrando
una triste melodia, sin nadie que le
acompañe, recortando su silueta
sobre el skyline de la gran manzana.
Esta imagen se repetiría durante los
tres años que duraria su voluntario
retiro de la escena, noche tras noche.
Todo suena romántico, triste,
melancólico.... ¿Cual sería la historia
de aquel personaje? Nos
preguntariamos todos, esperando
alguna maravillosa y triste
explicación. La realidad era más
comun, más terrenal.... los vecinos de
su pequeño apartamento de dos
habitaciones no le dejaban practicar,
y todas las noches huia a su refugio
colgante... De ahi salio un gran disco
"The bridge"