29/10/13

EL HOMBRE QUE CREÓ UN BOSQUE.

Cuando en 1953, el escritor francés
Jean Giono escribió la historia de “El
hombre que plantaba árboles“,
parecía tan real, que los lectores
pensaron que el personaje central de
Elzéard Bouffier era una persona viva.
Más tarde, el propio autor aclaró que
se había inventado el personaje con
el propósito de hacer sentir a sus
lectores el amor por la naturaleza, los
bosques y el esfuerzo humano por no
destruir la sostenibilidad del planeta.
Una historia épica que bien podría
corresponder en una historia real a
Jadav Payeng , que a pesar de no
haber oído nunca hablar del libro de
Giono, bien podría ser el ‘Bouffier’
del estado indio de Assam. Plantar,
plantar y plantar árboles fue el ardua
labor que él solito y durante casi 30
años dedicó este residente en una
isla en medio del río Brahmaputra.
Esta es la historia de un creador de
un bosque y además verdadera…
El lugar se encuentra en Jorhat, a
unos 350 kilómetros de Guwahati.
Todo comenzó a mediados de 1979,
cuando las inundaciones anegaron los
grandes bancos de arena de la zona.
Un día después de que las aguas se
retiraron, un adolescente Payeng con
16 años, encontró el lugar salpicado
de cientos de reptiles muertos.Ese
fue el punto de inflexión en su vida.
Sin ningún tipo de protección
arbórea, el calor y las inundaciones
fueron el resultado de esta terrible
carnicería. Desolado, el joven Payeng
se sentó y lloró sobre sus formas sin
vida. Días después alertó al
departamento forestal de la
necesidad de tomar medidas. Les
preguntó si podían plantar árboles
allí. Los responsables del
departamento forestal entre risas le
hicieron saber que en esa zona nada
volvería a crecer.
“Fue doloroso, nadie estaba
interesado y nadie había para
ayudarme”.
Dejando los estudios y su casa,
comenzó a vivir en una cabaña en el
banco de arena. A diferencia de
‘Robinson Crusoe’, él aceptó de buen
grado una vida de total aislamiento y
duro trabajo en pro de la naturaleza.
Y comenzó el sembrado…Regó las
plantas por la mañana y por la
noche. Después de unos años, el
banco de arena se transformó en un
pequeño bosque de bambú. Fue
entonces cuando decidió plantar
árboles más grandes y adecuados.
Recogió y plantó además de
transportar con ellos miles de
hormigas rojas de su pueblo.
Hormigas que podían cambiar las
propiedades del suelo.
En poco tiempo había una gran
variedad de flora y fauna que
irrumpieron en el banco de arena.
Payeng comenzaba a ser feliz en su
particular bosque.
Con el transcurso del tiempo, con su
esfuerzo y aplicando los
conocimientos heredados de sus
antepasados, el bosque creció en
expansión en el centro del banco de
arena. 1360 hectáreas que continúan
creciendo bajo la tutela y largo mimo
de su creador.
En la actualidad con 47 años, Jadav
Payeng, conocido como “Muley”, es
considerado un héroe por los
miembros de su comunidad. Los
lugareños llaman al lugar “Molai
Kathoni“, el bosque de Molai, nombre
de una de las mascotas de Payeng. La
zona es el refugio de animales en
peligro de extinción como el
rinoceronte de un cuerno y el tigre
real de Bengala. Elefantes, aves
migratorias, ciervos y ganado han
atraído a los depredadores. La
naturaleza ha creado un ecosistema
complejo en el bosque de Molai bajo
la atenta mirada del “conservacionis
ta capacitado”.
Curiosamente el Departamento
Forestal del Estado indio, no tuvo
conocimiento del denso bosque en el
banco de arena hasta el 2008. Desde
entonces están mostrando un interés
en la conservación.
“Estamos maravillados con la
increíble labor de Payeng. Él ha
estado trabajando durante 30 años
de su vida en favor de la naturaleza.
Crear todo esto desde la nada es
increíble. Si hubiera sido en
cualquier otro país, hubiera sido un
héroe”.
Muley por fin ha construido una
pequeña casa en las cercanías de la
reserva, aunque ávido amante de la
naturaleza está pensando en ir a
otros lugares del estado para iniciar
una empresa similar….bien podría
ser el ‘Bouffier’ del estado indio de
Assam. El hombre que plantaba
árboles.
Fuente: El BauldeJosetewordpress.com

LA MUJER MÁS BESADA DE LA HISTORIA

Millones de personas alrededor del
mundo han aprendido reanimación
cardiopulmonar o RCP en un maniquí
conocido como Resusci Anne. ¿Quién
era esa bella mujer del siglo XIX que
sirvió de modelo?
El taller Lorenzi es un pequeño
refugio de paz y de la antigüedad en
el concurrido suburbio parisiense de
Arcueil. Y es el último de su tipo.
Abajo, los mouleurs o fabricantes de
máscaras, crean figuras, bustos y
estatuas vertiendo yeso en moldes de
la misma manera en que lo han
hecho desde que empezó este
negocio familiar en la década de
1870.
Pero para estar cara a cara con la
historia, hay que subir por unas
escaleras de madera polvorientas y
llegar a un cuarto sobre el taller.
Es una experiencia inquietante.
Colgando en el estrecho ático hay
máscaras de poetas, artistas, políticos
y revolucionarios: Napoleón,
Robespierre, Verlaine, Victor Hugo… la
cara robusta, impaciente en vida de
Beethoven así como el cetrino y
disminuido rostro en la máscara de la
muerte del compositor.
Sin embargo, sorprendentemente, de
todos los grandes personajes
expuestos en el ático de Lorenzi, la
máscara más popular es la de una
joven. Tiene una cara agradable y
atractiva, con la insinuación de una
sonrisa en sus labios. Sus ojos están
cerrados, pero parece como si tal vez
se fueran a abrir en cualquier
momento. Es la máscara de alguien
sin nombre. Se le conoce
sencillamente como la Inconnue, la
desconocida del Sena.
En algún momento de finales del
siglo XIX, el cuerpo de una joven que
se había ahogado fue recuperado del
río Sena. Como era costumbre en
aquellos días, su cuerpo fue expuesto
en la funeraria de París, con la
esperanza de que alguien la pudiera
reconocer e identificar. Al patólogo
de turno le fascinó tanto el rostro de
la chica de la sonrisa enigmática que
le pidió a un fabricante de máscaras
que hiciera un molde de yeso de la
cara.
Poco después, la máscara empezó a
aparecer a la venta y la cara de la
joven se convirtió en una musa para
artistas, novelistas y poetas, todos
ávidos de tejer identidades
imaginarias e historias alrededor de
la misteriosa mujer, la Mona Lisa
ahogada.
A lo largo de los años el poeta y
novelista austríaco Rainer Maria Rilke,
el francés Louis Aragon, el artista
estadounidense Man Ray y el
novelista ruso Vladimir Nabokov
cayeron bajo el hechizo de la
Inconnue sucesivamente y en un
momento no había salón europeo a la
moda que estuviera completo sin una
máscara de la Mona Lisa ahogada en
la pared.
Una de las primeras historias en la
que aparece es la novela de 1899 "El
adorador de la imagen” de Richard le
Gallienne, que retrata la máscara
como una fuerza malévola que
hechiza y finalmente destruye a un
joven poeta.
Otros autores han sido más amables.
Muchos de ellos narran la historia de
una joven inocente del campo que
llega a París, es seducida por un
amante rico y luego abandonada
cuando queda embarazada. Sin nadie
a quien recurrir, se tira a las aguas
del Sena, como una Ofelia moderna.
En la funeraria, su rostro hermoso,
ahora pacífico en la muerte, se
conserva para siempre con un molde
de yeso.
Fue otro ahogamiento -o casi
ahogamiento- el que le aseguró a la
Inconnue un lugar en la historia
médica.
En 1955 Asmund Laerdal salvó la vida
de su hijo, Tore, sacando el cuerpo
sin vida del niño del agua justo a
tiempo y despejando sus vías
respiratorias. En aquel momento, el
noruego Laerdal era un exitoso
fabricante de juguetes, que se
especializaba en la producción de
muñecas y modelos de coches con un
nuevo tipo de plástico suave.
Cuando le pidieron que hiciera una
herramienta para usar en la
enseñanza de una nueva técnica de
resucitación llamada RCP
(reanimación cardiopulmonar) -la
combinación de compresiones y el
beso de la vida que puede salvar la
vida de un paciente cuyo corazón ha
dejado de palpitar-, la experiencia
con su hijo unos años antes lo hizo
muy receptivo.
Desarrolló a un maniquí de torso o
cuerpo entero que simula a un
paciente inconsciente que requiere
RCP.
Laerdal quería que su maniquí
tuviera un aspecto natural. Y le
pareció que una muñeca femenina
sería menos amenazante para los que
se estaban formando en las artes de
la resucitación.
Recordaba una máscara que colgaba
en la pared de la casa de sus
abuelos, así que decidió que la
Inconnue del Sena sería la cara de
Resusci Anne, como se llama el
maniquí.
Así que si usted es una de las 300
millones de personas que han sido
entrenadas en RCP, probablemente
ha tenido sus labios presionados
sobre los de la Inconnue.

¿DÓNDE ESTÁ VELÁZQUEZ?

En 1660 el pintor Diego Velázquez,
caballero de la Orden de Santiago,
fue enterrado junto con su esposa en
la cripta de la iglesia de San Juan
Bautista (Madrid). Pero pasados los
siglos cuando los franceses invadieron
España, el nuevo rey José Bonaparte
decidió modernizar la ciudad y
construir numerosas plazas (de ahí
que uno de sus numerosos apelativos
fuera el de Pepe Plazuelas). Para ello
se tiraron muchos edificios
emblemáticos entre los que se
encontraba la iglesia donde estaba
enterrado nuestro magnifico pintor.
En su lugar se construyó la Plaza de
Ramales.
Los restos de Velázquez debieron
quedar olvidados entre los cascotes
de la iglesia de San Juan Bautista y
nunca más se volvió a saber de ellos,
hasta que tiempo después en 1997, al
construirse un aparcamiento por la
zona los arqueólogos encontraron las
ruinas de la antigua iglesia. Éstos
buscaron los restos del pintor pero
no los hallaron. Los investigadores se
acordaron que años atrás, en la
cercana iglesia de San Placido se
encontraron otros huesos de una
persona de la misma edad en que
murió Velázquez y que curiosamente
también estaba vestido con la ropa
de la Orden de Santiago. ¿Sería él?
Los científicos centraron sus análisis
en la búsqueda de plomo ya que en
la época de Diego Velázquez el óleo
que se utilizaba tenía gran cantidad
de plomo. Además en uno de sus
cuadros, el conocido como Cristo
Crucificado, tenía impresa una huella
dactilar del pintor, y como la piel lo
absorbe rápidamente, tal vez aquellos
huesos contenían gran cantidad de
aquel mineral, para demostrar de
esta manera que era él. Pero las
investigaciones fueron un desastre y
no se pudo sacar nada en claro.
Es por ello que actualmente se
piensa que los restos de Velázquez y
su esposa fueron llevados a San
Placido antes de que se construyera
la Plaza de Ramales. En ésta se ha
construido una columna
conmemorativa marcando el lugar
donde estuvieron por última vez los
huesos de uno de los mayores genios
pictóricos de la historia.

EL ARTISTA DE CIRCO QUE SE CONVIRTIÓ EN REY.

El protagonista de esta curiosa
historia es Otto Witte, un acróbata
alemán que se convirtió en rey de
Albania durante cinco días en 1913.
Los años previos a la 1ª Guerra
Mundial eran bastante movidos en la
zona de los Balcanes. La debilidad
del Imperio Turco, las ambiciones de
Serbia, las presiones de Austria y
Rusia en la zona lo convirtieron en un
territorio muy inestable, tanto que
será aquí donde comience la 1ª Gran
Guerra.
En 1913 Albania se proclamó
independiente del Imperio Turco y
muchos albaneses deseaban entregar
el trono de su país al Príncipe Halim.
Mientras todo esto ocurría Witte
estaba en la zona con el circo para el
que trabajaba. Conociendo las
noticias se dio cuenta que tenía un
gran parecido con Halim así que
decidió sacar partido del tema.
Falsificó un telegrama que hizo llegar
a la máxima autoridad turca en
Albania que decía
El Príncipe Halim Eddine llegará a
Albania y asumirá el mando todas las
tropas allí estacionadas.
Se presentó ataviado para la ocasión
y fue nombrado rey de Albania el 13
de agosto de 1913, con el nombre de
“Otto I de Albania”.
Pronto llegaron telegramas de
Constantinopla que descubrieron el
engaño por lo que sólo pudo ocupar
el trono durante cinco días. Pero no
crean que estuvo de brazos cruzados:
tuvo a su disposición un harén,
dispuso alegremente de la riqueza
del reino y hasta defendió la idea de
atacar y conquistar Montenegro.
Tuvo que huir apresuradamente y
volvió a Alemania. Parte de su
historia nunca pudo ser contrastada,
aunque eso no evitó que durante
toda su vida fuera llamado “Otto I, ex
rey de Albania”. Incluso en su lápida
en el cementerio Ohlsdorf en
Hamburgo aparece la leyenda ” Ehem.
K ö nig V. Albanien”, abreviatura para
K Ehemaliger ö nig von Albanien o lo
que es lo mismo antiguo Rey de
Albania.

ESCAFANDRA ESTRATONAÚTICA: EL PRIMER TRAJE ESPACIAL....

No es muy conocido que uno de los
antecedentes del traje espacial fue
obra del español Emilio Herrera
Linares, un destacado aviador y
científico.
Graduado como teniente en 1903,
solicitó su traslado a la Escuela
Práctica de Aerostación debido a su
gran interés por los aviones. A partir
de ahí se centró en el estudio de
temas aeronáuticos colaborando con
personajes tan relevantes como
Leonardo Torres Quevedo o Juan de la
Cierva.
Participó en numerosos proyectos
pero quizás el más llamativo sea la
escafandra estratonáutica, un traje
presurizado diseñado en 1935 para
ser usado durante un vuelo
estratosférico utilizando un globo
aerostático.
Tras ser nombrado miembro de la
Academia de Ciencias y bajo los
auspicios de esta institución y de la
Sociedad Geográfica, presenté un
proyecto de ascensión estratosférica
en un globo de 37.000 metros
cúbicos, con barquilla abierta, en el
que debía ascender a 26 kilómetros
de altitud protegido por una
escafandra del espacio, cuya
descripción fue publicada en la
revista Ciencia Aeronáutica, de
Caracas.
Este traje tenía en su interior una
funda hermética recubierta de un
armazón metálico articulado con
pliegues para hombros, cadera, codos,
rodillas y dedos. Contaba con
micrófono (especial sin carbono para
evitar la ignición), sistema de
respiración antivapor, termómetro,
barómetro y varias herramientas que
le permitían medir y recoger
muestras. Se habría tratado del
primer traje totalmente presurizado
funcional de la Historia.
El proyecto fue abandonado con el
comienzo de la Guerra Civil española
en 1936, guerra que terminaría
llevando a Emilio Herrera al exilio.
Varias décadas después la NASA
utilizaría sus estudios para elaborar
los trajes espaciales que llevarían el
hombre a la Luna. De hecho como
reconocimiento Neil Armstrong
entregó una de las rocas lunares a
uno de sus colaboradores, Manuel
Casajust.
Fuente: http://quhist.com/

24/10/13

Fortaleza de Seúl

El rey Taejo de la Dinastía Joseon
(rey de 1392 a 1398) fundó esta
dinastía en 1392, luego de derrocar
al último de los reyes de la Dinastía
Goryeo. Llevando por nombre Yi
Seong-gye (1335 a 1408), un mes
después de su acceso al trono el
monarca emprendió la reubicación
de la capital del país, trasladando
esta de Kaesong a Seúl. Parte de su
plan era la construcción de una
fortaleza que rodease los límites de
la ciudad. El rey Taejo dio la orden
para el inicio de la construcción el
29 de febrero de 1394, afirmando
que “Una fortaleza es como una
valla, sirve para proteger al país y al
pueblo de los invasores. Debemos
fortificarnos”. En cuanto concluyó la
construcción de los nuevos palacios,
en agosto de 1395 se pasó a hacer
realidad el proyecto elaborado para
la construcción de la fortaleza de
Seúl.
La antigua ciudad de Seúl, rodeada
enteramente por una muralla
fortaleza, inició su historia como
pueblo bajo castillo. [Foto: Jeon Han]
El 9 de enero de 1396 se reclutaron
y enviaron 118.070 personas para
iniciar la construcción de la muralla
fortaleza. Gobernante devoto y
sensato, la primera acción
emprendida por el rey Taejo fue
repartir las tareas de dicha
construcción de conformidad con un
importante texto religioso vigente,
un clásico literario confuciano de
poesía y proverbios. La asignación
de las labores se hizo de acuerdo
con los dictados del Cheonjamun, o
Clásico de mil caracteres.
Esta obra literaria está formada por
250 poemas, cada uno de los cuales
consta de cuatro caracteres. En
ocasiones se le utilizaba para
representar a los números del uno al
mil.
Por ejemplo, si alguien quería contar
hasta el cien, empezaba en Cheon, el
primer carácter del primer poema, y
proseguía hasta llegar a Joe, el
último carácter del poema vigésimo
quinto. De esta manera, un monarca
culto e instruido, conocedor de los
clásicos, podía contar del uno al
cien. Para ello, utilizaba cada uno de
los caracteres de los veinticinco
primeros poemas.
El texto del primer poema es
“Cheon-Ji-Hyun-Hwang”, cuya
traducción aproximada es: “El cielo
es negro y la tierra amarilla”. El
texto del poema vigésimo quinto es
“Jo-Min-Beol-Joe”, es decir, “Ayuda
para el pobre y castigo para el
malvado”.
Sin embargo, para el proyecto de
construcción de la nueva muralla de
la fortaleza los técnicos del Rey
Taejo calcularon que para rodear a
Seúl bastaría con 97 secciones. Por
ello, el monarca contó a partir de
Cheon, primera sílaba del primer
poema, hasta Jo, primer carácter del
poema vigésimo quinto, y ya no
fueron necesarios los últimos tres
caracteres del último poema. De
esta manera, obtuvo las noventa y
siete asignaciones que necesitaba.
El rey Taejo distribuyó las obras para
la construcción de la nueva muralla
fortaleza en 97 secciones, de acuerdo
con este sistema de numeración. Los
trabajos de la sección de la muralla
que iba desde Cheon a Il (secciones
de la uno a la diez) se
encomendaron a las provincias
Pyongan-do y Hwanghe-do. Las obras
de las secciones de la diez a la
diecisiete, o de Woi a Han,
correspondió a los habitantes de
Gangwon-do. Las secciones 18 a 58,
de Nae a Jin, correspondieron a
Gyeongsang-do. El rey asignó las
secciones de Lee a Yong (secciones
de la 59 a la 73) a los habitantes de
Jeolla-do; y, finalmente, la
construcción de Sa a Jo fue para los
trabajadores de Hamgyong-do.
Dieciocho kilómetros de fortaleza
rodeaban el corazón de la antigua
ciudad, en una construcción que
unía la cadena de crestas de las
cuatro montañas interiores:
Bugaksan, Naksan, Namsan e
Inwangsan. De conformidad con el
plan del rey Taejo de concluir la
construcción durante la temporada
baja de labores agrícolas, se
contrataron 118.000 trabajadores
para trabajar 49 días en enero y
febrero del año del año 1396; y en
agosto y septiembre se contrataron
79.400 trabajadores. El proyecto
final tenía cuatro puertas principales
y cuatro secundarias, incluida la
gran puerta del este de la ciudad,
Dongdaemun.
Desde el inicio de su construcción,
los habitantes de Seúl han visto a
las envolventes murallas defensivas
ser reconstruidas en dos ocasiones,
La primera, apenas 27 años después
de ser concluida su construcción, fue
realizada por el rey Sejong el Grande
(rey de 1418 a 1450) , nieto del rey
Taejo. Este monarca se dio a la tarea
de convertir los muros hechos de
tierra en muros de piedra. Añadió
pasillos almenados, muros
defensivos interiores y muros
defensivos externos de forma
semicircular. Con una fuerza laboral
reclutada por todo el país integrada
por 320.000 trabajadores y 2.200
técnicos, la construcción de la
fortificación renovada concluyó en el
invierno de 1422.
La segunda restauración de gran
envergadura fue la que llevó a cabo
en 1704 el rey Sujkiong (rey de 1674
a 1720). La muralla de la capital
resultó dañada tras la Guerra Imjin,
invasión japonesa a Corea de 1592 a
1598, y la Guerra Manchú Byungja,
segunda invasión manchú a Corea
ocurrida entre 1636 y 1637. Los
trabajos de restauración de la
fortificación se iniciaron en marzo de
1704 y tardaron cinco años en
completarse.
La Fortaleza de Seúl se reforzó en
1743 bajo el mando del rey Yeongjo
(rey de 1724 a 1776). La majestuosa
Puerta de Dondgdaemun se
reconstruyó en 1869 bajo el mando
del rey Gojong (rey de 1863 a 1907).
Desde su conclusión en el año 1396,
y bajo la guía del rey Taejo, la
Fortaleza de Seúl se ha conservado,
reforzado y utilizado durante los
últimos 600 años, reflejando a la
perfección su antigua importancia
militar y su actual relevancia
cultural.
La sección intermedia de este
tendido de murallas se realizó
utilizando piedras de cantera de
forma cuadrada, sin interrupciones
ni salientes. Se sabe que esta parte
fue reparada en el año 1704, por
orden del rey Sukjong. Las distintas
técnicas de cantera y estilos de
mampostería utilizados son
indicadores que permiten determinar
la época en la que se reconstruyó
cada parte de la muralla. [Fotos de
Jeon Han, Jeon Han y Wi Tack-whan]
Los nombres de los constructores:
un sistema para definir
responsabilidades
Mucho antes de que se construyera
la Fortaleza de Seúl, allá por el siglo
VI A. de C. en Gyeongju, la antigua
ciudad capital del Reino de Silla, se
construyó una fortaleza en la cima
de la montaña Namsan de Gyeongju.
A esta construcción se le conocía por
el nombre de Namsaninseong.
Construida dentro de los muros de
un castillo, se erigió un monumento
con una leyenda que dice: “El
pueblo de Silla considerará como un
delito el que esta fortaleza se llegue
a colapsar en un plazo de tres
años”. Se trataba del primer intento
para que albañiles y técnicos
asumieran la responsabilidad de
cada pieza de mortero colocada, y de
alguna manera garantizar la calidad
de su trabajo. Esta tradición de
responsabilidad se prolongó hasta
los días de Joseon, unos 800 años
más tarde.
Durante la segunda construcción de
importancia, la iniciada en 1704, en
cada piedra de la fortaleza estaban
grabados los nombres de los
trabajadores y supervisores, así
como del responsable de cada
sección. Esto permitía determinar
fácilmente quién debería asumir la
responsabilidad de los defectos en
el trabajo de albañilería. Asimismo,
era una manera de hacer que los
supervisores se mantuvieran
vigilantes de la correcta construcción
de las secciones de la muralla que
les correspondían.
Por ejemplo, en los anales históricos
de que disponemos aparece el Diario
Seungjeongwon, una crónica diaria
elaborada por el secretariado real,
en el cual se registraron los avances
en la construcción de la muralla. El
30 de septiembre de 1794, el
secretario comentó que un grupo de
trabajadores y supervisores,
responsables de que una parte del
muro de piedra se hubiese venido
abajo y se hiciera añicos, sería
sometido a juicio bajo la ley marcial
por la pésima calidad de su mano de
obra. Este estricto sistema de
responsabilidad mediante el registro
del nombre de los constructores
permitió que las murallas defensivas
funcionaran satisfactoriamente
durante más de ochocientos años.
Piedras que llevan grabado el
nombre de trabajadores y
supervisores que trabajaron en la
construcción de la muralla, así como
el de su provincia de origen, se
encuentran por todas partes en lo
que resta actualmente de la
Fortaleza de Seúl. [Foto: Wi Tack-
whan]
De paseo por la Fortaleza
El piso de los senderos de la
Fortaleza de Seúl no es accidentado,
por lo que es fácil y cómodo
recorrerlos. Además, se llega a ellos
sin ningún problema desde el centro
de la ciudad, y a través de ellos se
puede llegar a las cuatro montañas
circundantes: Bugaksan, Inwangsan,
Namsan y Naksan.

Fuente: korea.net

Fotos:
La antigua ciudad de Seúl, rodeada
enteramente por una muralla
fortaleza, inició su historia como
pueblo bajo castillo. [Foto: Jeon Han]
Mapa realizado en la época de la
Dinastía Joseon, que muestra la
forma original de la Fortaleza de
Seúl.

23/10/13

"OLA CONGELADA" (ANTÁRTIDA, 1911)

Imagen tomada durante la expedición
de Scott y Amundsen
Uno de los pasajes más apasionantes
de la historia de los viajes de
exploración es el que protagonizaron
a principios del siglo XX el noruego
Roald Amundsen y el británico Robert
Falcon Scott. El primero logró llegar al
Polo Sur antes que nadie, conquista
que se produjo el 14 de diciembre de
1911, mientras que el británico
alcanzó la misma meta, junto a varios
compañeros de su expedición, el 17
de enero de 1912, un mes y pocos
días más tarde que su rival noruego.
Amundsen, además, regresó sano y
salvo, pero Scott murió durante el
trayecto de vuelta, a sólo 17
kilómetros de distancia de uno de los
depósitos de alimentos que había
establecido su expedición. Junto a él
perecieron Lawrence Oates, Edward
Wilson, Henry Bowers y Edgar Evans.
Estos tres últimos fueron hallados en
la tienda con Scott, pero Oates
desapareció para buscar la muerte
entre la nieve y el hielo con el fin de
no entorpecer las posibilidades de
supervivencia de sus compañeros.
Tanto el triunfo de Amundsen como
la tragedía de la expedición británica
generaron un debate que todavía se
mantiene actualmente, cuando nos
acercamos al centenario de la
conquista del Polo Sur.
Especialmente en Gran Bretaña y el
resto de Europa, la conmoción por la
muerte de los exploradores ingleses
duró décadas, y aunque al principio
imperó el respeto y admiración por la
figura de Scott, posteriormente
aumentaron las críticas por los
errores estratégicos que parecieron
conducir al “fracaso” de la
expedición. Como tal “fracaso” se
interpretó el hecho de que la
bandera británica no fuese la primera
en ondear en el Polo Sur, honor que
correspondió a Noruega. Pero aunque
el debate siga abierto casi un siglo
después, los documentos y libros que
tratan este tema no sólo son una
excelente lectura, sino también un
recurso que aclara muchas cosas.
Sin duda, Amundsen ganó la carrera
al Polo Sur, pero como él mismo
reconoció después, ése fue
meramente su objetivo. La expedición
de Scott también buscaba esa meta,
pero no era la única. Además existía
el propósito de explorar
científicamente la Antártida, algo que
se logró con creces durante las largas
temporadas que pasaron en las
tierras australes los diferentes grupos
de la expedición, con resultados que
justifican por sí solos el mérito de
aquellos hombres. Asimismo, los
diarios de Scott y toda la información
que se ha reunido en este siglo
atestiguan una visión y un
comportamiento humanista por parte
de todos los expedicionarios que
eclipsa el triunfo de Amundsen,
quien por otra parte no jugó limpio
al ocultar en los años precedentes su
objetivo de alcanzar el polo sur. En el
libro titulado La última gran
aventura, Max Jones se hace eco de
las revelaciones que permitieron
saber que Scott fue a visitar a
Amundsen antes de iniciar su viaje a
la Antártida y el noruego optó por
ausentarse de su casa para no tener
que contarle que él también
planeaba lo mismo.
Respecto a los logros científicos de la
expedición de Scott, el libro El peor
viaje del mundo, de Apsley Cherry-
Garrard es ilustrativo. En él Cherry-
Garrard cuenta con extraordinario
detalle las peripecias de la
expedición dirigida por Scott, y
especialmente la odisea que él mismo
vivió junto a Bowers y Wilson —que
posteriormente fallecerían junto a
Scott tras llegar al Polo Sur—, con
quienes emprendió la aventura de un
trayecto invernal, en plena noche
polar, hasta el cabo Crozier para
estudiar, por primera vez en la
historia, el pingüino emperador. El
sufrimiento y la abnegación de
Cherry-Garrard, Wilson y Bowers para
proteger un huevo de pingúino
durante el viaje de vuelta hasta el
campamento de Scott es uno de los
mejores ejemplos del carácter de
aquella expedición, que pese a
perder la carrera al Polo Sur supuso
un triunfo en otros muchos aspectos,
como el científico y el del
establecimiento de bases que
después sirvieron para expediciones
posteriores.

La Capilla Palatina

La Capilla Palatina de Aquisgrán es
uno de los mayores monumentos
conservados del arte carolingio.
Mandada construir por Carlomagno
entre el 790 y el 805, la iglesia
formaba parte de un conjunto
palatino mucho mayor del que no se
ha conservado nada.
Carlomagno habría mandado
construir su conjunto real sobre los
restos de unas antiguas termas
romanas de hecho una de las
aspiraciones del emperador era
imitar las grandes construcciones
imperiales de Roma. El conjunto
palatino debía conformarse por la
capilla (flanqueada por dos basílicas),
las termas y el aula palatina además
de otros edificios como los aposentos,
estancias para la servidumbre y los
funcionarios reales etc.
Tan sólo la capilla ha llegado hasta
nuestros días. Ésta, dedicada a la
Virgen María, debía albergar los
restos de la capa de San Martín por
lo que se configuraría como capilla
relicario además de oratorio personal
del emperador. En ella aparecían
grabados los nombres de los
arquitectos que intervinieron en su
construcción pero poco más, a parte
de su nombre sabemos de ellos:
Eudes de Metz y Odón de Metz.

Norman Ernest Borlaug

Norman Ernest Borlaug (Cresco, Iowa,
Estados Unidos, 25 de marzo de 1914
- 12 de septiembre de 2009) fue un
ingeniero agrónomo, genetista,
fitopatólogo, humanista, y es
considerado por muchos el padre de
la agricultura moderna y de la
revolución verde.
Sus esfuerzos en los años 1960 para
introducir las semillas híbridas a la
producción agrícola en Pakistán e
India provocaron un incremento
notable de la productividad agrícola,
y algunos lo consideran responsable
de haber salvado más de 100
millones de vidas humanas.
Premio Nobel de la Paz en 1970,
también se le concedió el Padma
Vibhushan, el segundo mayor honor
civil de la India.

LAS SPRINTIAE

Eran monedas especiales que se
usaban en los prostibulos y burdeles
del Imperio Romano para solicitar
servicios sexuales. Se pedían a la
entrada del recinto, ya que de esta
manera se evitaba pagar con
monedas de curso legal en las que
apareciera el rostro del emperador de
turno y así evitar mancillar su honor
en tal transacción. En una de las
caras de la moneda aparecía el
servicio que deseaba el cliente
mientras que por la otra venía la
cantidad que debía pagar por el acto
solicitado. Esta manera de pago era
muy práctica pues con ella se
solayaba el problema idiomático que
pudiera existir entre el cliente y la
prostituta, que en su mayoría eran
esclavas. También existe una teoría
que viene a decirnos que las
sprintiae eran solamente un juego
sexual, al igual que los dados eróticos
actuales, de la época de Tiberio.

LA HISTORIA DEL SUDOKU

Un sudoku es un juego
que esta compuesto de una
cuadricula con 81 celdas en donde se
han de colocar los números del 1 al 9
sin que se repita ninguno. Este orden
en cuadriculas tiene su origen en los
misteriosos cuadrados mágicos que
según las antiguas civilizaciones
china, india, griega o egipcia tenía
propiedades astrológicas y esotéricas.
Estos cuadrados mágicos no hicieron
su aparición en Occidente hasta la
Edad Media primero como amuletos
para evitar pestes y enfermedades
mortales, para después ser objeto de
estudio científico en el Renacimiento,
quedando incluso plasmado en obras
de arte como el famoso grabado de
Durero Melancolía I. Siglos después
en 1783 el matemático Leonhard
Euler estudio de nuevo el concepto
de “cuadrados mágicos”.
Ya en el siglo XX, y más en concreto
en los años 70, estos cuadrados
fueron un fenómeno popular en los
Estados Unidos. En 1980 la revista
japonesa Montly Nikolist comenzó a
publicarlos con el nombre de Suji wa
dokushin ni kagiru (los números
deben estar solos). Este nombre era
demasiado largo por lo que
decidieron recortarlo a sue-doe-koo
(su numero, y doku solo) Esta es la
famosa acepción que quedó. Pero
¿cómo consiguió la forma japonesa
llegar a todo el mundo? En 1977 a un
neozelandés llamado Wayne Gould
que estaba de visita en el país nipón
le llamó la atención este juego por lo
que decidió al volver a su hogar crear
un programa informático para fabricar
en serie cientos de sudokus. Gould se
lo enseñó al responsable del
periódico The Times y fue tal la
aceptación que pronto los demás
periódicos británicos decidieron
poner uno en sus páginas. De
Inglaterra pasó a Italia y de ahí a
España. No hubo rincón del planeta
a donde no llegara este juego, siendo
incluso recomendado por los médicos
para evitar el Alzheimer y potenciar
las habilidades mentales de nuestro
cerebro.
Imagen: "Melancolia" de Durero..

Atlas del Mundo

La Geographia (Γεωγραφικὴ
ὑφήγησις), también conocida como
Atlas del Mundo, es una obra de
Claudio Ptolomeo, geógrafo griego del
siglo II. Consta de tres partes,
divididas en ocho libros.
La primera parte, el primer libro, es
introductoria, donde establece su
metodología para realizar trabajos
cartográficos y proyecciones. En la
segunda parte, del segundo a
séptimo libro, cataloga
aproximadamente 5000 lugares del
ecúmene o mundo conocido.
Mientras que las latitudes son
bastante exactas, Ptolomeo comete
errores en la longitud ya que utiliza
unas dimensiones del globo terrestre
inferiores a las reales, basándose en
las estimaciones de Posidonio y
Marino de Tiro en vez de las de su
maestro Eratóstenes, por cierto
mucho más cercanas a la realidad. En
la última parte, que se corresponde
con el último libro, aporta 27 mapas
del mundo conocido.

MOIRA SHEARER Y LAS ZAPATILLAS ROJAS

Su verdadero nombre era Moira King
y había nacido en Dunfermline,
Escocia, en 1926. Comenzó sus
estudios de ballet a los seis años en
Rodesia y ya muy pronto tuvo sus
primeras enseñanzas de la maestra
inglesa Flora Fairbairm, la que acercó
a la vivaz muchachita hasta la
academia de los legendarios
hermanos Legat, emigrantes rusos de
San Petersburgo y responsables en
gran parte de la presencia de la gran
escuela rusa en la escuela inglesa de
ballet.
Especialmente Nicolas Legat y
Nadiezda Nikolaieva Legat se
ocuparon de Moira, vieron en ella el
talento y la mandaron a trabajar con
la gran Preobayjenska dentro de la
escuela del Sadler's Wells Ballet: esta
etapa fue decisiva en su estilo y en
su baile futuro. Desde allí, y muy
precozmente, entra en el
Internacional Ballet en 1941 como
cuerpo de baile y hace sus pequeños
primeros papeles, hasta que en 1944
hace su primer Lago de los cisnes y
desde entonces adquirió una fama
basada en su gracilidad, elegancia y
belleza.
Si alguna bailarina representa esa
elegancia de la escuela inglesa, ésa
fue la Shearer, lo que le facilitó su
salto al cine. En 1948 hizo junto a
Leonidas Massine Las zapatillas rojas,
película de Michael Powell y Emeric
Pressburger, probablemente el más
emblemático y clásico de los filmes
musicales de ballet y que en su
momento representó un hito en el
uso del color y las grandes cámaras,
además de acercar al gran público de
las salas de cine al arte del ballet.
Shearer en un principio rechazó el
papel, preocupada porque el
ambiente del cine la alejara de los
rigores de su carrera, y fue la
coreógrafa Ninette de Valois quien la
convenció. El éxito del filme hizo que
la compañía de Valois y Shearer
emprendiera grandes giras
continentales por Norteamérica y
Europa.
Antes, el coreógrafo Frederik Ashton
la convirtió en su musa, y creó para
ella el papel de la novia en The Quest
(1943); también encarnó el Amor en
Miracle in the gobals o la Mariposa
en The spider's banquet.
Cyril Beaumont y Arnold L. Haskell,
los grandes críticos ingleses de su
tiempo junto al fotógrafo Baron (que
le dedicó un álbum entero, mientras
el pintor y grabador Kay Ambrose la
dibujó en cientos de poses
exquisitas) y otras celebridades
diletantes de la tan característica
balletomanía londinense de entonces,
apadrinaron a la pelirroja de los ojos
de aguamarina (así la llamaban: una
porcelana que danza) cuando estrenó
Promenade; Ashton siguió creando
para ella, como lo hizo en Cinderella
y sobre todo el muy difícil y hoy
clásico de la escuela inglesa
Symphonic variations.
Al casarse con el mediático periodista
televisivo Ludovic Kennedy en 1950,
su vida cambió: se alejó un tanto del
ballet y tuvo cuatro hijos, lo que no
la excluyó de un exquisito parnaso en
el que estaban Fonteyn, Beryl Grey,
Pearl Argyle, Sally Gilmour o Pamela
May, entre otras.
Ya en 1946 era una de las reinas del
escenario de Covent Garden,
calificada como "el sueño de la
bailarina clásica por excelencia". Su
regreso al estrellato fue en 1954, en
una gran producción del Old Vic
Theatre de Sueño de una noche de
verano: su Titania hizo olvidar sus
ausencias. Y volvió al cine con Los
cuentos de Hoffmann y aún en 1987
apareció en escena una vez más
dentro de una producción de la BBC
en un papel teatral.
Otros papeles señeros de su carrera
fueron Los patinadores (Ashton
Meyerbeer), La bella durmiente, Las
sílfides o El espectro de la rosa; su
Coppelia fue reseñada como de las
mejores y más conseguidas en la
categoría exacta de la ballerina
soubrette.
Moira Shearer era una gran recitadora
de los clásicos, y lo hizo en muchas
giras donde declamaba y daba
conferencias; también lo hizo en la
radio, y tuvo una columna fija en The
Daily Telegraph. Su memoria, sin
embargo, estará asociada siempre a
la obra Las zapatillas rojas, al
sortilegio que haría danzar hasta
morir y a su delicada, gentil belleza

La joroba de los búfalos. Cuento de la tribu Chippewa (Canadá)

Hace mucho tiempo, cuando el
mundo era muy joven, el búfalo no
tenía joroba.
Al búfalo le gustaba correr por las
praderas por placer. Los zorros
corrían delante de él y avisaban a los
animales pequeños que su jefe, el
búfalo, venía.
Un día cuando el búfalo corría por las
praderas, se dirigió hacia donde
viven los pequeños pájaros que
anidan en el suelo. Los pájaros
avisaron al búfalo y a los zorros que
iban en la dirección donde tenían sus
nidos. Pero nadie, ni los zorros ni el
búfalo, les prestó atención. El búfalo,
corrió y pisoteó bajo sus pesadas
patas los nidos de los pájaros.
Incluso, cuando escuchó a los pájaros
llorando, siguió corriendo sin parar.
Nadie sabía que Nanabozho estaba
cerca. Pero Nanabozho se enteró de
la desgracia sucedida con los nidos
de los pájaros y sintió pena por ellos.
Corrió, se plantó delante del búfalo y
los zorros y los hizo parar. Con su
bastón golpeó fuertemente al búfalo
en los hombros. El búfalo, temiendo
recibir otro golpe, escondió la cabeza
entre sus hombros. Pero Nanabozho
solamente dijo:
-Tú, a partir hoy, siempre llevarás una
joroba sobre tus hombros. Y llevarás
la cabeza gacha por vergüenza. Y así
obtuvo el búfalo su joroba: por su
crueldad con los pájaros.
Los zorros, corrieron para escapar de
Nanabozho, escarbaron agujeros en el
suelo y se escondieron dentro. Pero
Nanabozho los encontró y les castigó:
-Por ser crueles con los pájaros,
siempre viviréis en el frío suelo.
Desde entonces, los zorros tienen sus
madrigueras en agujeros en el suelo,
y los búfalos tienen joroba.
Imagen: El rastro de búfalo (1867),
Albert Bierstadt (1830-1902)

Litte Wars

H.G. Wells, el escritor británico
nacido en 1866, y fallecido en 1946,
tiene el privilegio de ser el padre de
los juegos de guerra, o para que
comprendan mejor, de los juegos de
mesa en los que sobre maquetas y
con soldados (o monstruos o lo que
cada cual quiera) en miniatura, se
desarrolla un combate a partir de
una situación y unas reglas. Wells es
más famoso por sus novelas de
ciencia ficción y en muchos de sus
escritos imagina un futuro que en
cierta medida se ha complicado de un
modo u otro.
En 1913, es decir, antes de la Primera
Guerra Mundial, nuestro hombre
publicó un libro que se tituló Little
Wars (pequeñas guerras) y que
supone el primer reglamento de uno
de estos juegos de guerra, aunque en
cosas como esta siempre es
complicado decir quién fue el primero
realmente. Pero sí al menos fue un
pionero. El título completo de la obra
es “Pequeñas guerras: un juego para
chicos de doce a ciento cincuenta
años de edad y para aquella clase de
chicas inteligentes a las que les
gustan los juegos y los libros de
chicos”.
Después de una cena con otro
escritor, Jerome K. Jerome, este
comenzó a disparar con un pequeño
cañón de juguete a algunas figuras
de soldados y a partir de ahí crearon
el juego, añadiendo unas cuentas
reglas para crear así el juego
propiamente dicho. Infantería,
caballería, artillería… todo estaba
contemplado en el manual de juego.
Y así es como H.G. Wells se convirtió
en padre de los juegos bélicos en
miniatura. Si tiene curiosidad por
este juego, el proyecto Gutenberg
recoge el texto íntegro de su
reglamente, es decir, Little Wars, que
además está ilustrado.

Pliego de cordel

Se denomina pliego de cordel a varias
cosas diferentes pero relacionadas
entre sí:
Un artículo impreso, el pliego suelto,
que vendían los ciegos cantores
desde los primeros tiempos de la
imprenta en el siglo XV, en el Siglo de
Oro y en el siglo XVIII y XIX. Véase
romances de ciego.
Un género literario, denominado más
apropiadamente Literatura de cordel.
Las hojas impresas se mostraban
sujetas por pinzas en cordeles para
que el comprador pudiera elegir.
Tienda de "romanços" junto al
convento de San Agustín (Barrio de la
Ribera, Barcelona) según el grabado
en un sainete publicado en 1850.
Se le llamaba pliego de cordel porque
las hojas de papel estaban atadas a
un cordel o caña, formando un
cuadernillo de pocas hojas destinado
a propagar textos presuntamente
"literarios" para el gran público, de
temática histórica, lírica, religiosa o
de otra cualquier índole, pero de
interés mayoritario para la gran masa
del público lector. Su extensión
variaba en función del tema
propuesto; Antonio Rodríguez
Moñino, quizá el mayor experto en la
materia, consideraba que su
extensión iba de una a las treinta y
dos planas (cuadernillos de ocho,
dieciséis o treinta y dos páginas), a
fin de que no fuese confundido con
el llamado folleto. María Cruz García
de Enterría, por el contrario, estimaba
que debía contar entre una y
dieciséis hojas. En todo caso su
precio era barato por su corta
extensión, comparada con, por
ejemplo, los gigantescos libros de
caballerías, y por eso llegaba a un
abanico de público lector mucho más
amplio y variado que el resto de la
producción impresa, de carácter más
voluminoso. Se solía divulgar en las
ferias y algunos los coleccionaban,
para luego encuadernar sus
colecciones formando los llamados
Cancioneros.
Como género literario su calidad
estética es muchas veces discutible,
porque presentaba las características
formales y temáticas propias de la
literatura popular de consumo masivo
y fungible, presentando amplias
ilustraciones grabadas y abundante
sensacionalismo. Su valor sociológico
es, sin embargo, evidente, y tuvo
importancia como uno de los medios
más frecuentes de difusión de la
lírica "cancioneril" y del Romancero
del Pre-renacimiento, así como de la
lírica germanesca y las narraciones de
aventuras.

13/10/13

Erin Kelso

Erin Kelso o Bluefooted como es
conocida en el ambiente artístico
es una ilustradora profesional con
sede en el Estado de Florida,
EE.UU.. Inspirada en la mitología y
la literatura, Erin ha sido la
responsable de crear los
personajes de Harry Potter y El
Señor de los Anillos. Ella es una
artista única, no sólo porque tiene
un doctorado en biología evolutiva
y una maestría en zoología, y es
profesora en una Univesidad, sino
por todo por el fantástico ambiente
de ensueño de sus ilustraciones.
Sus cuentos de hadas fueron
presentados recientemente en el
blog de ciencia io9 y, al igual que
ellos, los seguidores han quedado
impactados por estas imágenes
brillantes de hadas, dragones y
otras criaturas fantásticas.
Se tratan de los elementos de
diseño fuerte y el uso ingenioso de
la textura que hacen su trabajo
especialmente atractivo. También
realza el enfoque de la pluma,
tinta y acuarela que lleva algo de
sabor a sus ilustraciones, junto a
una buena combinación de trabajo
de la línea inspirado en ciertas
áreas de Klimt (como texturas y
patrones).
Erin realiza la mayor parte de su
trabajo con lápiz o tinta según las
necesidaes, y luego añade color
digital mediante Photoshop. Sus
ilustraciones se puede decir que
provienen de una gran inspiración
porque es en gran parte
autodidacta y porque sus pinturas
expresan una reminiscencia del
estilo de artistas como Charles
Mikolaycaky, Arthur Rackham, Dulac
Edmund, Gustaf Tenggren y Klimt
Gustave, y artistas contemporáneos
como James Jean, Jon Foster,
Amano Yoshitaka, Michael Kaluta
además. Si estás interesado en
conocer con mas detalles la obra
de esta artista, visita su
galería

FÁBULA

Nunca serás ya el mismo que una vez
convivió con los dioses.
Tiempo
de benévolas puertas entornadas,
de hospitalarios cuerpos, de
excitantes
travesías fluviales y de fabulaciones.
Tiempo magnánimo
compartido también con semidioses
errabundos y hombres de mar que
alardeaban
del decoro taimado de los héroes.
Qué ha quedado, oh Ulises, de esta
vida.
La historia es indulgente, merecidas
las dádivas.
Los dioses son ya pocos y penúltimos.
Justos y pecadores intercambian sus
sueños.
JOSÉ MANUEL CABALLERO BONALD
Ilustración: Alexander Daniloff

ACIS Y GALATEA

Hija de Nereo y Doris, Galatea (blanca
como la leche en griego antiguo) era
una nereida de Sicilia amada por el
cíclope Polifemo. Galatea rechazó al
cíclope al enamorarse de Acis, un
joven pastor siciliano que con
frecuencia era considerado hijo de
Dioniso o, según otras fuentes, de
Pan y la náyade Simetis. El caso es
que Polifemo no se dio por vencido y
cuando, celoso, sorprendió a la
pareja, mató a Acis arrojándole una
roca. Desesperada por el dolor,
Galatea transformó la sangre de su
amado en el río Acis (en Sicilia)
aunque según otras fuentes escriben
que Acis se transformó a sí mismo en
río para evitar ser aplastado. Según
el historiador Apiano, Galatea terminó
siendo madre con Polifemo de Celto,
Ilirio y Gala, dioses epónimos de los
celtas, los ilirios y los gálatas,
respectivamente (así son las cosas
del querer, incluso en la mitología)
Esta preciosa escultura "Polifemo
sorprendiendo a Acis y Galatea" que
podemos ver en la foto haciendose
eco del suceso, es obra del escultor
Auguste Ottin y se encuentra en la
fuente Medici dentro de los Jardines
de Luxemburgo en París y fue
construida en 1630 por María de
Médicis, viuda del rey Enrique IV de
Francia y regente del rey Luis XIII de
Francia. La escultura, se añadió a la
fuente en 1866.

LA VICTORIA DE SAMOTRACIA

Es del s. II y su autor no se conoce.
Su antecedente es la victoria de
Paionos de Mende. Es una victoria
que acaba de posarse en la proa de
un barco, de ahí el estudio del
cuerpo y de las telas, habiendo un
gran movimiento en distintas
direcciones. La tela es muy fina y está
pegada al cuerpo,lo cual permite
observar la anatomía perfectamente,
aunque también hay zonas en las
que se arremolina con numerosos
pliegues y líneas en diagonal.
Las ropas agitadas por el viento
configuran el dramatismo tan
característico de la escuela
escultórica rodia, una de las más
barrocas del helenismo.
Tiene una altura de 245 cm y se
elaboró en mármol hacia el 190 a. C.
Procede del santuario de los Cabiros
en Samotracia. Algunos expertos la
atribuyen con cierta probabilidad a
Pithókritos de Rodas. Fue descubierta
en 1863 en la isla de Samotracia
(Samothraki, en griego) por el cónsul
francés Charles Champoiseau, un
arqueólogo aficionado.
Marinetti, en el manifiesto futurista
publicado en Le Figaro en 1909,
utilizó esta obra para condensar su
ataque a la estatuaria y, por
extensión, al arte tradicional de tipo
clasicista, en beneficio de un nuevo
arte que rindiese culto a los
progresos técnicos de la
industrialización, connotados por la
velocidad y las máquinas. Así, puede
leerse que «un automóvil de carreras
es más hermoso que la Victoria de
Samotracia».
Hay que precisar que una de sus alas,
al menos en parte, no es original sino
producto de una restauración.
Se encuentra en el museo del Louvre.

LAS PROPOSICIONES FALSAS

Se cuenta sobre Bertrand Russell
que, mientras explicaba en clase que
«de una proposición falsa podía
extraerse cualquier consecuencia», un
alumno le interrumpió diciéndole:
“¿Quiere usted decir que si
aceptamos que 2+2=5, entonces
podemos concluir que usted es el
Papa de Roma?”. Russell contestó
inmediatamente:
Mire, si 2+2=5, reste usted 2 y
obtendrá que 2=3, o sea, que 3=2; y
si ahora resta usted 1 a ambos
miembros, obtendrá que 2=1. Puesto
que el Papa y yo somos dos, y puesto
que 2=1, estará usted de acuerdo
conmigo en que el Papa y yo somos
uno, luego yo soy, en efecto, el Papa
de Roma

La calle entra en la casa

Umberto Boccioni, La calle entra en la
casa, 1911. Museo de Arte de
Hannover. Hannover.

MIGUEL DELIBES SEÑORA DE ROJO SOBRE FONDO GRIS

“Amaba el libro, pero el libro
espontáneamente elegido. Ella
entendía que el vicio o la virtud de
leer dependían del primer libro.
Aquel que llegaba a interesarse por
un libro se convertía inevitablemente
en esclavo de la lectura. Un libro te
remitía a otro libro, un autor a otro
autor, porque en contra de lo que
solía decirse, los libros nunca te
resolvían problemas sino que te los
creaban, de modo que la curiosidad
del lector nunca quedaba satisfecha.
Y, al apelar a otros títulos, iniciabas
una cadena que ya no podía concluir
sino con la muerte. Sentía avidez por
la letra impresa. Y me la contagió.
Fue ella la que me aproximó a los
libros, a ciertos libros y autores. En
realidad, me abrió las puertas de ese
mundo.”
“Ninguno de los dos era sincero pero
lo fingíamos y ambos aceptábamos,
de antemano, la situación. Pero las
más de las veces, callábamos. Nos
bastaba con mirarnos y sabernos.
Nada nos importaban los silencios.
Estábamos juntos y era suficiente.
Cuando ella se fue todavía lo vi más
claro: aquellas sobremesas sin
palabras, aquellas miradas sin
proyecto, sin esperar grandes cosas
de la vida eran sencillamente la
felicidad. Yo buscaba en la cabeza
temas de conversación que pudieran
interesarla, pero me sucedía lo mismo
que ante el lienzo en blanco: no se
me ocurría nada. A mayor empeño,
mayor ofuscación. Se lo expliqué una
mañana que, como de costumbre,
caminábamos cogidos de la mano:
¿Qué vamos a decirnos? Me siento
feliz así, respondió ella.”
"En la vida has ido conociendo
algunas cosas pero has fallado en lo
esencial, es decir, has fracasado. Esa
idea te deprime y entonces es cuando
buscas apresuradamente un remedio
para poder arrastrar con dignidad el
futuro. Ahora no tendré a nadie a
mano cuando me asalte el miedo."
"Señora de rojo sobre fondo gris" es
una novela del escritor español
Miguel Delibes publicada en 1991,
una bellísima narración que nos
cuenta de un prestigioso pintor, que
sumido en una grave crisis creativa,
va hilando ante su hija sus recuerdos
más íntimos en un monólogo que es a
la vez homenaje y exorcismo. Su
relato se centra en dos
acontecimientos: la detención de su
hija y su yerno por motivos políticos
y, fundamentalmente, la enfermedad
y muerte de su mujer, Ana, a los
cuarenta y ocho años de edad tras
una operación. Ana contagiaba una
sensación de belleza y plenitud que
cobró su verdadero alcance sobre el
fondo gris de lo cotidiano y los
sinsabores de la enfermedad. Historia
de un amor en carrera desenfrenada
hacia la muerte y sobrecogedora
semblanza de un personaje femenino.
El pintor va contando a su hija la
relación que tuvo con su mujer, su
musa y como ha perdido la
inspiración desde que ella falta, no
logrando poder pintar nada nuevo.
El nombre del libro viene del nombre
de un cuadro. Ana tenía simpatía por
un viejo pintor, García Elvira, al que
atendía tras haberse quedado viudo.
García Elvira es el que la retrata: "fue
en esa etapa cuando le pintó el
famoso retrato con el vestido rojo.
[...] eludió el fondo; únicamente una
mancha gris azulada, muy oscura, en
contraste con el rojo del vestido".
Entonces es el narrador el que hace
ver sus celos por el pintor, que
intenta seducir a su mujer, y por su
obra, pues no podía soportar que
hubiese sido otro el que la captó en
todo su esplendor.

LA FERIA DE LAS VANIDADES WILLIAM M. THACKERAY

"Siempre hubo clases. Siempre hubo
ricos y pobres, dice el opulento
mientras saborea copas de buen vino
sin acordarse de enviar al pobre
Lázaro las migajas que caen de su
mesa. Tiene razón, pero lo que no me
explico es que la lotería de la vida
conceda a unos ricas y lujosas telas,
y a otros, andrajos y el calor de algún
perro como único abrigo"
"¿Qué es preferible hermano lector:
morir rico y célebre o pobre y
olvidado? ¿Poseer riquezas y verse
obligado a dejarlas o abandonar este
mundo después de haber jugado y
haber perdido? Debe de ser extraño
ver llegar el día en que uno ha de
decirse: mañana poco me importará
el éxito o el fracaso. Saldrá el sol y
millones de hombres irán a su
trabajo o a sus placeres como de
ordinario; pero yo no formaré parte
del bullicio"
"Pocas cosas conozco más
enternecedoras que esa disposición
timorata de las mujeres a humillarse
y rebajarse. Siempre están dispuestas
a confesar que son ellas las culpables
y no los hombres, a cargar con todas
las faltas, a aceptar el castigo por
errores que no han cometido, a
excusar al verdadero delinciuente.
Quienes humillan a las mujeres son
los que más pruebas de bondad
obtienen de ellas. Han nacido
despóticas y tímidas y maltratan a
quienes se muestren más débiles
ante ellas"
Son fragmentos de "La feria de las
vanidades" (Vanity Fair: A novel
without a hero) una novela escrita en
1848 por el inglés William M.
Thackeray (1811-1863), que se publicó
inicialmente por entregas en 1847 y
como libro al año siguiente. La
historia, de la que copió el nombre la
popular revista Vanity Fair, se
desarrolla principalmente a través de
dos personajes femeninos totalmente
contrapuestos. Por un lado está Becky
Sharp, una mujer decidida y sin
ataduras, pero pobre y anhelante de
conseguir una posición, dispuesta a
equivocarse pero no a dejar de
avanzar en busca de su sueño; y por
otro lado está Amelia Sedley, una
chica adinerada, que es ejemplo de
toda virtud y que se encuentra
rendida a una vida autoimpuesta. A
través de ellas, Thackeray nos
describe con cierto cinismo y sentido
del humor la sociedad inglesa de la
época y la atracción pecaminosa del
hombre por las cosas mundanas.

La cena del Sol, la Luna y el Viento

Un día, el Sol, la Luna y el Viento
fueron a comer con sus tíos el Trueno
y el Relámpago y su madre, una de
las más brillantes estrellas del
firmamento, esperaba sola su regreso.
El Viento y el Sol eran muy glotones y
se lo comieron todo, sin guardar nada
para su madre. Pero la suave Luna no
se olvidó de ella. De cada cosa que le
servían guardaba un poco en sus
bolsillos, a fin de que la madre
pudiera probar lo que ellos comían.
Al volver los tres a casa, su madre,
que les había estado esperando toda
la noche, les preguntó:
– ¿Qué me habéis traído del
banquete?
– Yo no he traído nada para ti -dijo el
Sol, que era el mayor de todos –. Fui
a divertirme, no a divertirte a ti,
mamá.
– Yo tampoco he traído nada –
contestó el Viento –. No era lógico
que os reservase nada cuando ni
siquiera para mí hubo bastante.
Pero la Luna dijo alegremente:
– Mamá, trae un plato y te pondré en
él lo que te he traído. Y cuando tuvo
ante ella el plato, la Luna depositó lo
que había guardado en sus bolsillos.
La Estrella se volvió entonces hacia el
Sol y le dijo:
– Ya que sólo has pensado en ti, sin
acordarte para nada de tu madre, te
maldigo y de ahora en adelante, tus
rayos lo abrasarán todo, y la gente te
odiará y en cuanto aparezcas se
cubrirá la cabeza.
(Y por eso el Sol hace sudar y quema
la piel.)
Volviéndose al Viento, la Estrella
continuó:
– Tú también te olvidaste de tu
madre. Desde hoy, soplarás siempre
con fuerza, arrancarás los árboles y la
gente te maldecirá constantemente.
(Y es por eso que el Viento es
siempre desagradable.)
Dicho esto, la Estrella se volvió hacia
la Luna y con voz suave le dijo:
– Tú has sido buena hija, y desde
este momento, serás el astro más
dulce, hermoso y plácido. Los
hombres te contemplaran
amorosamente, y los poetas no
cesarán en el curso de los siglos, de
cantarte alabanzas.
(Y por eso la Luna es tan hermosa y
sus rayos nos fascinan.)

Cuento anónimo de la India

Imagen: Sea at Night, David Burliuk
(1882–1967)

Auténtico craneo de Descartes.

Rene Descartes
(La Haye, en la Turena francesa; 31
de marzo de 1596 – Estocolmo, 11 de
febrero de 1650), acabó
perdiendo su cabeza... o mejor dicho,
acabaron perdiendo su cabeza...
literalmente... dieciséis años después
de su muerte su cadáver fue
exhumado a petición de sus amigos y
llevado a París, salvo su dedo índice
derecho, que se lo quedó el
embajador de Francia, ya que quería
poseer el dedo de quien escribió
“cogito, ergo sum”.Durante el viaje,
alguien le cambió el cráneo por el de
otro muerto, y el verdadero pasó de
mano en mano hasta que llegó
definitivamente al naturalista francés
Georges Cuvier (1769-1832).

10/10/13

CARTA DE FRANCIS SCOTT FITZGERALD A SU HIJA "SCOTTIE"

Querido Bombón:
Estoy muy interesado en tus tareas.
¿Podrías darme un poco más de
información acerca de tus lecturas en
francés? Me alegra que estés
contenta, pero no creo demasiado en
la felicidad. Tampoco creo nunca en
la desgracia. Esas son cosas que ves
en un escenario o en una pantalla o
en una hoja impresa, nunca te
seceden a ti en la vida.
Todo lo que creo en la vida es en la
recompensa por la virtud (de acuerdo
a los talentos de uno) y en los
castigos por no cumplir con tus
tareas, que son doblemente
despiadados. Si hay un libro así en la
biblioteca del colegio, ¿podrías
rogarle a la señora Tyson que te
permita buscar un soneto de
Shakespeare en el que aparece el
verso: "Los lirios que se pudren
huelen mucho peor que la mala
hierba"?
Hoy no he tenido pensamientos, la
vida parece consistir en pensar un
cuento para Saturday Evening Post.
Pienso en ti, y siempre con placer,
pero si me llamas Pappy otra vez
agarraré al Gato Blanco y lo aporrearé
duro en el trasero, seis veces cada
vez que seas impertinente. ¿Harás
algo al respecto?
Arreglaré la cuestión de tu cuota.
Ya termino, boba. Cosas de las cuales
preocuparse:
Preocúpate por el coraje.
Preocúpate por la limpieza
Preocúpate por la eficiencia
Preocúpate por la equitación...
Cosas de las cuales no preocuparte:
No te preocupes por la opinión
general
No te preocupes por las muñecas
No te preocupes por el pasado
No te preocupes por el futuro
No te preocupes por el crecimiento
No te preocupes si alguien te saca
ventaja
No te preocupes por la victoria
No te preocupes por la derrota
excepto que se deba a tu culpa
No te preocupes por los mosquitos
No te preocupes por las moscas
No te preocupes por los insectos en
general
No te preocupes por tus padres
No te preocupes por los varones
No te preocupes por las decepciones
No te preocupes por los placeres
No te preocupes por las
satisfacciones.
Cosas en las cuales pensar:
¿Qué es lo que realmente estoy
buscando?
Cuán bueno soy realmente en
relación con mis contemporáneos en
cuanto a:
El estudio.
¿De verdad entiendo a la gente y soy
capaz de llevarme bien con ella?
¿Estoy intentando realmente hacer de
mi cuerpo un instrumento útil o lo
estoy ignorando?
Con todo amor.

8 de agosto de 1933

En la foto podemos ver al escritor
Francis Scott Fitzgerald junto a su
esposa Zelda y a la hija de ambos,
Frances Scott (Scottie) Fitzgerald.

EL PRIMER BIBERÓN DE VIDRIO, "LA BOTELLA ASESINA".

El primer biberón de vidrio fue
patentado por Charles Windship de
Roxbury, Massachusetts en 1841.
Su diseño con forma de lágrima una
botella con un tubo de vidrio que
baja desde el cuello para actuar como
una paja.
Las mamas estaban muy ocupadas se
mostraron muy contentas, porque el
bebé puede sentarse y chupar el
pezón; no precisa ayuda.
Sin embargo, la manguera de goma
era casi imposible de limpiar por lo
que era un nido para que las
bacterias anidaran y crecieran dentro
de el, y el bebé inevitablemente caía
enfermo y moría.
Este biberón provoco tantos muertos
que se gano el apodo de "la botella
asesina".

LAS CIUDADES INVISIBLES de Calvino (Fragmento)

"El infierno de los vivos no es algo
que será: existe ya aquí y es el que
habitamos todos los días, el que
formamos estando juntos. Dos formas
hay de no sufrirlo. La primera es fácil
para muchos: aceptar el infierno y
convertirse en parte de él hasta el
punto de dejar de verlo ya. La
segunda es arriesgada y exige
atención y aprendizaje continuos:
buscar y saber quién y qué, en medio
del infierno, no es infierno, y hacerlo
durar y darle espacio."

ITALO CALVINO (1923-1985) - Italia

El cuadro tiene por título
"Metrópolis" (1917) y es obra del
pintor expresionista alemán George
Grosz (1893-1959)

El experimento Berlensky-Shears

El experimento Berlensky-
Shears, manipulación del hombre
para covertirlo en una bestia.
Lo que sucedió en 1958 en un
laboratorio subterráneo cercano a
Boulder (Colorado) permanecerá
probablemente para siempre sumido
en la bruma del misterio. Sin
embargo, testimonios y conjeturas de
testigos y supervivientes han
permitido que algunos miembros del
Ejército de los Estados Unidos de
América reconstruyan con cierta
verosimilitud lo acontecido.
El físico Thomas Berlensky y el biólogo
Mark Shears llevaban años
investigando los efectos de ciertos
tipos de ondas sonoras sobre el
organismo humano, especialmente el
cerebro. Sus experimentos mostraban
que determinadas frecuencias podían
afectar los tejidos orgánicos de las
más variadas formas y esto captó
inmediatamente la atención del
Ejército norteamericano. Se les
ofrecieron unas instalaciones
militares donde llevar a cabo sus
investigaciones y una suculenta
subvención con la que financiarlas.
En pocos meses, el laboratorio era
operativo y funcionaba a pleno
rendimiento. Berlensky y Shears
comenzaron por seleccionar soldados
voluntarios para crear dos grupos de
veinticinco personas con los que
comenzar sus experimentos con
frecuencias alejadas del umbral de
percepción humano. Para ello,
alojaron a los primeros sujetos en un
dormitorio común que era
bombardeado durante la noche con
frecuencias de todo tipo. El segundo
grupo fue alojado en un dormitorio
de iguales características
completamente blindado a todo tipo
de sonidos externos. A todos los
sujetos se les dijo que el experimento
pretendía investigar la dinámica de
grupo en las tripulaciones de
submarinos.
Los experimentadores comenzaron a
emitir sonidos de frecuencia tanto
superior como inferior al espectro
audible cada noche durante un mes.
Los soldados ocupaban los días
confinados en sus instalaciones sin
tener la menor conciencia de ello.
Para ocupar su tiempo, se les
pasaban diversos tests y se les hacía
interpretar diversos roles
relacionados con la dotación de los
submarinos de la Marina
norteamericana. El personal del
laboratorio iba apuntando
concienzudamente los datos relativos
a los sonidos que se empleaban cada
noche en el dormitorio del grupo
experimental y seguía todos sus
movimientos por un circuito cerrado
de televisión. En el día 34 del
experimento sucedió algo anormal.
Dos soldados comenzaron una pelea
en el grupo experimental. Al poco
tiempo, prácticamente todo el grupo
participaba en ella. Los
experimentadores observaron
sobrecogidos como el nivel de
violencia empleada por los soldados
en la pelea alcanzaba cotas
absolutamente desmedidas. A pesar
de carecer de ellas, se utilizaron todo
tipo de objetos como armas. Algunos
soldados se autoagredían de las
formas más brutales. Otros seguían
golpeando y mutilando los cadáveres
de sus compañeros. Se
desmembraron cuerpos y se practicó
el canibalismo. Cuando se enviaron
guardias armados para poner fin a la
lucha, estos fueron salvajemente
agredidos y reducidos. Finalmente,
cincuenta hombres armados pudieron
entrar en las instalaciones del grupo
experimental y reducir a los escasos
supervivientes enloquecidos. Como
resultado del experimento Berlensky/
Shears, diecinueve hombres habían
muerto y seis tuvieron daños
cerebrales irreversibles.
Tras el incidente, el ejército puso en
marcha diversos protocolos de
seguridad que prohibieron toda
alusión a los resultados, los motivos o
las consecuencias del experimento.
Berlinsky y Shears murieron sin haber
roto jamás su voto de silencio.
Probablemente jamás se sabrá qué
fue lo que llevó a aquellos veinticinco
hombres a convertirse en bestias
sanguinarias tras un mes de estar
sometidos a bombardeos sónicos de
subfrecuencias. Quizá es mejor que
sea así.
Fuente: rincondelmisterio