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24/10/13

Fortaleza de Seúl

El rey Taejo de la Dinastía Joseon
(rey de 1392 a 1398) fundó esta
dinastía en 1392, luego de derrocar
al último de los reyes de la Dinastía
Goryeo. Llevando por nombre Yi
Seong-gye (1335 a 1408), un mes
después de su acceso al trono el
monarca emprendió la reubicación
de la capital del país, trasladando
esta de Kaesong a Seúl. Parte de su
plan era la construcción de una
fortaleza que rodease los límites de
la ciudad. El rey Taejo dio la orden
para el inicio de la construcción el
29 de febrero de 1394, afirmando
que “Una fortaleza es como una
valla, sirve para proteger al país y al
pueblo de los invasores. Debemos
fortificarnos”. En cuanto concluyó la
construcción de los nuevos palacios,
en agosto de 1395 se pasó a hacer
realidad el proyecto elaborado para
la construcción de la fortaleza de
Seúl.
La antigua ciudad de Seúl, rodeada
enteramente por una muralla
fortaleza, inició su historia como
pueblo bajo castillo. [Foto: Jeon Han]
El 9 de enero de 1396 se reclutaron
y enviaron 118.070 personas para
iniciar la construcción de la muralla
fortaleza. Gobernante devoto y
sensato, la primera acción
emprendida por el rey Taejo fue
repartir las tareas de dicha
construcción de conformidad con un
importante texto religioso vigente,
un clásico literario confuciano de
poesía y proverbios. La asignación
de las labores se hizo de acuerdo
con los dictados del Cheonjamun, o
Clásico de mil caracteres.
Esta obra literaria está formada por
250 poemas, cada uno de los cuales
consta de cuatro caracteres. En
ocasiones se le utilizaba para
representar a los números del uno al
mil.
Por ejemplo, si alguien quería contar
hasta el cien, empezaba en Cheon, el
primer carácter del primer poema, y
proseguía hasta llegar a Joe, el
último carácter del poema vigésimo
quinto. De esta manera, un monarca
culto e instruido, conocedor de los
clásicos, podía contar del uno al
cien. Para ello, utilizaba cada uno de
los caracteres de los veinticinco
primeros poemas.
El texto del primer poema es
“Cheon-Ji-Hyun-Hwang”, cuya
traducción aproximada es: “El cielo
es negro y la tierra amarilla”. El
texto del poema vigésimo quinto es
“Jo-Min-Beol-Joe”, es decir, “Ayuda
para el pobre y castigo para el
malvado”.
Sin embargo, para el proyecto de
construcción de la nueva muralla de
la fortaleza los técnicos del Rey
Taejo calcularon que para rodear a
Seúl bastaría con 97 secciones. Por
ello, el monarca contó a partir de
Cheon, primera sílaba del primer
poema, hasta Jo, primer carácter del
poema vigésimo quinto, y ya no
fueron necesarios los últimos tres
caracteres del último poema. De
esta manera, obtuvo las noventa y
siete asignaciones que necesitaba.
El rey Taejo distribuyó las obras para
la construcción de la nueva muralla
fortaleza en 97 secciones, de acuerdo
con este sistema de numeración. Los
trabajos de la sección de la muralla
que iba desde Cheon a Il (secciones
de la uno a la diez) se
encomendaron a las provincias
Pyongan-do y Hwanghe-do. Las obras
de las secciones de la diez a la
diecisiete, o de Woi a Han,
correspondió a los habitantes de
Gangwon-do. Las secciones 18 a 58,
de Nae a Jin, correspondieron a
Gyeongsang-do. El rey asignó las
secciones de Lee a Yong (secciones
de la 59 a la 73) a los habitantes de
Jeolla-do; y, finalmente, la
construcción de Sa a Jo fue para los
trabajadores de Hamgyong-do.
Dieciocho kilómetros de fortaleza
rodeaban el corazón de la antigua
ciudad, en una construcción que
unía la cadena de crestas de las
cuatro montañas interiores:
Bugaksan, Naksan, Namsan e
Inwangsan. De conformidad con el
plan del rey Taejo de concluir la
construcción durante la temporada
baja de labores agrícolas, se
contrataron 118.000 trabajadores
para trabajar 49 días en enero y
febrero del año del año 1396; y en
agosto y septiembre se contrataron
79.400 trabajadores. El proyecto
final tenía cuatro puertas principales
y cuatro secundarias, incluida la
gran puerta del este de la ciudad,
Dongdaemun.
Desde el inicio de su construcción,
los habitantes de Seúl han visto a
las envolventes murallas defensivas
ser reconstruidas en dos ocasiones,
La primera, apenas 27 años después
de ser concluida su construcción, fue
realizada por el rey Sejong el Grande
(rey de 1418 a 1450) , nieto del rey
Taejo. Este monarca se dio a la tarea
de convertir los muros hechos de
tierra en muros de piedra. Añadió
pasillos almenados, muros
defensivos interiores y muros
defensivos externos de forma
semicircular. Con una fuerza laboral
reclutada por todo el país integrada
por 320.000 trabajadores y 2.200
técnicos, la construcción de la
fortificación renovada concluyó en el
invierno de 1422.
La segunda restauración de gran
envergadura fue la que llevó a cabo
en 1704 el rey Sujkiong (rey de 1674
a 1720). La muralla de la capital
resultó dañada tras la Guerra Imjin,
invasión japonesa a Corea de 1592 a
1598, y la Guerra Manchú Byungja,
segunda invasión manchú a Corea
ocurrida entre 1636 y 1637. Los
trabajos de restauración de la
fortificación se iniciaron en marzo de
1704 y tardaron cinco años en
completarse.
La Fortaleza de Seúl se reforzó en
1743 bajo el mando del rey Yeongjo
(rey de 1724 a 1776). La majestuosa
Puerta de Dondgdaemun se
reconstruyó en 1869 bajo el mando
del rey Gojong (rey de 1863 a 1907).
Desde su conclusión en el año 1396,
y bajo la guía del rey Taejo, la
Fortaleza de Seúl se ha conservado,
reforzado y utilizado durante los
últimos 600 años, reflejando a la
perfección su antigua importancia
militar y su actual relevancia
cultural.
La sección intermedia de este
tendido de murallas se realizó
utilizando piedras de cantera de
forma cuadrada, sin interrupciones
ni salientes. Se sabe que esta parte
fue reparada en el año 1704, por
orden del rey Sukjong. Las distintas
técnicas de cantera y estilos de
mampostería utilizados son
indicadores que permiten determinar
la época en la que se reconstruyó
cada parte de la muralla. [Fotos de
Jeon Han, Jeon Han y Wi Tack-whan]
Los nombres de los constructores:
un sistema para definir
responsabilidades
Mucho antes de que se construyera
la Fortaleza de Seúl, allá por el siglo
VI A. de C. en Gyeongju, la antigua
ciudad capital del Reino de Silla, se
construyó una fortaleza en la cima
de la montaña Namsan de Gyeongju.
A esta construcción se le conocía por
el nombre de Namsaninseong.
Construida dentro de los muros de
un castillo, se erigió un monumento
con una leyenda que dice: “El
pueblo de Silla considerará como un
delito el que esta fortaleza se llegue
a colapsar en un plazo de tres
años”. Se trataba del primer intento
para que albañiles y técnicos
asumieran la responsabilidad de
cada pieza de mortero colocada, y de
alguna manera garantizar la calidad
de su trabajo. Esta tradición de
responsabilidad se prolongó hasta
los días de Joseon, unos 800 años
más tarde.
Durante la segunda construcción de
importancia, la iniciada en 1704, en
cada piedra de la fortaleza estaban
grabados los nombres de los
trabajadores y supervisores, así
como del responsable de cada
sección. Esto permitía determinar
fácilmente quién debería asumir la
responsabilidad de los defectos en
el trabajo de albañilería. Asimismo,
era una manera de hacer que los
supervisores se mantuvieran
vigilantes de la correcta construcción
de las secciones de la muralla que
les correspondían.
Por ejemplo, en los anales históricos
de que disponemos aparece el Diario
Seungjeongwon, una crónica diaria
elaborada por el secretariado real,
en el cual se registraron los avances
en la construcción de la muralla. El
30 de septiembre de 1794, el
secretario comentó que un grupo de
trabajadores y supervisores,
responsables de que una parte del
muro de piedra se hubiese venido
abajo y se hiciera añicos, sería
sometido a juicio bajo la ley marcial
por la pésima calidad de su mano de
obra. Este estricto sistema de
responsabilidad mediante el registro
del nombre de los constructores
permitió que las murallas defensivas
funcionaran satisfactoriamente
durante más de ochocientos años.
Piedras que llevan grabado el
nombre de trabajadores y
supervisores que trabajaron en la
construcción de la muralla, así como
el de su provincia de origen, se
encuentran por todas partes en lo
que resta actualmente de la
Fortaleza de Seúl. [Foto: Wi Tack-
whan]
De paseo por la Fortaleza
El piso de los senderos de la
Fortaleza de Seúl no es accidentado,
por lo que es fácil y cómodo
recorrerlos. Además, se llega a ellos
sin ningún problema desde el centro
de la ciudad, y a través de ellos se
puede llegar a las cuatro montañas
circundantes: Bugaksan, Inwangsan,
Namsan y Naksan.

Fuente: korea.net

Fotos:
La antigua ciudad de Seúl, rodeada
enteramente por una muralla
fortaleza, inició su historia como
pueblo bajo castillo. [Foto: Jeon Han]
Mapa realizado en la época de la
Dinastía Joseon, que muestra la
forma original de la Fortaleza de
Seúl.

14/7/12

El Gran Canal de China

El Gran Canal de China es el canal o río
artificial más largo del mundo.
En el año 604, el emperador Yang
Guang de la dinastía Sui dejó la capital,
Chang'an (en Xian) para trasladarse a
Luoyang. En 605, el emperador ordenó
la construcción de dos proyectos:
transferir la capital del país a Luoyang
(en Henan) y excavar el Gran Canal
entre Pekín y Hangzhou.
En su origen se trataba de una serie de
vias hidrahulicas en la provincia
Cheklang, al norte de China, que
convergían con la ciudad de Beijing y
Tianjin, atravesando las provincias de
Hebeng, Shandong, Jiangsu y Zhejiang.
La construcción comenzó durante la
dinastía Sui (581-618) y llegó a cubrir
poco más de 1.700 kilómetros. Su
nombre original era Da Yunhe, y en su
tiempo constituyó el canal de agua
más largo del mundo hecho por el
hombre. Su misión era satisfacer las
necesidades de las ciudades
importantes con el agua de los ríos
Yangste y Hual; permaneció en activo
hasta el siglo XIX y después sufrió una
serie de modificaciones, que en
muchos casos culminaron en
desastrosas inundaciones, y varias
secciones se deterioraron hasta
quedar separadas del cuerpo principal
del canal. Actualmente está dividido en
siete subcanales, algunos de ellos muy
contaminados, para el servicio
exclusivo de aguas negras en desuso o
con niveles insuficientes para la
navegación. Pero los más grandes,
como el canal Li y el Jiangnan son
utilizados actualmente para el
transporte de carbón y otros
materiales; se estima que anualmente
se mueven 100 millones de toneladas
de carga.
Fuente:Wikipedia

25/4/12

Mada’in Saleh

Mada’in Saleh. era
conocida como Al-Hijr (término árabe
que significa “lugar rocoso”)hasta el
siglo 14 dC. Posteriormente, el área
pasó a conocerse como Mada’in Saleh
(también Mada’in Salih).

Se encuentra en Arabia Saudí a unos
1.111 km al oeste de Riad y unos 402
km al noroeste de Medina y a 500 al
sureste de Petra. El sitio es una
llanura al pie de una meseta basáltica
que constituye la parte sureste de las
Montañas Hedjaz.
Mada’in Saleh ocupa una posición
estratégica en la antigua ruta de las
caravanas(Ruta del Incienso). Según
el Corán, el área fue ocupada por el
pueblo de tamudeos en el año 3000
a. C y aparecen inscripciones Mada’in
Saleh que se remontan al siglo VI
antes de Cristo, siendo todos los
elementos arquitectónicos restantes
correspondientes a la época nabatea
( siglo III aC a el siglo I dC), se sabe
que durante el reinado del rey
nabateo Aretas IV (9 aC – 40 dC)
correspondió con un período de
desarrollo arquitectónico

El conjunto de Mada’in Saleh lo
constituye una serie de tumbas y
estructuras similares se presentaron
en otros asentamientos nabateos, que
van desde el sur de Siria al norte,
hacia el sur, el desierto del Negev, y
hasta el área inmediata de Hedjaz. . El
más importante y la más grande de
ellas es Petra.
Dentro del conjunto destaca una
tumba aislada construida en una roca
que permanece sin acabar y que se
conoce con el nombre de Qasr Al
Farid.
Qasr Al Farid por Orly Arcelao
Agunas de las tumbas de Mada’in
Saleh quedaron sin terminar gracias a
ello se evidencia que la talla de las
distintas tumbas comenzaba de arriba
abajo. Se conservan 94 tumbas con
fachadas decoradas, 35 cámaras
funerarias y más de 1000 tumbas no
monumentales.
Las tumbas tienen una estructura
característica con una única entrada
muy marcada y con una gran masa
sólida sobre ella. Una elaborada
ornamentación refleja las condiciones
de sus propietarios y que toma
prestados elementos estilísticos de los
Asirios, así como de los Fenicios ,
también de Egipto así Alejandría
helenística, combinada con elementos
característicos propios.Estas tumbas
están realizadas aprovechando unas
formaciones de piedra arenisca. La
arenisca es una roca sedimentaria
compuesta por masas consolidadas
de arena depositada por el
movimiento del agua o por el viento.
La constitución química de la piedra
arenisca es la misma que la de arena,
la roca es un compuesto
esencialmente de cuarzo. El material
que une los granos de arena se
compone generalmente de sílice,
carbonato de calcio u óxido de hierro
y el color de la roca está determinado
en gran medida por el material de
unión provocando los óxidos de
hierro una arenisca de color rojo o
marrón rojizo. Esta arenisca es muy
fácil de trabajar, es por ello por lo que
resultaba muy interesante el proceder
al vaciado (como en el caso de Petra)
para poder realizar construcciones.
Por lo general las tumbas eran para
varios miembros de la familia,
excavando en la roca los nichos en
los que se depositaban los féretros. El
corte resultaba fácil y se conservan ,
especialmente en los espacios
interiores, las huellas de las
herramientas que muestran la forma
en la que se procedía a eliminar la
piedra sobrante mediante picados
próximos.
La zona de viviendas, construidas
principalmente con adobe, estába
situada en el centro de la llanura,
lejos de los enterramientos
afloramientos. Las murallas que
rodeaban la zona residencial son
evidentes a partir de las fotografías
aéreas tomadas en 1978 y de las
imágenes de satélite.
Nelson Glueck (1900-1971)
arqueólogo estadounidense, fue uno
de los primeros en escribir sobre los
logros de los nabateos “Ellos fueron
uno de los pueblos más dotados de la
historia”, escribió en 196. “El suyo era
un historial de logros notables, que se
extiende desde el comercio hasta la
agricultura, de la ingeniería a la
arquitectura y el arte.” Hay pruebas
abundantes de sus “prodigios de la
agricultura imaginativa” así como de la
utilización magistral de los escasos
recursos hídricos. Los nabateos eran
expertos ingenieros hidráulicos, y sus
habilidades en la construcción de
pozos, cisternas, surcos y acueductos
les permitió desarrollar la agricultura
así como desarrollar prácticas de
conservación del terreno. En Mada’in
Saleh se conocen unos 130 pozos y
se canalizaba las pocas lluvias a
cisternas excavadas en la piedra
arenisca.
En julio de 2008, la UNESCO declaró el
conjunto como Patrimonio de la
Humanidad.
Foto por Orly Arcelao