El rey Taejo de la Dinastía Joseon
(rey de 1392 a 1398) fundó esta
dinastía en 1392, luego de derrocar
al último de los reyes de la Dinastía
Goryeo. Llevando por nombre Yi
Seong-gye (1335 a 1408), un mes
después de su acceso al trono el
monarca emprendió la reubicación
de la capital del país, trasladando
esta de Kaesong a Seúl. Parte de su
plan era la construcción de una
fortaleza que rodease los límites de
la ciudad. El rey Taejo dio la orden
para el inicio de la construcción el
29 de febrero de 1394, afirmando
que “Una fortaleza es como una
valla, sirve para proteger al país y al
pueblo de los invasores. Debemos
fortificarnos”. En cuanto concluyó la
construcción de los nuevos palacios,
en agosto de 1395 se pasó a hacer
realidad el proyecto elaborado para
la construcción de la fortaleza de
Seúl.
La antigua ciudad de Seúl, rodeada
enteramente por una muralla
fortaleza, inició su historia como
pueblo bajo castillo. [Foto: Jeon Han]
El 9 de enero de 1396 se reclutaron
y enviaron 118.070 personas para
iniciar la construcción de la muralla
fortaleza. Gobernante devoto y
sensato, la primera acción
emprendida por el rey Taejo fue
repartir las tareas de dicha
construcción de conformidad con un
importante texto religioso vigente,
un clásico literario confuciano de
poesía y proverbios. La asignación
de las labores se hizo de acuerdo
con los dictados del Cheonjamun, o
Clásico de mil caracteres.
Esta obra literaria está formada por
250 poemas, cada uno de los cuales
consta de cuatro caracteres. En
ocasiones se le utilizaba para
representar a los números del uno al
mil.
Por ejemplo, si alguien quería contar
hasta el cien, empezaba en Cheon, el
primer carácter del primer poema, y
proseguía hasta llegar a Joe, el
último carácter del poema vigésimo
quinto. De esta manera, un monarca
culto e instruido, conocedor de los
clásicos, podía contar del uno al
cien. Para ello, utilizaba cada uno de
los caracteres de los veinticinco
primeros poemas.
El texto del primer poema es
“Cheon-Ji-Hyun-Hwang”, cuya
traducción aproximada es: “El cielo
es negro y la tierra amarilla”. El
texto del poema vigésimo quinto es
“Jo-Min-Beol-Joe”, es decir, “Ayuda
para el pobre y castigo para el
malvado”.
Sin embargo, para el proyecto de
construcción de la nueva muralla de
la fortaleza los técnicos del Rey
Taejo calcularon que para rodear a
Seúl bastaría con 97 secciones. Por
ello, el monarca contó a partir de
Cheon, primera sílaba del primer
poema, hasta Jo, primer carácter del
poema vigésimo quinto, y ya no
fueron necesarios los últimos tres
caracteres del último poema. De
esta manera, obtuvo las noventa y
siete asignaciones que necesitaba.
El rey Taejo distribuyó las obras para
la construcción de la nueva muralla
fortaleza en 97 secciones, de acuerdo
con este sistema de numeración. Los
trabajos de la sección de la muralla
que iba desde Cheon a Il (secciones
de la uno a la diez) se
encomendaron a las provincias
Pyongan-do y Hwanghe-do. Las obras
de las secciones de la diez a la
diecisiete, o de Woi a Han,
correspondió a los habitantes de
Gangwon-do. Las secciones 18 a 58,
de Nae a Jin, correspondieron a
Gyeongsang-do. El rey asignó las
secciones de Lee a Yong (secciones
de la 59 a la 73) a los habitantes de
Jeolla-do; y, finalmente, la
construcción de Sa a Jo fue para los
trabajadores de Hamgyong-do.
Dieciocho kilómetros de fortaleza
rodeaban el corazón de la antigua
ciudad, en una construcción que
unía la cadena de crestas de las
cuatro montañas interiores:
Bugaksan, Naksan, Namsan e
Inwangsan. De conformidad con el
plan del rey Taejo de concluir la
construcción durante la temporada
baja de labores agrícolas, se
contrataron 118.000 trabajadores
para trabajar 49 días en enero y
febrero del año del año 1396; y en
agosto y septiembre se contrataron
79.400 trabajadores. El proyecto
final tenía cuatro puertas principales
y cuatro secundarias, incluida la
gran puerta del este de la ciudad,
Dongdaemun.
Desde el inicio de su construcción,
los habitantes de Seúl han visto a
las envolventes murallas defensivas
ser reconstruidas en dos ocasiones,
La primera, apenas 27 años después
de ser concluida su construcción, fue
realizada por el rey Sejong el Grande
(rey de 1418 a 1450) , nieto del rey
Taejo. Este monarca se dio a la tarea
de convertir los muros hechos de
tierra en muros de piedra. Añadió
pasillos almenados, muros
defensivos interiores y muros
defensivos externos de forma
semicircular. Con una fuerza laboral
reclutada por todo el país integrada
por 320.000 trabajadores y 2.200
técnicos, la construcción de la
fortificación renovada concluyó en el
invierno de 1422.
La segunda restauración de gran
envergadura fue la que llevó a cabo
en 1704 el rey Sujkiong (rey de 1674
a 1720). La muralla de la capital
resultó dañada tras la Guerra Imjin,
invasión japonesa a Corea de 1592 a
1598, y la Guerra Manchú Byungja,
segunda invasión manchú a Corea
ocurrida entre 1636 y 1637. Los
trabajos de restauración de la
fortificación se iniciaron en marzo de
1704 y tardaron cinco años en
completarse.
La Fortaleza de Seúl se reforzó en
1743 bajo el mando del rey Yeongjo
(rey de 1724 a 1776). La majestuosa
Puerta de Dondgdaemun se
reconstruyó en 1869 bajo el mando
del rey Gojong (rey de 1863 a 1907).
Desde su conclusión en el año 1396,
y bajo la guía del rey Taejo, la
Fortaleza de Seúl se ha conservado,
reforzado y utilizado durante los
últimos 600 años, reflejando a la
perfección su antigua importancia
militar y su actual relevancia
cultural.
La sección intermedia de este
tendido de murallas se realizó
utilizando piedras de cantera de
forma cuadrada, sin interrupciones
ni salientes. Se sabe que esta parte
fue reparada en el año 1704, por
orden del rey Sukjong. Las distintas
técnicas de cantera y estilos de
mampostería utilizados son
indicadores que permiten determinar
la época en la que se reconstruyó
cada parte de la muralla. [Fotos de
Jeon Han, Jeon Han y Wi Tack-whan]
Los nombres de los constructores:
un sistema para definir
responsabilidades
Mucho antes de que se construyera
la Fortaleza de Seúl, allá por el siglo
VI A. de C. en Gyeongju, la antigua
ciudad capital del Reino de Silla, se
construyó una fortaleza en la cima
de la montaña Namsan de Gyeongju.
A esta construcción se le conocía por
el nombre de Namsaninseong.
Construida dentro de los muros de
un castillo, se erigió un monumento
con una leyenda que dice: “El
pueblo de Silla considerará como un
delito el que esta fortaleza se llegue
a colapsar en un plazo de tres
años”. Se trataba del primer intento
para que albañiles y técnicos
asumieran la responsabilidad de
cada pieza de mortero colocada, y de
alguna manera garantizar la calidad
de su trabajo. Esta tradición de
responsabilidad se prolongó hasta
los días de Joseon, unos 800 años
más tarde.
Durante la segunda construcción de
importancia, la iniciada en 1704, en
cada piedra de la fortaleza estaban
grabados los nombres de los
trabajadores y supervisores, así
como del responsable de cada
sección. Esto permitía determinar
fácilmente quién debería asumir la
responsabilidad de los defectos en
el trabajo de albañilería. Asimismo,
era una manera de hacer que los
supervisores se mantuvieran
vigilantes de la correcta construcción
de las secciones de la muralla que
les correspondían.
Por ejemplo, en los anales históricos
de que disponemos aparece el Diario
Seungjeongwon, una crónica diaria
elaborada por el secretariado real,
en el cual se registraron los avances
en la construcción de la muralla. El
30 de septiembre de 1794, el
secretario comentó que un grupo de
trabajadores y supervisores,
responsables de que una parte del
muro de piedra se hubiese venido
abajo y se hiciera añicos, sería
sometido a juicio bajo la ley marcial
por la pésima calidad de su mano de
obra. Este estricto sistema de
responsabilidad mediante el registro
del nombre de los constructores
permitió que las murallas defensivas
funcionaran satisfactoriamente
durante más de ochocientos años.
Piedras que llevan grabado el
nombre de trabajadores y
supervisores que trabajaron en la
construcción de la muralla, así como
el de su provincia de origen, se
encuentran por todas partes en lo
que resta actualmente de la
Fortaleza de Seúl. [Foto: Wi Tack-
whan]
De paseo por la Fortaleza
El piso de los senderos de la
Fortaleza de Seúl no es accidentado,
por lo que es fácil y cómodo
recorrerlos. Además, se llega a ellos
sin ningún problema desde el centro
de la ciudad, y a través de ellos se
puede llegar a las cuatro montañas
circundantes: Bugaksan, Inwangsan,
Namsan y Naksan.
Fuente: korea.net
Fotos:
La antigua ciudad de Seúl, rodeada
enteramente por una muralla
fortaleza, inició su historia como
pueblo bajo castillo. [Foto: Jeon Han]
Mapa realizado en la época de la
Dinastía Joseon, que muestra la
forma original de la Fortaleza de
Seúl.