El protagonista de esta curiosa
historia es Otto Witte, un acróbata
alemán que se convirtió en rey de
Albania durante cinco días en 1913.
Los años previos a la 1ª Guerra
Mundial eran bastante movidos en la
zona de los Balcanes. La debilidad
del Imperio Turco, las ambiciones de
Serbia, las presiones de Austria y
Rusia en la zona lo convirtieron en un
territorio muy inestable, tanto que
será aquí donde comience la 1ª Gran
Guerra.
En 1913 Albania se proclamó
independiente del Imperio Turco y
muchos albaneses deseaban entregar
el trono de su país al Príncipe Halim.
Mientras todo esto ocurría Witte
estaba en la zona con el circo para el
que trabajaba. Conociendo las
noticias se dio cuenta que tenía un
gran parecido con Halim así que
decidió sacar partido del tema.
Falsificó un telegrama que hizo llegar
a la máxima autoridad turca en
Albania que decía
El Príncipe Halim Eddine llegará a
Albania y asumirá el mando todas las
tropas allí estacionadas.
Se presentó ataviado para la ocasión
y fue nombrado rey de Albania el 13
de agosto de 1913, con el nombre de
“Otto I de Albania”.
Pronto llegaron telegramas de
Constantinopla que descubrieron el
engaño por lo que sólo pudo ocupar
el trono durante cinco días. Pero no
crean que estuvo de brazos cruzados:
tuvo a su disposición un harén,
dispuso alegremente de la riqueza
del reino y hasta defendió la idea de
atacar y conquistar Montenegro.
Tuvo que huir apresuradamente y
volvió a Alemania. Parte de su
historia nunca pudo ser contrastada,
aunque eso no evitó que durante
toda su vida fuera llamado “Otto I, ex
rey de Albania”. Incluso en su lápida
en el cementerio Ohlsdorf en
Hamburgo aparece la leyenda ” Ehem.
K ö nig V. Albanien”, abreviatura para
K Ehemaliger ö nig von Albanien o lo
que es lo mismo antiguo Rey de
Albania.