La Capilla Palatina de Aquisgrán es
uno de los mayores monumentos
conservados del arte carolingio.
Mandada construir por Carlomagno
entre el 790 y el 805, la iglesia
formaba parte de un conjunto
palatino mucho mayor del que no se
ha conservado nada.
Carlomagno habría mandado
construir su conjunto real sobre los
restos de unas antiguas termas
romanas de hecho una de las
aspiraciones del emperador era
imitar las grandes construcciones
imperiales de Roma. El conjunto
palatino debía conformarse por la
capilla (flanqueada por dos basílicas),
las termas y el aula palatina además
de otros edificios como los aposentos,
estancias para la servidumbre y los
funcionarios reales etc.
Tan sólo la capilla ha llegado hasta
nuestros días. Ésta, dedicada a la
Virgen María, debía albergar los
restos de la capa de San Martín por
lo que se configuraría como capilla
relicario además de oratorio personal
del emperador. En ella aparecían
grabados los nombres de los
arquitectos que intervinieron en su
construcción pero poco más, a parte
de su nombre sabemos de ellos:
Eudes de Metz y Odón de Metz.