El método Suzuki es un método para
aprender a tocar un instrumento
musical. Está recogido actualmente en
libros y grabaciones para piano, violín,
viola, flauta traversa, flauta dulce,
violonchelo, arpa, guitarra, contrabajo,
canto, charango, Tarka, mandela y
ocarina. Es un método más orientado
a niños pero muy bueno también para
adultos que quieren empezar a
aprender a tocar uno de estos
instrumentos.
Shinichi Suzuki fue violinista, educador,
filósofo y fue considerado un
humanista. Ejerció una profunda
influencia en la educación de su país y
en otros lugares del mundo.
Suzuki basó su enfoque en la hipótesis
de que la habilidad musical no es un
talento innato, sino una destreza que,
de igual modo que todos los niños
desarrollan la capacidad de hablar su
lengua materna, se puede entrenar. El
potencial del niño puede ser
desarrollado. "Cualquier niño a quien
se entrene correctamente puede
desarrollar una habilidad musical, y
este portencial es ilimitado" La filosofía
de Suzuki y el método que él
desarrolló han influido en muchos
profesores, niños, y familias en
muchas naciones. El Dr. Shinichi Suzuki
murió en enero de 1998.
El Dr. Suzuki no desarrolló su método
para entrenar a músicos profesionales,
sino para ayudar a los niños a
desarrollar sus capacidades como
seres humanos. Él dijo: "La enseñanza
de música no es mi propósito
principal. Deseo formar a buenos
ciudadanos, seres humanos nobles. Si
un niño oye buena música desde el
día de su nacimiento, y aprende a
tocarla él mismo, desarrolla su
sensibilidad, y disciplina y paciencia.
Adquiere un corazón hermoso".
Gracias a su vida y obra, el Dr. Suzuki
ha inspirado a miles de padres y
profesores en más de cuarenta países
(en Asia, Europa, Australia, África y en
las Américas) a educar a los niños
como seres humanos amorosos
mediante el método de la lengua
materna de educación musical. En el
ambiente alentador fomentado por el
método Suzuki, los niños aprenden a
disfrutar de la música y desarrollan
confianza, autoestima, autodisciplina y
concentración, así como la
determinación necesaria para intentar
hacer cosas difíciles, cualidades que
tanto se necesitan en nuestro tiempo.
CARACTERÍSTICAS FUNDAMENTALES
DEL MÉTODO.
Las ideas sobre la responsabilidad de
los padres, el dar aliento
cariñosamente, el escuchar, la
repetición constante, etc., son algunas
de las características especiales del
método Suzuki.
-Importancia del papel de los padres.
Cuando un niño aprende a hablar, los
padres actúan eficazmente como
profesores. Los padres también tienen
un papel importante como "profesores
en el hogar" cuando el niño aprende a
tocar un instrumento. A menudo, el
padre o la madre aprende inicialmente
a tocar antes que el niño, con objeto
de que él o ella entienda lo que se
espera que el niño haga. El padre o la
madre asiste a las lecciones del niño y
ambos practican diariamente en casa.
-Comienzo temprano. Los primeros
años son cruciales en el desarrollo de
los procesos mentales y de
coordinación muscular en el niño
pequeño. Las capacidades auditivas de
los niños están también en su apogeo
durante los años de adquisición del
lenguaje, por lo cual es el momento
ideal para desarrollar la sensibilidad
musical. El escuchar música debe
comenzar en el nacimiento y el
entrenamiento formal puede
comenzar a la edad de tres o cuatro
años, si bien nunca es demasiado
tarde para comenzar.
-La escucha. Los niños aprenden a
hablar en un ambiente lleno de
estímulos de lenguaje. Los padres
pueden también hacer que la música
forme parte del ambiente del niño,
asistiendo a conciertos y poniendo las
grabaciones del repertorio de Suzuki y
otra música. Esto permite a los niños
absorber el lenguaje de la música al
mismo tiempo que absorben los
sonidos de su lengua materna. Al
escuchar repetidamente las piezas que
van a aprender, los niños se
familiarizan con ellas y las aprenden
fácilmente.
-Repetición. Cuando los niños han
aprendido una palabra no la dejan,
sino que continúan utilizándola a la
vez que agregan nuevas palabras a su
vocabulario. De igual modo, los
estudiantes Suzuki repiten las piezas
que aprenden, aplicando
gradualmente las habilidades que han
ganado de nuevas y más sofisticadas
maneras conforme aumentan su
repertorio. La introducción de nuevas
habilidades técnicas y de conceptos
musicales en el contexto de piezas
conocidas hace su adquisición mucho
más fácil.
-Alentar. Al igual que con el lenguaje,
los esfuerzos del niño para aprender a
tocar un instrumento se han de elogiar
con sinceras palabras de aliento. Cada
niño aprende a su propio paso,
avanzando a pequeños pasos para
poder dominar cada uno de ellos. Esto
crea un ambiente placentero para el
niño, el padre y el profesor. Se
establece también una atmósfera
general de generosidad y cooperación
al animar a los niños a apoyar los
esfuerzos de otros estudiantes.
-Aprender con otros niños. La música
promueve interacciones sociales sanas,
y la participación en lecciones de
grupos y pequeños conciertos,
además de sus propias lecciones
individuales, motiva a los niños en
gran medida. Disfrutan al observar
otros niños en diversos niveles,
aspirando llegar al nivel de los
estudiantes más avanzados,
compartiendo sus desafíos con sus
compañeros, y apreciando los
esfuerzos de los estudiantes menos
avanzados que siguen sus pasos.
-Repertorio gradual. Los niños no
practican ejercicios para aprender a
hablar, sino que aprenden usando el
lenguaje para comunicarse y
expresarse. Con el método Suzuki, los
estudiantes aprenden conceptos y
habilidades musicales en el contexto
de la música, en vez de practicar
aburridos ejercicios técnicos. El
repertorio Suzuki para cada
instrumento presenta, en una
secuencia cuidadosamente ordenada,
los componentes necesarios para el
desarrollo técnico y musical. Este
repertorio estándar proporciona una
fuerte motivación, ya que los
estudiantes más jóvenes desean tocar
la música que oyen tocar a los
estudiantes más avanzados.
-Posponer la lectura. A los niños no se
les enseña a leer sino hasta que su
capacidad para hablar ha quedado
bien consolidada. De la misma
manera, los estudiantes Suzuki han de
alcanzar un nivel de destreza básico
tocando su instrumento antes de que
se les enseñe a leer música. Esta
secuencia de instrucción permite al
profesor y al estudiante centrarse en
desarrollar una buena postura, un
sonido hermoso, una correcta
afinación y fraseo musical.
Suzuki desarrolla en la práctica una
clase en la que aprenden padres e
hijos, de forma que a la hora de
estudiar en casa los hijos son
apoyados por los padres, del mismo
modo que se realizan las tareas de la
escuela
Mostrando entradas con la etiqueta metodo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta metodo. Mostrar todas las entradas
13/12/12
29/2/12
metodo Asimov
¿Qué es el método científico?
“Evidentemente, el método científico es
el método que utilizan los científicos
para hacer descubrimientos científicos.
Pero esta definición no parece muy útil.
¿Podemos dar más detalles?
Pues bien, cabría dar la siguiente
versión ideal de dicho método:
1. Detectar la existencia de un
problema, como puede ser, por
ejemplo, la cuestión de por qué los
objetos se mueven como lo hacen,
acelerando en ciertas condiciones y
decelerando en otras.
2. Separar luego y desechar los
aspectos no esenciales del problema.
El olor de un objeto, por ejemplo, no
juega ningún papel en su movimiento.
3. Reunir todos los datos posibles que
incidan en el problema. En los tiempos
antiguos y medievales equivalía
simplemente a la observación sagaz de
la naturaleza, tal como existía. A
principios de los tiempos modernos
empezó a entreverse la posibilidad de
ayudar a la naturaleza en ese sentido.
Cabía planear deliberadamente una
situación en la cual los objetos se
comportaran de una manera
determinada y suministraran datos
relevantes para el problema. Uno
podía, por ejemplo, hacer rodar una
serie de esferas a lo largo de un plano
inclinado, variando el tamaño de las
esferas, la naturaleza de su superficie,
la inclinación del plano, etc. Tales
situaciones deliberadamente planeadas
son experimentos, y el papel del
experimento es tan capital para la
ciencia moderna, que a veces se habla
de «ciencia experimental» para
distinguirla de la ciencia de los
antiguos griegos.
4. Reunidos todos los datos elabórese
una generalización provisional que los
describa a todos ellos de la manera
más simple posible: un enunciado
breve o una relación matemática. Esto
es una hipótesis.
5. Con la hipótesis en la mano se
pueden predecir los resultados de
experimentos que no se nos habían
ocurrido hasta entonces. Intentar
hacerlos y mirar si la hipótesis es
válida.
6. Si los experimentos funcionan tal
como se esperaba, la hipótesis sale
reforzada y puede adquirir el status de
una teoría o incluso de un «ley
natural».
Está claro que ninguna teoría ni ley
natural tiene carácter definitivo. El
proceso se repite una y otra vez.
Continuamente se hacen y obtienen
nuevos datos, nuevas observaciones,
nuevos experimentos. Las viejas leyes
naturales se ven constantemente
superadas por otras más generales
que explican todo cuanto explicaban
las antiguas y un poco más.
Todo esto, como digo, es una versión
ideal del método científico. En la
práctica no es necesario que el
científico pase por los distintos puntos
como si fuese una serie de ejercicios
caligráficos, y normalmente no lo hace.
Más que nada son factores como la
intuición, la sagacidad y la suerte, a
secas, los que juegan un papel. La
historia de la ciencia está llena de
casos en los que un científico da de
pronto con una idea brillante basada
en datos insuficientes y en poca o
ninguna experimentación, llegando así
a una verdad útil cuyo descubrimiento
quizá hubiese requerido años
mediante la aplicación directa y estricta
del método científico.
F. A. Kekulé dio con la estructura del
benceno mientras descabezaba un
sueño en el autobús. Otto Loewi
despertó en medio de la noche con la
solución del problema de la
conducción sináptica. Donald Glaser
concibió la idea de la cámara de
burbujas mientras miraba ociosamente
su vaso de cerveza.
¿Quiere decir esto que a fin de cuentas
todo es cuestión de suerte y no de
cabeza? No, no y mil veces no. Esta
clase de «suerte» sólo se da en los
mejores cerebros; sólo en aquellos
cuya «intuición» es la recompensa de
una larga experiencia, una
comprensión profunda y un
pensamiento disciplinado.”
FUENTE: 1973. Asimov, Isaac: “100
preguntas básicas sobre la Ciencia”.
Alianza Editorial S.A.
“Evidentemente, el método científico es
el método que utilizan los científicos
para hacer descubrimientos científicos.
Pero esta definición no parece muy útil.
¿Podemos dar más detalles?
Pues bien, cabría dar la siguiente
versión ideal de dicho método:
1. Detectar la existencia de un
problema, como puede ser, por
ejemplo, la cuestión de por qué los
objetos se mueven como lo hacen,
acelerando en ciertas condiciones y
decelerando en otras.
2. Separar luego y desechar los
aspectos no esenciales del problema.
El olor de un objeto, por ejemplo, no
juega ningún papel en su movimiento.
3. Reunir todos los datos posibles que
incidan en el problema. En los tiempos
antiguos y medievales equivalía
simplemente a la observación sagaz de
la naturaleza, tal como existía. A
principios de los tiempos modernos
empezó a entreverse la posibilidad de
ayudar a la naturaleza en ese sentido.
Cabía planear deliberadamente una
situación en la cual los objetos se
comportaran de una manera
determinada y suministraran datos
relevantes para el problema. Uno
podía, por ejemplo, hacer rodar una
serie de esferas a lo largo de un plano
inclinado, variando el tamaño de las
esferas, la naturaleza de su superficie,
la inclinación del plano, etc. Tales
situaciones deliberadamente planeadas
son experimentos, y el papel del
experimento es tan capital para la
ciencia moderna, que a veces se habla
de «ciencia experimental» para
distinguirla de la ciencia de los
antiguos griegos.
4. Reunidos todos los datos elabórese
una generalización provisional que los
describa a todos ellos de la manera
más simple posible: un enunciado
breve o una relación matemática. Esto
es una hipótesis.
5. Con la hipótesis en la mano se
pueden predecir los resultados de
experimentos que no se nos habían
ocurrido hasta entonces. Intentar
hacerlos y mirar si la hipótesis es
válida.
6. Si los experimentos funcionan tal
como se esperaba, la hipótesis sale
reforzada y puede adquirir el status de
una teoría o incluso de un «ley
natural».
Está claro que ninguna teoría ni ley
natural tiene carácter definitivo. El
proceso se repite una y otra vez.
Continuamente se hacen y obtienen
nuevos datos, nuevas observaciones,
nuevos experimentos. Las viejas leyes
naturales se ven constantemente
superadas por otras más generales
que explican todo cuanto explicaban
las antiguas y un poco más.
Todo esto, como digo, es una versión
ideal del método científico. En la
práctica no es necesario que el
científico pase por los distintos puntos
como si fuese una serie de ejercicios
caligráficos, y normalmente no lo hace.
Más que nada son factores como la
intuición, la sagacidad y la suerte, a
secas, los que juegan un papel. La
historia de la ciencia está llena de
casos en los que un científico da de
pronto con una idea brillante basada
en datos insuficientes y en poca o
ninguna experimentación, llegando así
a una verdad útil cuyo descubrimiento
quizá hubiese requerido años
mediante la aplicación directa y estricta
del método científico.
F. A. Kekulé dio con la estructura del
benceno mientras descabezaba un
sueño en el autobús. Otto Loewi
despertó en medio de la noche con la
solución del problema de la
conducción sináptica. Donald Glaser
concibió la idea de la cámara de
burbujas mientras miraba ociosamente
su vaso de cerveza.
¿Quiere decir esto que a fin de cuentas
todo es cuestión de suerte y no de
cabeza? No, no y mil veces no. Esta
clase de «suerte» sólo se da en los
mejores cerebros; sólo en aquellos
cuya «intuición» es la recompensa de
una larga experiencia, una
comprensión profunda y un
pensamiento disciplinado.”
FUENTE: 1973. Asimov, Isaac: “100
preguntas básicas sobre la Ciencia”.
Alianza Editorial S.A.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)