Mostrando entradas con la etiqueta japón. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta japón. Mostrar todas las entradas

3/8/12

Hashima

La isla de Hashima, también conocida
como Gunkanjima (isla buque de
guerra) se encuentra a 19 kilómetros al
suroeste de la ciudad de Nagasaki,
Japón. Dicha isla albergó una mina de
carbón entre 1887 y 1974.
a isla fué comprada por la compañía
Mitsubishi en 1890, interesada en la
mina con la intención de probar la
extracción de carbón bajo el nivel del
mar.
Dicha compañía fué construyendo allí
un gran complejo industrial dotado
también de viviendas para los
trabajadores. Alrededor de toda la isla
se construyó un gran muro de
hormigón para protegerla de los
tifones.
Esta isla concentró una gran cantidad
de personas es un espacio muy
pequeño. El punto máximo se alcanzó
en 1959, cuando la isla alcanzó una
población de 5.259 personas, con una
densidad de 3.460 habitantes por
kilómetro cuadrado.
En la isla no estaban permitidos los
vehículos de motor (tampoco es que
hiciesen falta). Estaba dotada de
escuelas primaria y secundaria,
gimnasio, recreativos, cine-teatro, bar,
restaurantes, 25 tiendas, hospital,
peluquería, templos e incluso
prostíbulo.
Con el paso de los años la mina dejó
de ser rentable y la compañía
Mitsubishi anunció su cierre en 1974. A
partir de entonces la isla quedó
completamente abandonada. En ella
quedaron los edificios deshabitados,
que con el tiempo se han comenzado a
convertir en ruinas. Desde la costa se
puede observar la silueta de esta isla,
su fantasmagórico “skyline”, que por
su forma recuerda a la de un barco de
guerra.
En los siguientes enlaces podeis ver
una gran cantidad de fotos de la “isla
fantasma”:
- La isla en 1974 :
http://www.ne.jp/asahi/saiga/yuji/
gallary/1974/top.html
- Fotografías en B/N 1 :
http://www.ne.jp/asahi/saiga/yuji/
gallary/gunsu/thumbnail.html
- Fotografías en B/N 2:
http://www.ne.jp/asahi/saiga/yuji/
gallary/tsuki/thumbnail.html
Fuente:urbanity

HAIKU

El haiku es un poema breve, sin título
ni rima, organizado normalmente en 3
versos. Esta forma poética tiene su
origen en Japón, hace varios cientos de
años, aunque el término haiku no se
empezó a utilizar hasta el siglo XIX.
Estos poemas breves suelen capturar
un momento, situación o
acontecimiento, normalmente trivial,
que inspira al autor, dotandolo de una
trascendencia o espiritualidad especial.
Ya en el siglo XVII los poetas japoneses
decían “haikai es simplemente lo que
está sucediendo en este lugar, en este
momento”.
kagerô ya
me ni tsukimatou
warai gao
En las tinieblas
lo que ronda mis ojos
es su sonrisa.
Kobayashi Issa 小林 一茶
(1763 - 1827)

31/3/12

LA TEORIA DEL CENTESIMO MONO. MASA CRITICA

El primer mono fue Imo, una joven
hembra de 18 meses.
El doctor Lyall Watson desarrollaba a
principios de los 50 un singular estudio
con los monos de la Isla de Koshima
(Japón); consistía en introducir en su
dieta la patata; se las arrojaban en la
arena, y si bien, parecía serles
agradable el sabor dulce de la papa
cruda, las repudiaban con frecuencia
debido a la arena que se les quedaba
pegada.
Un día, los investigadores pudieron
observar como la mona llamada Imo
cogía una de esas patatas, se la llevaba
a un arroyo cercano y la lavaba, para
acto seguido comérsela; nunca antes
habían visto a ningún mono actuar así.
En los días siguientes Imo compartió
su descubrimiento con sus
compañeros de juego que empezaron
a imitarla; así durante los años
sucesivos (en un periodo que abarca
de 1952 a 1958) fue creciendo el
número de monos que actuaban de
estan manera; con frecuencia los
jóvenes.
Pero en el otoño de 1958 Lyall asiste a
un hecho sencillo pero completamente
inesperado y en cierta medida
perturbador; de un día para otro, el
total de los monos de la isla comían las
patatas después de lavarlas; y algo aun
más sorprendente; se constata que
este nuevo hábito se da también de
manera inmediata en las islas cercanas
e incluso en territorio continental.
¿Qué explicación puede tener este
fenómeno, esta eclosión ideológica o
expansión de conocimiento?
Los mecanismos por los cuales el
conocimiento pasa de ser propiedad
de unos pocos a hacerse universal son
complejos y serian quizás más
extraordinarios que el hecho en si,
pero Watson hace una consideración:
aquella mañana había 99 monos (es
un decir) que conocían el método;
cuando “el centésimo mono” lo
aprendió, se supero la “masa critica”
por la cual un conocimiento deja de
ser parte consciente de un grupo para
pasar a ser parte de la comunidad-
especie.
Esto le hizo suponer que en la
evolución de las especies hay
mecanismos diferentes de aquellos
que intervienen en la selección natural;
mecanismos que también inciden
sobre la manera en que se propagan
las ideas y costumbres por toda la
especie humana. A esto le llamo
"Teoría del Centésimo Mono".
La teoría del centésimo mono sigue
siendo controvertida y negada por la
mayoría de la comunidad científica de
la que por otro lado Watson es dotado
representante; biólogo, botánico,
zoólogo y antropólogo; un hombre de
formación multidisciplinar:
"Una vez se aprende a pensar en la
vida de esta forma más amplia, una vez
que se puede resistir a la vieja
tentación de dividir las cosas en
pequeñas piezas convenientes y
totalmente artificiales, algunas zonas
de este rompecabezas que llamamos
vida empiezan entonces a ponerse en
su sitio por propio acuerdo,
estableciendo conexiones que, de otra
forma, son muy difíciles de ver.
Rompemos las viejas barreras de
percepción y comprensión, como las
divisiones –creadas por nosotros-,
divisiones que nos fuerzan a afirmar
disciplinas separadas, que exigen
diferentes profesores y diferentes
departamentos universitarios. Todo
este asunto es ridículo"
"Lifetide: The Niology of
Consciousness".Lyall Watson
La teoría da para mucho más que
monos y patatas… la consecución de la
bipedestación o la oposición del
pulgar, la invención de la rueda o el
fuego, la práctica universalización del
monoteísmo o el surgimiento de las
grandes corrientes filosóficas…

21/3/12

Los Ainu: nativos omo-shiroi.

“Uno no puede sentirse
orgulloso de algo que no pudo
escoger, por ejemplo, uno no
puede escoger en qué grupo
nacer, pero si se es nativo, se
puede estar orgulloso de lo
que se hace con esa
característica.” Chisato
(“Kitty”) O. Dubreuil, ainu.
Los ainu (palabra que significa
"humano" en el idioma ainu)
son un grupo étnico indígena en
Hokkaidō y el norte de Honshu,
en la parte septentrional de
Japón, así como en las islas
Kuriles y la mitad meridional de
la isla de Sajalín en Rusia. Son
también conocidos como Ezo o
Yezo en japonés antiguo, y
como Utari (palabra que
significa "camarada" en idioma
ainu) que es como hoy en día
prefieren ser llamados.
De orígenes muy antiguos, a los
ainus se les ha atribuido
ancestros de tipo caucasoide o
australoide, sin embargo,
actualmente se les relaciona con
la expansión de los primeros
pobladores de Asia y con los
pueblos actuales de Siberia.
Aunque los ainus tienen
caracteríticas genéticas propias,
que demuestran su antigua
diferenciación de las demás
poblaciones contemporáneas de
la región. Estos resultados
concuerdan con los hallazgos
geológicos y arqueológicos: los
primeros pobladores de
Hokkaidô arribaron durante la
última glaciación hace más
de 18 mil años.
La cultura tradicional ainu es
muy diferente de la japonesa. Al
alcanzar determinada edad
dejaban de afeitarse, así que los
hombres más viejos tenían
enormes barbas y bigotes.
Hombres y las mujeres por igual
se cortaban el pelo de los lados
de la cabeza a nivel de los
hombros, pero en la parte
posterior el corte era
semicircular. Al comenzar la
pubertad, las mujeres se
tatuaban la boca, brazos, los
órganos genitales externos y,
en ocasiones, la frente. La
familia es patrilineal y
monogama, aunque otros
afirman que se prima la línea
materna, posiblemente como
resto del matriarcado (las
mujeres controlaban
secretamente un tipo de linaje
matrilineal, el shine huchi ikuru,
mediante cinturones totémicos).
De hecho, aún hoy, las mujeres
pasan largos periodos de
tiempo en su casa familiar antes
de acceder a la de su marido.
A pesar de ser los
descendientes directos de los
primeros pobladores, han sido
reprimidos y relegados por
las políticas gubernamentales
japonesas desde finales del
siglo XIX, cuando se les obligó a
dejar su forma de vida como
pescadores-cazadores-
recolectores para asumir la
forma de vida japonesa basada
en la agricultura. También se
les obligó a dejar sus ritos,
costumbres e idioma, y se les
forzó a utilizar nombres
japoneses . En la actualidad las
estadísticas dicen que existen
cerca de 25.000 ainu en Japón,
aunque se cree que la cifra es
superior ya que muchos de
ellos, como una forma de
protegerse de la
discriminación, niegan su
origen y se han mezclado en
matrimonio con los japoneses.
Los ainus tienen creencias
animistas o, en su caso,
sintoístas por lo que carecen de
templos. Sus creencias más bien
se centran en el respeto a la
naturaleza y a los animales, y la
veneración a los antepasados.
Todo en la naturaleza tiene un
"kamui" (espíritu divino) en su
interior. Hay una jerarquía de
"kamuis". El "kamui" más
importante es la abuela tierra (el
fuego), luego están los "kamuis"
de las montañas (animales
terrestres) y los del mar
(animales marinos).
"Aprendemos a ser
responsables y a respetar todo
lo que nos rodea. Los ainu
creemos que todo en la
naturaleza tiene un significado y
un propósito" , dice Shigeru
Kayano, Ainu.
Además, es centro de su cultura
el culto al oso. En primavera, el
canto del búho anunciaba el
inicio de la partida de la caza
del oso. Existen numerosos
tabúes en la partida: los sueños
de mal augurio pueden llegar a
hacer fracasar la expedición, se
evitan así las zonas en que los
ainu hayan sido heridos en
ocasiones previas, o al atravesar
un torrente se reza al kamui y se
erigen inau (varillas de sauce) en
su honor. Al llegar a la guarida
del oso, le saludan
amigablemente.
Si se podían coger los oseznos ,
eran llevados al poblado, donde
eran cuidados e incluso
amamantados por las
mujeres ainu. A los tres años,
los mataban lanzándoles flechas
decoradas a finales del invierno.
Sus movimientos eran
interpretados como signos de
alegría. Las cabezas, una vez
cercenadas, se colocaban entre
golosinas, y se les pedía que
relataran el trato recibido a
otros osos que, así, se
dejarían cazar con mayor
facilidad.
El sintoísmo, religión
mayoritaria en Japón , es una
forma sofisticada de animismo.
Aunque el sintoísmo no se basa
en dogmas o en una teología
compleja, a los japoneses les ha
dado un código de valores
prácticos, ha moldeado sus
comportamientos y determinado
su forma de pensar. Los
japoneses, como hijos de los
espíritus o kami, tienen ante
todo una naturaleza divina. Por
consiguiente, de lo que se trata
es de vivir en armonía con los
kami, y así uno podrá disfrutar
de su protección y aprobación.
Harto difícil, ya que se tratan de
más de 8.000.000 kamis. A
diferencia de los kami
japoneses, en el caso de los
kamui de los ainu, dichos
seres bajan a través de ellos,
teniendo su residencia en un
más allá, y adoptando diferentes
formas en el mundo humano,
como animales, plantas o
minerales.
Según se cuenta en el Kojiki (el
libro histórico más viejo que se
conserva relativo a la historia de
Japón), la kami Amaterasu,
kami del sol , es de la que
emana toda la luz, calidez y
compasión por aquellos que la
adoran. Nació de uno de los
ojos del dios Izanagi. Además
de a Amaterasu de su ojo
izquierdo, engendró también a
Tsukuyomi (el dios de la Luna)
de su ojo derecho, y Susanoo
(el dios de las tormentas y
tempestades) de su nariz.
Así, cuando Izanagi quiso
repartir su reino con sus tres
hijos, Amaterasu recibió el cielo,
Tsukuyomi recibió la la noche, y
Susanoo recibió el rayo, la tierra
y el mar; pero esto no era lo que
quería el dios: Susanoo se
enfureció para luego
enfrentarse con su hermana
mediante un concurso de poder
creador: consistía en crear
divinidades menores. En la
primera tanda, Amaterasu cogió
la espada de su hermano y, tras
romperla en tres fragmentos y
masticarla, aparecieron tres
hermosas diosas. Susanoo, para
poder superarla, cogió las
cuentas de la fertilidad de su
hermana y, con ella, creo cinco
dioses muy agresivos. Susanoo
se proclamó vencedor, aunque
su hermana, al pertenecerle a
ella las cuentas, dijo que ella era
la vencedora. Susanoo se negó
aceptarlo y destruyó los campos
de arroz llenando todos los
canales de irrigación de agua,
arrojó excrementos a los
palacios de la diosa y destrozó
la hilandería sagrada, hogar de
Amaterasu. A pesar de que la
diosa rogó a su hermano que se
calmase y dejase de causar
destrozos, el dios estaba en un
estado de cólera imparable y
descuartizó y repartió por la
hilandería el cuerpo del caballo
“celestial”. Amaterasu se
asustó tanto al ver al animal
sagrado muerto, que huyó
hasta una cueva, donde se
encerró, provocando la
oscuridad eterna.
Al no estar ella, el Sol no salía y
el mundo se cubrió de tinieblas,
los campos morían y el mundo
se helaba. Los demás dioses,
temiendo que las tinieblas
perduraran para siempre,
organizaron una fiesta en la
puerta de la cueva. Ama no
Uzume, la voluptuosa diosa
de la danza y la risa, dio la
vuelta a una bañera y se puso
a bailar sobre ella, marcando
el ritmo con sus pasos.
Finalmente, se deshizo de las
hojas y flores y bailó desnuda.
El resto de dioses hacían mucho
ruido gritando, riéndose y
animando. El ruido exterior
atrajo mucho la curiosidad de
Amaterasu, quien decidió echar
un vistazo a ver qué era lo que
pasaba, y le preguntó al que
estaba más cerca de la entrada.
Éste le contestó que había una
nueva diosa. Cuando Amaterasu
preguntó quien era, éste señaló
al espejo, y Amaterasu, que
nunca había visto su reflejo, se
quedó absorta en la imagen. Un
rayo de la luz llamado
"amanecer" escapó de sí
misma y se deslumbró por su
propio reflejo en el espejo.
Estaba tan sorprendida que
exclamó “Omo-
shiroi!” (fascinante!) . El dios
Ameno-Tajikarawo la sacó fuera
de la cueva y ésta fue sellada
con una cuerda sagrada.
Rodeada por la festividad, la
depresión de Amaterasu
desapareció y ella accedió a
regresar su luz al mundo. Desde
entonces, Uzume fue conocida
no sólo como el kami de la
festividad, la risa y la danza, sino
también como la de un nuevo
día, la del amanecer.
“Compañeros Ainu, los pilares
de la cultura Ainu son las
mujeres. Les pido que
eduquen a nuestros hijos y
nietos sobre el enorme poder
de las mujeres de tal forma
que crezcan con el orgullo de
haber nacido Ainu”
Peramonkoro Sunazawa,
ainu.

Fuentes:
http://
www.japonartesescenicas.org/
ainu.html
http://www.dantzan.com/
edukiak/aproximacion-a-la-
cultura-de-los-ainu
http://www.un.org/spanish/
works/culture/japan_story.html

14/3/12

LEYENDAS DE JAPÓN: LOS YUREI

Según las creencias Shintoistas todas
las personas están dotadas con un
espíritu o alma a la que llaman reikon.
Cuando una persona muere, el reikon
deja el cuerpo y se une a los reikon de
sus antepasados. Sin embargo si la
persona muere de forma inesperada y
violenta (en un asesinato o en un
suicidio) llevando consigo una fuerte
carga emocional o no habiendo
recibido un funeral apropiado el
reikon se convierte en un yurei, un
fantasma atormentado que permanece
en el mundo de los vivos buscando
venganza o para dar por finalizado
algún asunto. Los yurei se limitan a
merodear por sitios próximos al lugar
donde falleció apareciendo
normalmente entre las 2 y 3 de la
mañana. Muchos de estos yurei son
mujeres, el yurei masculino aunque
existe es menos común; quienes en
vida sufrieron alguna decepción
sentimental y cuyas emociones, celos,
penas y remordimientos en el
momento de su muerte les han
conducido a vengarse del responsable
de su sufrimiento. Cada yurei tiene su
propio nombre y su historia triste.
Muchas de las características del yurei
se derivan de los ritos funerales del
periodo Edo. Así los yurei aparecen en
blanco, el color con el se vestían, y
todavía se visten, a los difuntos de por
aquel entonces y con un pañuelo o
papel en forma triangular en la frente.
Los yurei empezaron a aparecer sin
pies a mediados del siglo XVIII. En el
teatro los actores representado a yurei
aparecían vistiendo kimonos largos
cubriendo sus piernas y con los brazos
extendidos y los dedos colgando.
"Tokaido Yotsuya Kaidan" y "Bancho
Sarayashiki" son dos de las historias
más famosas y conocidas sobre yurei.
En la primera Oiwa y su bebé recién
nacido son envenenados por su
esposo Iyemon, un samurai
empobrecido, para poder contraer
matrimonio con la nieta de un vecino
rico. Owai reaparece desfigurada por
los efectos del veneno y ejerce
venganza sobre su ex-marido. Existen
varias versiones de la segunda historia
pero la más conocida es en la que
Okiku, una criada en la residencia del
samurai Tessan Aoyama,
accidentalmente rompe uno de los
valiosos platos de porcelana que
estaba limpiando. Aoyama, enfurecido,
la mata y tira el cadáver en un pozo
antiguo. Okiku saldrá del pozo cada
noche para contar los platos,
rompiendo a llorar cuando la cuenta
va por el noveno.