Paul Marie Otlet (1868-1944) es
considerado el fundador de la ciencia
de la bibliografía y de lo que hoy en día
se considera la ciencia de la
Documentación. Sus mayores logros
incluyen la creación del Instituto
Internacional de Bibliografía (IIB), el
Repertorio Bibliográfico Universal
(RBU), la Clasificación Decimal
Universal (CDU) y distintos
documentos que sirvieron para
cimentar las ciencias anteriormente
citadas.
De todos ellos, destaca el Traité de
documentation (1932) la cual, hablaba
de un futuro en el cual la información
se encontrase disponible de manera
inmediata y universal. Muy similar en
esencia a lo que hoy llamamos
Internet.
La información, según la propuesta de
Otlet, se administraría en índices y sería
enviada según pedido a distintas
pantallas distribuidas No obstante, si
bien la misma requería de un intensivo
trabajo manual por parte de los
administradores, posee una curiosa
relación muy similar al concepto de
hipervínculos vistos hoy día, a la que
Otlet llamaba “enlaces simbólicos”.
Sin embargo, esta no era solo una
“idea alocada”. Otlet junto a otro
abogado, Henri La Fontaine, hacía 22
años que venía trabajando en un
gigantesco proyecto, ya fallido cuando
escribió su tratado anterior, de
recopilación de información
denominado Mundaneum. Cuyo
objetivo era acumular, catalogar y
presentar toda la información del
mundo (grandes ambiciones por
cierto). Sin embargo, su trabajo fue
ensombrecido por la Segunda Guerra
Mundial. Así, su instituto Mundaneum
fue destruido por los nazis.
Esta clasificación, se realizaba mediante
un sistema denominado Clasificación
Decimal Universal. Con el cual, más de
12 millones de tarjetas índice y
documentos relacionados serían
creados. Gradualmente la monumental
tarea perdería el apoyo con el que
había gozado en un principio, y
prontamente moriría en 1929 tras el
fracaso de la construcción final del
edificio sobre el cual se basaría el
proyecto.
Hoy, los remanentes del Mundaneum
son piezas de museo en
Bruselas