Este edificio, construido en 1968 en
Montreal, fue diseñado por Ludwig
Mies van der Rohe.
En el año 2008 cerró
definitivamente. Ante la intención de
demolerlo el Ayuntamiento de
Montreal lo declaró edificio histórico
en 2009. Ahora reabre sus puertas
como centro cultural.
Para suministrar la mayor parte de la
energía que precisa se han
habilitado pozos geotérmicos
alrededor del edificio.
Un buen símbolo del cambio de los
tiempos. Un edificio anodino
dedicado a comercializar derivados
del petróleo requiere de la
protección de las autoridades y en
su restauración se utiliza la última
tecnología en energías renovables.
¿Habrá que explicar en un futuro,
quizá muy próximo, a los niños que
era una gasolinera?
Via: arch-fabg.com