Esta mujer, genial fotógrafa, plasmó en
blanco y negro las olimpiadas de 1936,
grandes imágenes que según ella,
constituían " El documento intemporal
de una gran idea, un himno a la
belleza y a la competición"
Leni Reifenstal comenzó como
bailarina, más tarde como actriz y por
último, por lo que realmente destacó,
como cineasta y fotógrafa. Su mayor
error, desde nuestra perspectiva
histórica y moral, fue ofrecer todo su
talento y dedicación a Adolf Hitler, tras
quedar impresionada por el dictador
en un mitin. A través de Rudolf Hess,
Hitler le ofreció filmar la concentración
del Partido Nazi en el Campo Zeppelín
de Núremberg en 1933 ya que el
dictador también se había quedado
muy impresionado con el primer
trabajo de Leni como directora
cinematográfica con La Luz Azul,
(1932). Riefenstahl aceptó la propuesta
y realizó lo que hoy se conoce como La
Trilogía de Nuremberg, uno de los
documentales político-
propagandísticos más efectivos jamás
filmado.
Pero el trabajo que aquí nos interesa
pertenece a su siguiente obra, el
megadocumental de más de cuatro
horas de duración Olympia (Parte I
Festival de las Naciones y Parte II
Festival de la belleza, 1938), en la que
filmó los Juegos Olímpicos de Berlín
1936, conocidos como las Olimpiadas
de Hitler. Verdadero hito
cinematográfico ya que nunca antes se
habían filmado unos JJ. OO. Sobre este
film pesa la controversia de ser
también un trabajo propagandístico a
favor del régimen nazi, debido a su
alto contenido político. Aun así, cabe
destacar los peculiares enfoques en los
detalles instantáneos del movimiento,
las tomas en cámara lenta (hoy en día,
sus técnicas de tomas en movimiento
son muy usadas) además de introducir
avances técnicos y de producción
utilizados por Riefenstahl en estos
trabajos, ya que fue pionera en la
utilización de medios y formas de
rodaje y post-producción muy
comunes hoy día en las producciones
audiovisuales, pero indudablemente
innovadores en la época.
En 1938, ya con una gran fama
precedente como cineasta del nazismo,
Hollywood la invitó para promover la
película Olympia; René Clair sugirió que
la película le fuese exhibida al
presidente de los Estados Unidos,
Franklin D. Roosevelt, en la Casa
Blanca. La proyección tuvo lugar y la
opinión del presidente demócrata y
líder de la Segunda Guerra fue
terminante: “-No exhiban nunca esta
película. Consérvenla, pero no la
muestren. Si el público llega a verla,
quedará convencido de que los nazis
son invencibles. Es una película que
desmoraliza nuestro esfuerzo bélico. “.
Aún así pudo entrevistarse
privadamente con Walt Disney; pero
este cortésmente rechazó ser su aval
ante los ejecutivos de Hollywood por
diferencia de convicciones políticas no
acordes con el pensamiento político
convencional americano. Más tarde
Disney negó haber tenido contacto
alguno con Riefenstahl
Por trabajar para la Alemania de Hitler
se le tacho de Nazi, mal viviendo tras la
guerra.Tras perderse la II Guerra
Mundial, Leni es perseguida y
difamada. Fue detenida por los
americanos, puesta en libertad y
detenida de nuevo por los franceses.
Una vez liberada por completo, regresó
a Alemania, donde fue recluida en un
manicomio en el que fue sometida
durante tres meses a electro-shock
como parte del proceso de
“desnazificación”
