Esta fotografía se tomó en el frente de
Cerro Muriano, en Córdoba, el 5 de
septiembre de 1936. Durante un
tiempo se dudó de que fuese
auténtica, es decir, que estuviese
hecha en el preciso instante del
disparo, en el campo de batalla,
aunque posteriormente se ha
verificado su autenticidad e incluso se
ha identificado al miliciano al que han
disparado como Federico Borrell
García. Es imaginable el riesgo que
corría Capa si estaba a esa distancia de
las balas.
Robert Capa fue, parece ser que a su
pesar, uno de los más conocidos
fotógrafos de Guerra del siglo XX, si no
el que más, desde las campañas en la
Guerra Civil Española al desembarco
Aliado en Normandía, fotos que casi se
perdieron por un error en el
laboratorio de revelado. Las fotos que
se pudieron recuperar se publicaron
en el libro "Slightly out of focus",
curiosa denominación debida al
estado en que se encontraban las
imágenes.
La polémica y discusión sobre la
veracidad de esta imagen siempre han
acompañado a la foto. En realidad, lo
cuestionado no es que se realizara en
el frente ni que fuera un anarquista
que luchaba ( parece que aunque no
muriera en ese preciso instante, si lo
hizo en la contienda), sino si fue
realmente tomada en el momento en el
que el soldado era abatido por fuego
enemigo, y no un posado que recreara
dicha situación. Intentaré resumir los
argumentos que han hecho dudar de
su veracidad.
Por un lado, esa misma mañana Rober
Capa estuvo haciendo fotos posadas
con el grupo de milicianos a los que
acompañaba. En segundo lugar,
algunos estudiosos de la imagen han
señalado que no se aprecia el impacto
ni el dolor. También se especuló con el
posado porque existía otra foto
tomada exactamente en el mismo sitio
con una víctima distinta. Este
argumento podría rebatirse alegando
que el que hubiera distintos "modelos"
en un mismo escenario podía indicar
que Capa tenía una posición en la
trinchera desde la que pudo tomar
varias imágenes similares, por ser el
blanco de ametralladoras enemigas.
Otro argumento que se ha señalado
para rebatir la veracidad de la foto
tiene que ver con la mano izquierda
del miliciano: según forenses y
criminólogos, nadie que esté cayendo
hacia atrás mantiene los dedos de esa
mano flexionados, pues
instintivamente se abren y se flexiona
la muñeca hacia atrás para parar la
caída.
Independientemente de cuál sea la
verdad (aunque está bastante probada
la veracidad de la imagen) esta
fotografía se ha convertido en todo un
icono de la Guerra civil ( y de todas las
guerras en general) y por eso, y por su
calidad, siempre merecerá el puesto
que ocupa entre las mejores imágenes
de la historia