Lou:
"Que yo sufra mucho carece de
importancia comparado con el
problema de que no seas capaz, mi
querida Lou, de reencontrarte a ti
misma.
Nunca he conocido a una persona más
pobre que tu.
Ignorante pero con mucho ingenio.
Capaz de aprovechar al máximo lo que
conoce.
Sin gusto pero ingenua respecto de
esta carencia.
Sincera y justa en minucias, por tozuda
en general, en una escala mayor, en la
actitud total hacia la vida:
Insincera.
Sin la menor sensibilidad para dar o
recibir.
Carente de espíritu e incapaz de amar.
En afectos, siempre enferma y al borde
de la locura.
Sin agradecimiento, sin vergüenza
hacia sus benefactores…
En particular:
Nada fiable.
De mal comportamiento.
Grosera en cuestiones de honor…
Un cerebro con incipientes indicios de
alma.
El carácter de un gato: el depredador
disfrazado de animal doméstico.
Nobleza como reminiscencia del trato
con personas más nobles.
Fuerte voluntad pero no un gran
objeto.
Sin diligencia ni pureza.
Sensualidad cruelmente desplazada.
Egoísmo infantil como resultado de
atrofia y retraso sexual.
Sin amor por las personas pero
enamorada de Dios.
Con necesidad de expansión.
Astuta, llena de autodominio ante la
sexualidad masculina."
Paul Ree, amigo de Nietzsche (en la
foto, junto con éste y Salomé) fue
quien les presentó. Parece que Paul y
Lou Salomé viviían una aventura
cuando Niezsche, sorprendentemente,
le propuso matrimonio a pesar de
haberse configurado como un
misógino redomado que odiaba al
sexo femenino en general; parece que
creyó haber econtrado en Lou a la
única mujer que sería capaz de
entenderlo. Ella no lo aceptó pero a
cambio propuso a ambos hombres
enamorados unirse en una triada de
producción y trabajo intelectual. Una
foto en la que aparecen los tres, con
Lou conduciendo el carro quiso ser
una alegoría de este pacto. Finalmente,
el trio se separó. Salomé y Rée viajaron
a Berlín y vivieron juntos hasta unos
años antes de que Salomé firmara un
matrimonio célibe con el profesor de
lingüística Carl Friedrich Andreas. A
pesar de su oposición al matrimonio y
de sus relaciones abiertas con muchos
otros hombres, Salomé y Andreas
permanecieron casados desde 1887
hasta la muerte de Andreas en
1930.