No debía de ser muy lista esta María
Antonieta (1755-1793), esposa de Luis
XVI, aunque éste creo que tampoco iba
muy sobrado de luces, tanto es así que
el día de la toma de la Bastilla escribió
en su diario un breve "Hoy no ha
pasado nada".
Bueno de lo que queríamos hablar es de su
esposa María Antonieta, una mujer
realmente frívola y voluble, dada a
gustos carísimos que la hacían
aparecer a los ojos de los parisinos
como una verdadera despilfarradora y
que además ejercía una influencia
realmente considerable y no
demasiado positiva en su marido, el
rey. Finalmente terminó perdiendo su
esbelto cuello en la guillotina a base
de estupideces como la que sigue:
Durante los primeros días de las
revueltas revolucionarias le pregunto a
una de sus asistentas por la razón de
tanto alboroto y esta le contestó:
- "Majestad, el pueblo tiene hambre.
Esas gentes ni siquiera tienen pan"
A la reina, no se le ocurrió otra cosa
que contestarle de forma cínica y sobre
todo desalmada con un estúpido:
- "Pues que coman pasteles"
Como curiosidad añadir que las copas
en las que tradicionalmente tomamos
el champan, las del tipo "rosemary",
esas que son anchas y de poca
profundidad, parecen tener como
molde los pechos de María Antonieta,
que era una gran aficionada al
espumoso francés.
El cuadro que acompaña el texto
representa a una joven María
Antonieta y es obra de Martin van
Meytens.