Louis Braille (1809-1852), el hombre 
 que construyó un alfabeto de letras 
 realzadas para el uso de los ciegos, 
 era ciego desde los tres años. El 
 sistema Braille, que es una evolución 
 del sistema de Charles Barbier para 
 escribir con puntos, tiene sesenta y 
 tres combinaciones de seis puntos en 
 relieve. 
 Uno de los más grandes oradores de 
 todos los tiempos, Demóstenes 
 (384-322 a. de C.), era un tartamudo 
 que luchó tenazmente para vencer 
 ese defecto, inclusive poniéndose a 
 veces piedras pequeñas en la boca y 
 practicando sus discursos en voz alta. 
 La actriz polaca Helena Modjeska 
 (1844-1909) era popular entre sus 
 seguidores por su estilo realista y 
 emotivo al actuar. Una vez dio una 
 conferencia en su lengua nativa, en 
 una comida entre gente que no sabia 
 nada de polaco, y sus oyentes 
 lloraban cuando terminó. Resultó que 
 la actriz sólo había recitado el alfabeto 
 polaco. 
 Casi nadie habla ruso en la provincia 
 de Georgia, donde nació José Stalin. 
 Los rusos de todas partes se 
 encuentran con que tienen que 
 aprender georgiano a fin de poder 
 comunicarse allí. Cuando el gobierno 
 de Moscú trató de hacer obligatorio el 
 ruso en 1977, hubo tumultos en las 
 calles, y los soviéticos se echaron 
 atrás. 
 La palabra millón no existió sino hasta 
 el año 1300. Hasta entonces, la 
 palabra para expresar el mayor 
 número conocido era miríada, la 
 palabra griega para indicar 10,000. 
 Arquímedes, al calcular el número de 
 semillas de amapola en todo el 
 universo que él conocía, usó la 
 expresiones que significaban 
 “miríadas de miríadas de miríadas…” 
 El filósofo francés Descartes sugería 
 que los simios y los monos tienen la 
 habilidad de hablar, pero que no lo 
 hacen para evitar que los pongan a 
 trabajar. 
 La prodigiosa memoria de Winston 
 Churchill le hacía posible repetir 
 palabra por palabra una conferencia 
 o toda una obra de Shakespeare. 
 En la Unión Soviética existen más de 
 170 nacionalidades diferentes y más 
 de 200 lenguas y dialectos. 
 La práctica de unir los caracteres del 
 alfabeto para producir las pequeñas 
 letras que se usan hoy en la escritura 
 manuscrita, tuvo su origen en los 
 monasterios de la Edad Media. Los 
 amanuenses encontraron que era 
 más fácil escribir palabras completas 
 sin levantar la pluma del papel. 
 Conectaron entre sí los caracteres 
 individuales, en vez de escribir un 
 signo, levantar la pluma y escribir otra 
 letra, y así sucesivamente. 
 Se podría decir que el ameslan es la 
 cuarta lengua más utilizada en los 
 Estados Unidos. Ameslan son las 
 siglas para indicar el lenguaje 
 americano de signos usados por los 
 mudos (American Sign Language). Los 
 tres idiomas más hablados en los 
 Estados Unidos son el inglés, el 
 español y el italiano. 
 La mayor parte de los indios del 
 Caribe que habitaron alguna vez las 
 Antillas Menores (Indias 
 Occidentales), tienen tres lenguas 
 diferentes. Una la usan los hombres, 
 pero las mujeres pueden usarla al 
 hablar con un hombre. La segunda es 
 la de las mujeres; los hombres sólo la 
 usan cuando se burlan de las mujeres 
 o las citan. La tercera, nunca 
 aprendida por las mujeres, es la que 
 usan los hombres en consejo de 
 guerra. 
 El Londres del siglo XVII pasó por una 
 época de imitación de la arquitectura 
 griega. Las crecientes y prósperas 
 clases medias edificaron en la ciudad 
 casas con elementos de templos 
 griegos, de arquitectura clásica. 
 Techos en pico se colocaron sobre las 
 estructuras principales (como en los 
 templos griegos) y fueron sostenidos 
 con pilares en el frente. Esa era la 
 parte particularmente ática de la casa 
 y, como consecuencia, un cuarto 
 situado inmediatamente bajo el techo 
 terminado en pico se convirtió en un 
 ático . 
 Todos los alfabetos principales del 
 mundo han tenido su origen en un 
 alfabeto inventado hace 3,600 años 
 en el Oriente Medio y que se conoce 
 como el Alfabeto Semítico 
 Septentrional. 
 Tras un esfuerzo enorme de doce 
 años, en una hazaña singular de 
 erudición, el orfebre cherokee 
 Sequoyah (1770-1843) creó un 
 alfabeto (un silabario de ochenta y 
 seis caracteres) para el lenguaje 
 cherokee. Su nación lo adoptó, y en 
 sólo siete años se transformó en una 
 sociedad literaria con un periódico 
 semanal. El árbol sequoia es su 
 monumento viviente. 
 Un maestro londinense propuso que 
 en las aulas de la Inglaterra 
 renacentista, además del latín, se 
 enseñara el inglés. Nadie hizo mucho 
 caso de la propuesta. Se pensaba que 
 el inglés era como un dialecto que 
 todos conocían y no se usaba en 
 libros escolares. 
 George Schmidt, del servicio de 
 traducción de las Naciones Unidas, 
 puede traducir 66 idiomas y hablar 
 133 con fluidez. 
 Hoy, los hospitales son lugares en los 
 que dan cuidados médicos y 
 quirúrgicos y se cura la gente. En la 
 Edad Media, hospital quería decir 
 lugar de refugio y descanso para los 
 huérfanos, ancianos y enfermos: un 
 lugar hospitalario . Este significado 
 sobrevive en nuestras palabras hostal 
 y hotel . 
 Existía una mayor diversidad de 
 idiomas en América del Norte, cuando 
 llegaron los españoles, que en todas 
 las naciones del Viejo Mundo. Había 
 aún una mayor variedad en 
 Sudamérica que en Norteamérica. Los 
 cálculos más conservadores estiman 
 que el número de lenguas, 
 mutuamente no inteligibles, en 
 América del Norte fluctuaba entre 
 quinientas y mil, y en América del Sur, 
 por lo menos el doble. 
 Sólo porque una palabra sea hoy de 
 uso común, no significa que se haya 
 usado durante mucho tiempo. La 
 palabra scientis (científico) no existía 
 hasta que la acuño el erudito inglés 
 William Whewell, en 1840. A veces es 
 el significado lo que es nuevo. La 
 palabra energía, por ejemplo, se 
 usaba hace mucho tiempo, pero no 
 se empleó en el sentido moderno – 
 como un término de física- hasta 
 1807. 
 La frase de Winston Churchill “Sangre, 
 sudor y lágrimas”, de la Segunda 
 Guerra Mundial, tenía una larga 
 tradición. John Donne, en 1611, 
 escribió: “Apacígualo con tus lágrimas, 
 o tu sudor, o tu sangre”. Lord Byron, 
 en 1823: “Sangre, sudor y millones 
 retorcidos por las lágrimas ¿por qué? 
 ¡Por renta!” Lord Alfred Douglas, en 
 1919: “La poesía se forja lenta y 
 pacientemente, eslabón por eslabón, 
 con sudor y sangre y lágrimas.” El 
 mismo Churchill empleó la frase en 
 1931 escribiendo sobre los ejércitos 
 del zar antes de la Revolución Rusa: 
 “Su sudor, sus lágrimas, su sangre 
 empaparon la planicie sin fin.” 
 Cristal procede de una palabra griega 
 que significa hielo . Cuando se 
 encontraron los primeros cristales de 
 cuarzo, tan asombrosa era su 
 cualidad de transparencia, que se 
 pensó que eran hielos que por alguna 
 razón no se fundían. La palabra cristal 
 se usó como sinónimo de 
 transparencia. Por eso hablamos de la 
 bola de cristal de una adivina, aunque 
 sólo sea una esfera de vidrio. 
  
  
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