11/3/12

La primera mujer matematica

Teano, nació en Crotona (Grecia) en el
siglo VI a. C. Su padre, Milón, era un
hombre muy rico que valoraba la
importancia de las artes y de las
ciencias hasta el punto de ser mecenas
de Pitágoras.
Cuando Teano tuvo la edad adecuada,
su padre la envió a la escuela
pitagórica, como alumna de Pitágoras,
para que estudiara y aprendiera la
ciencia matemática.
En aquella época la mujer estaba
marginada de las actividades
científicas, pero la Escuela Pitagórica
estaba formada por los seguidores de
Pitágoras (572 - 497 a. C.). En la
influyente escuela pitagórica las
Matemáticas se estudiaban con pasión.
Se afirmaba "todo es número" ya que
se creía que en la naturaleza todo
podía explicarse mediante los
números. Daban mucha importancia a
la educación tanto de hombres como
de mujeres, que no se limitaba a las
artes útiles, sino que también se
ocupaba del lenguaje y del rigor del
razonamiento. Consideraban
importante que una mujer fuera
inteligente y culta.
Teano estudió mucho y trabajó con
gran dedicación, por lo que, al cabo de
algunos años, se convirtió en maestra.
Según los historiadores Teano escribió
muchas obras. Se le atribuye haber
escrito tratados de Matemáticas, Física
y Medicina, y también sobre la
proporción áurea. Se conservan
fragmentos de cartas. La mayor parte
de los textos que nos han llegado de
mujeres de esta época, quizás por ser
los que resultaban más interesantes a
los religiosos que los han conservado,
hablan de problemas morales o
prácticos. A Teano se le atribuye un
tratado Sobre la Piedad del que se
conserva un fragmento con una
disquisición sobre el número. Veamos
un fragmento de una reflexión:
“He oído decir que los griegos
pensaban que Pitágoras había dicho
que todo había sido engendrado por
el Número. Pero esta afirmación nos
perturba: ¿cómo nos podemos
imaginar cosas que no existen y que
pueden engendrar? Él dijo no que
todas las cosas nacían del número,
sino que todo estaba formado de
acuerdo con el Número, ya que en el
número reside el orden esencial, y las
mismas cosas pueden ser nombradas
primeras, segundas, y así
sucesivamente, sólo cuando participan
de este orden."
Teano se casó con Pitágoras, que era
mucho mayor que ella. Tuvieron tres
hijos, que al pasar los años, trabajarían
con ella. Sin embargo, la maternidad
nunca la alejó del estudio, y a las
clases añadió la escritura de tratados
de matemáticas, física y medicina. Al
igual que el resto de los pitagóricos,
sostenía que todos los objetos
materiales estaban compuestos por
números naturales; sin embargo, fue la
primera en plantear la existencia del
número áureo como esencia del
universo, también destacó en el
estudio de la cosmología. Dichos
fundamentos han sido ampliamente
estudiados por los matemáticos.
También se dedicó al estudio de la
cosmología y a la escritura de tratados
de matemáticas (sobre todo, a cerca de
la proporcionalidad), de física y de
medicina.
Descubrieron que había magnitudes
conmensurables e inconmensurables,
a las que se refirieron con números
que llamaron, respectivamente,
racionales e irracionales. Conoció las
ocho formas de una proporción y su
propiedad fundamental.
Como buena pitagórica, creía y
defendía que todos los objetos
materiales estaban compuestos por
números naturales, por lo que la
medida de cualquier cosa se podía
expresar con una medida exacta.
Sin embargo, también fue la primera
que planteó la existencia del número
áureo como esencia del universo.
Se conservan fragmentos de cartas
suyas en los que se puede ver una
pequeña parte de su pensamiento.
Diógenes Laercio sobre relata sobre
Teano:
… Y Pitágoras tenía una esposa ,
llamada Teano, hija de Brotino
Crotoniata. Pero algunos dicen que ella
era la esposa de Brotino, y sólo
alumna de Pitágoras. Y ella tenía una
hija llamada Damo, mencionada por
Lysis en su carta a Hiparco, donde dice
de Pitágoras “Y muchos dicen que
filosofas en público, como solía hacer
Pitágoras; quien, cuando le confió sus
Comentarios a Damo, su hija, le
encargó que no lo divulgara a nadie
que no fuera de la casa. Y ella, aunque
podría haber vendido sus discursos
por mucho dinero, no lo haría, porque
su voto de pobreza y obediencia a su
padre valía más que el oro.[…] ningún
escrito dejó Telauges; pero quedan
algunos de su madre Teano”.
También se menciona a Teano en un
epigrama de Sócrates (no el filósofo)
que se conserva en la Antología
Palatina:
- Dime, predilecto de las Musas,
Pitágoras ilustre, ¿cuántos cerca de ti
descienden a competir en la asamblea
filosófica, cosechando grandes éxitos?
- Escucha Polícrates: la mitad de ellos
se dedica a fondo a fascinantes
problemas de cálculo; un cuarto
reflexiona sobre la naturaleza inmortal;
un séptimo vive en total silencio y en
un eterno diálogo interno; tres son
mujeres, entre las que sobresale
Teano.”
A la muerte de Pitágoras, ocurrida
durante una rebelión contra el
gobierno de Crotona en la que la
escuela pitagórica fue destruida y sus
componentes asesinados o expulsados
de la ciudad, Teano sucedió a
Pitágoras en la jefatura de la dispersa
comunidad pitagórica y con la ayuda
de sus hijas (una de las cuales se
llamaba Pintis) difundió los
conocimientos matemáticos y
filosóficos por Grecia y Egipto.
Por desgracia, Teano no figura en los
diccionarios enciclopédicos (1), ni
siquiera como esposa de Pitágoras, a
pesar de ser la única integrante
conocida del grupo de los pitagóricos,
cuyos nombres se han perdido en la
noche de los tiempos.
Y, aunque es conocida como la
primera mujer matemática de la
historia, su saber y su trabajo se
ramifica en otras vertientes del
conocimiento, como la medicina y la
astronomía. Por lo que bien puede ser
considerada como una precursora de
la investigación científica, en general.
También se atribuye a Teano, junto
con su hija Pintis, un tratado sobre la
castidad cuyo contenido, junto a las
virtudes pitagóricas de prudencia,
justicia, fortaleza y templanza y la
congregación de los pitagóricos en una
comunidad, parece sugerir los inicios
de esa vida conventual de meditación y
recogimiento que constituiría, siglos
más tarde, la alternativa a la vida de las
cortesanas. Únicas dos formas de
sustraerse a la anulación cultural que
el modelo social de mujer establecía.
Anécdota sobre Teano
Se cuenta que un discípulo joven se
prendó de Teano en cuanto la vio y
preguntó su edad a Pitágoras, quien le
respondió: "Teano es perfecta y su
edad es un número perfecto".
"Maestro, ¿no podría usted darme más
información?", insistió el enamorado, a
lo que el pensador contestó: "La edad
de Teano, además de ser un número
perfecto, es el número de sus
extremidades multiplicado por el
número de sus admiradores que es un
número primo"
“Género y Matemáticas” de Lourdes
Figueiras, María Molero, Adela Salvador
y Nieves Zuasti, publicado en 1998 por
la editorial Síntesis.