La admiración que Sander sentía por la fuerza y la franqueza de este albañil es evidente y se convierte en el principal elemento de información emocional en esta imagen. Los ladrillos parecen extremadamente pesados, y sin embargo, el joven los equilibra sobre los hombros como si fueran ligeros. El fondo negro y el rayo de luz, que ilumina rostro y cuerpo en diagonal, confieren a esta fotografía un aspecto mágico y etéreo en marcado contraste con la irregularidad de los ladrillos. Aunque la intención de Sander no era mostrar al albañil en plena faena, la imagen proporciona al espectador información precisa sobre el trabajo, la fuerza y el vigor necesarios para realizarlo. En otros retratos de la serie, como los de los granjeros, abogados o artistas, Sander desvela la clase de profesión de un sujeto mediante gestos, ropa y escenario.
La fotografía que August Sander tomó de un joven albañil en la ciudad de Colonia a finales de 1920 pertenece a la serie Gente del siglo XX. Cuando empezó esta serie, Sander era un fotógrafo experto consciente de la importancia de aspectos como la pose, la luz y la composición. Creó centenares de fotografías para esta colección, que se ha conservado como un ejemplo destacable de la importancia del retrato descriptivo.
Aunque le interesaba fotografiar y documentar "esterotipos" también tenía en cuenta la individualidad de cada uno de los sujetos. En Albañil retrata a un joven atlético y atractivo, que posa con gracia ante la cámara y mira fijamente al espectador
"Nada me parece más detestable que la fotografía empalagosa llena de fingimiento, poses y trucos. Por eso me he permitido contar la verdad sobre la gente y nuestro tiempo de manera sincera"
Fuente: Cuando la foto es un arte Ed. Lunwerg