Dicen los chinos que su gran muralla
es la única construcción terrestre
visible desde la Luna. También lo
afirmaba un libro de 1938 de Richard
Halliburton, titulado “Second Book of
Marvels”. Dicha creencia ha persistido y
ha adquirido un estatus de leyenda
urbana, a pesar de ser mentira. De
hecho, la Gran Muralla tiene
únicamente pocos metros de ancho,
de un tamaño aproximado al de las
carreteras. Además es casi del mismo
color que el suelo que la rodea.
No es más visible que otras
construcciones humanas.
Lo que no quiere decir que no sea una
obra enorme y tremenda. Aunque,
curiosamente, no se conoce la longitud
de la muralla. Se suele decir que tiene
unos 5.000 kilómetros, pero como es
una construcción sinuosa, con infinitas
evoluciones, añadidos y destrozos, es
prácticamente imposible saberlo. Hoy
en día, contando sus ramificaciones y
construcciones secundarias, se calcula
que tiene 8.851,8 kilómetros de largo,
desde la frontera con Corea al borde
del río Yalu hasta el desierto de Gobi,
aunque al día de hoy sólo se conserva
un 30% de ella.
En promedio, por otro lado, mide de 6
a 7 metros de alto y de 4 a 5 metros de
ancho.
Se trata sin duda de la construcción
defensiva más grande creada por el
hombre. Aunque, precisamente, en
este aspecto, el defensivo, dejó mucho
que desear. Incluso, en la práctica,
llegó a ser inútil. Se levantó con la idea
de impedir el descenso de los
nómadas de las altiplanicies de
Mongolia a las llanuras chinas, y esta
función la cumplió mientras estos
asaltantes eran pequeños grupos de
bandoleros. Pero cuando tuvo que
detener a ejércitos bien organizados
fue rápidamente superada.
Los primeros europeos que la visitaron
fueron los religiosos jesuitas, en los
siglos XVI y XVII, y fueron ellos los que
sentaron las bases de un mito que
viajeros posteriores alimentaron con
entusiasmo.
Antes de seguir sería necesario dejar
clarico que es bastante antigua,
aunque sus primeros fragmentos,
muros levantados por cada uno de los
estados con fines defensivos, se
remontan a la época de los Reinos
Combatientes, entre el V y III a. C.
Estos sistemas defensivos se
convirtieron en un sistema unitario
cuando Ch’in Shih Huang-Ti unificó el
imperio entre el 221 y 206 a. C.. Este
muro conectaría las diversas
fortificaciones existentes a lo largo de
la nueva frontera norte. El transporte
de una gran cantidad de materiales
necesarios para la construcción fue
difícil, por lo que los constructores
utilizaron los recursos locales como las
piedras en las construcciones de
montaña y la tierra apisonada para la
construcción en la llanura.
No hay registros históricos que
indiquen la longitud exacta y el
trazado de muralla en la dinastía Ch’in,
pero a pesar del debate entre los
historiadores y la ausencia de
acontecimientos históricos, en la
imaginación popular china tenia el
apodo de "muro de diez mil li" (5 760
km en el valor de li de la dinastía
Ch’in).
La siguiente dinastía, los Han (entre el
206 a. C. y el 220 de nuestra era), llevó
adelante la obra, construyendo nuevos
tramos, como sucedió después
durante el periodo de los Tres Reinos
(220-618).
Ya desde finales del siglo V la Gran
Muralla perdió su importancia
estratégica y fue abandonada, pues
China se incorporó al vasto imperio
Mongol y una línea divisoria dentro de
un estado unitario era ridícula.
Tras la expulsión de los mongoles y el
despertar de la conciencia nacional
China, vuelve a generarse interés por
la imponente barrera defensiva. Esto se
producirá durante la dinastía Ming,
iniciada en 1368, que la hizo
reconstruir sobre el trazado anterior,
dando como resultado la obra que
conocemos hoy en día. Ahora no solo
tenía una función defensiva sino
también como vía de comunicación.
El hecho es que después de los Ming,
que se mantuvieron en el poder hasta
1644, la fortificación fue nueva y
definitivamente abandonada, llegando
a tal grado de degradación que en
ciertas zonas desapareció.
Y lo cierto es que la construcción de
semejante obra, en especial la primera
muralla, la dinastía Ch’in, fue una
empresa colosal. En torno a ella se
cuenta muchas historias sobre la
crueldad y dureza de la construcción.
Así, por ejemplo, los pobladores de las
provincias cercanas fueron arrancados
de sus tierras y obligados a trabajar en
la obra.
Se dice que si entre una piedra y otra
quedaba el espacio suficiente para
clavar un clavo, inmediatamente la
cabeza del culpable rodaba por el
suelo. Centenares de viudas lloraron
por sus jóvenes maridos, muertos por
la dureza del descomunal trabajo.
Entre estas historias se cuenta la de
una chica llamada Chiang Nu, que
esperaría durante diez años el retorno
de su esposo, hasta que, en un
momento de valor, se fue a buscarlo.
Los soldados, al llegar, le contestaron,
riendo, que su marido había muerto y
que para poderlo ver tendría que
demoler la muralla ella sola. Entonces
Chiang Nu se dirigió a los dioses y lloró
tanto que las lágrimas socavaron el pie
de la muralla y ésta se derrumbó
apareciendo entre las piedras el
cuerpo de su esposo difunto.
No pudo trasladarlo al pueblo y darle
honrosa sepultura, así que lo enterró
allí mismo, bajo un túmulo, y encima
plantó un arbusto verde, como era
costumbre.
Más allá de la leyenda, lo cierto es que
los trabajos de la primera muralla
duraron diez años y exigieron el
trabajo de unos 300.000 hombres. Y a
estos hay que sumarles otros tantos
que se emplearon durante la segunda
muralla, en la época Ming. Y en ambas
épocas los encargados no brillaban
precisamente por sus dotes
humanitarias. Se habla de millones de
muertos durante su construcción.
Si bien algunas partes al norte de
Pekín y cerca de centros turísticos se
han conservado, e incluso
reconstruido, en muchos lugares el
muro está en muy mal estado. Muchas
de sus piedras se han empleado para
construir casas y carreteras. Más de 60
kilómetros de la muralla en la provincia
de Gansu pueden desaparecer en los
próximos 20 años, debido a la erosión
de las tormentas de arena. En muchos
lugares, la altura de la pared se ha
reducido de más de cinco metros a
menos de dos metros.
La muralla fue nombrada Patrimonio
de la Humanidad por la Unesco en el
año 1987. El día 7 de julio de 2007 se
dio a conocer que la muralla china fue
elegida como una de las ganadoras en
la lista de las Siete Maravillas del
Mundo Moderno.
A propósito de lo que hablábamos al
principio, sobre si se veía o no desde
el espacio, Neil Armstrong afirmó: "No
creo que, por lo menos con mis ojos,
hubiera alguna construcción humana
visible para mí. No he conocido a nadie
que me haya dicho que han visto la
Muralla China desde la órbita terrestre.
Le he preguntado a mucha gente,
particularmente a gente del
transbordador, que han orbitado
varias veces sobre China durante el
día, y aquellos con los que he hablado
no la han visto".
En fin. Otra de esas grandes obras
made in human…
Mas info y fuentes por aquí: http://
es.wikipedia.org/wiki/
Gran_Muralla_China , aquí: http://
www.portalplanetasedna.com.ar/
pared1.htm , aquí: http://
www.tudiscovery.com/guia_china/
china_monumentos/china_muralla/
index.shtml , aquí: http://
www.elpais.com/articulo/cultura/
muralla/china/mide/2000/kilometros/
pensaba/
elpepucul/20090421elpepucul_1/Tes
(noticia reciente respecto a su tamaño),
y aquí: http://
www.cienciapopular.com/n/
Historia_y_Arqueologia/
La_Gran_Muralla_China/
La_Gran_Muralla_China.php .