Lo cierto es que no tenemos ninguna
referencia a estas pirámides o majanos
hasta 1987, fecha en la que un tal
Emiliano Bethencourt, fundador de un
grupo de investigación conocido como
“La Confederación Atlántida” (junto a
su colaborador Félix Rojas),
reordenando unas notas de una
antepasado suyo, Juan Bethencourt
Alfonso, encontró unas extrañas notas
en las que se hace referencia a unas
extrañas construcciones de piedra
troncopiramidales de las que solo
daba las coordenadas, que,
posteriormente, resultaron ser las del
barrio de Chacona, donde están las
pirámides.
Este señor descubrió las extrañas
construcciones, de las que los
agricultores dijeron no saber nada al
ser entrevistados por Bethencourt.
Pero el que las lanzó a la fama fue
Paco Padrón, un conocido investigador
y locutor radiofónico canario de lo
paranormal y lo oculto, recientemente
fallecido. En aquella época llevaba una
sección dominical en un importante
rotativo local en el que publicaba
muchas de las investigaciones de la
“Confederación Atlántida”, y fue aquí
donde publicó su artículo sobre unas
misteriosas pirámides en Tenerife.
Por avatares del destino, aquella foto
en blanco y negro llegó a manos de
Thor Heyerdahl, que se quedó
literalmente pasmado, pues aquello
significa el nexo para que sus teorías
funcionasen. Se puso de inmediato en
contacto con Bethencourt para poder
visitar el lugar cuanto antes.
Este señor, Thor Heyerdahl, tiene una
de las biografías más apasionantes y
curiosas que he tenido ocasión de
conocer.
Nacido en 1914, en Larvik, Noruega,
estudio geografía y biología en la
Universidad de Oslo, aunque, tras una
visita a las Islas Marquesas, en la
Polinesia, con motivo de estudiar las
rutas de los animales por la zona,
quedo prendado con las poblaciones
del lugar, comenzando a interesarse
por la antropología y, especialmente,
por cómo se produjeron las
migraciones humanas en la
antigüedad.
Heyerdahl ha ocupado la portada de la
revista National Geographic en varias
ocasiones, y ha escrito numerosos
libros, de los que se han vendido
millones de ejemplares. Pero no es
famoso exactamente por el tema este
de las pirámides de Güímar, sino por
tres famosas travesías que realizó en
barcos artesanales realizados como se
hacían en la antigüedad: el primero de
estos viajes se produjo en 1947,
cuando se embarcó con otros cinco
hombres en una balsa hecha de
tronco y navegó desde la costa de
Perú hasta la Polinesia, solo para
demostrar que hubo contactos en
tiempos remotos entre estas zonas. Se
trata de “La expedición Kon Tiki”, como
se llama también el libro que publicó
Heyerdahl, un autentico clásico de la
literatura de viajes.
"Todos los textos que yo había
estudiado en la biblioteca privada más
grande del mundo sobre la Polinesia,
que está en Oslo, coincidían en afirmar
que las balsas de los pueblos
suramericanos no podían navegar por
mar abierto. Además, un investigador
de la Universidad de Harvard
especializado en técnicas de
navegación precolombinas aseguraba
que antes de Pizarro ningún
sudamericano pudo viajar más de dos
semanas porque la madera de las
balsas de la época se habría hundido.
Pero yo analizaba argumentos
genéticos muy obvios, como que
algunas plantas (batata, piña,
papaya...) y animales de las Marquesas
eran, antes de la llegada de los
europeos, de origen sudamericano.”
Nuestro autor presentó estas teorías a
diferentes científicos, que,
desgraciadamente hicieron caso omiso
a sus ideas. Incluso le retaron a que lo
demostrase. Y así es como surgió su
primera exploración, la “Kon Tiki”.
Durante 97 días y a través de 6.435
kilómetros se mantuvo en un barco
formado por ocho grandes troncos
unidos con cáñamo, sin nada de metal
y una vela de cinco metros cuadrados.
Logró cruzar desde Perú hasta la
Polinesia. Y se convirtió en una
leyenda, sobre todo en su país.
“En el caso de las migraciones
oceánicas, el factor determinante no es
la distancia, sino el hecho de que el
viento y las corrientes tengan o no el
mismo curso general día y noche,
durante todo el año. Los vientos alisios
y la corriente ecuatorial van hacia
Occidente debido a la rotación de la
Tierra, y ésta no ha cambiado nunca
desde que existe el hombre".
Así explicaba como los antiguos
humanos pudieron hacer aquellos
largos viajes. Pero la cosa no quedó
aquí: entre 1969 y 1970 organizó las
expediciones “Ra I” y “Ra II”, con las
que pretendía demostrar los contactos
entre Sudamérica y Egipto, ya que
había encontrado, supuestamente,
analogías en ambas culturas. El Ra I
fue un bote de caña de papiro
construido con las técnicas
tradicionales de la región africana del
lago Chad, pero con la estructura y el
timón copiados de las pinturas murales
del antiguo Egipto. Con esta no
consiguieron acabar el viaje y por eso
surge la Ra II, también hecha en
Papiro, pero con las técnicas
empleadas por los marineros del lago
Titicaca.
En esta ocasión si consiguieron
atravesar el Atlántico desde Marruecos
a las Islas Barbados, en 57 días.
Y unos años después, en 1977, se
centró en los pueblos de Oriente
Próximo, buscando las rutas marítimas
que emplearon los sumerios hace
5.000 años. Así construyo una
embarcación llamada “Tigris”, hecha
como supuestamente eran los barcos
sumerios, construida con juncos
recogidos en las marismas de Irak. La
embarcación navegó frente a las costas
de Arabia Saudí, Irán, Omán y Pakistán,
demostrando una posible ruta por mar
hacia la zona del Indo.
Entre estas y otras aventuras tuvo
tiempo para vivir como un nativo en las
Islas Marquesas, organizar equipos
para rescatar y restaurar Moais en la
Isla de Pascua y estudiar el conjunto
piramidal de Tucume, en Perú. Y por
último, su destino final, crear un
parque etnográfico para recuperar del
olvido las, a su juicio, edificaciones
guanches de Güímar, Tenerife.
Hace poco visitamos este recinto en el
que se encuentran las pirámides y esta
realizado para ensalzar la gloria de
este aventurero increíble, además de
para defender sus polémicas teorías.
En el museo se conservan algunas
maquetas de los barcos de sus
expediciones, como podéis ver en las
fotos.
Mas info aquí: http://
www.elmundo.es/larevista/num81/
textos/thorb.html , aquí: http://
www.elmundo.es/larevista/num81/
textos/thor3.html , aquí: http://
www.elmundo.es/larevista/num81/
textos/thor1.html , aquí: http://
www.elmundo.es/larevista/num81/
textos/thor2.html , aquí: http://
www.solarnavigator.net/history/ra.htm
(ingles)