el general y
parlamentario inglés Rowland Hill
(1772-1842), se vio sorprendido por
una fuerte tormenta durante un viaje a
Escocia, por lo que tuvo que tomar
refugio en una posada. Allí fue testigo
de una curiosa movida que tendría
consecuencias importantes,
relativamente, claro.
Vio como llegaba un empleado del
servicio postal y entregaba una carta a
una de las señoras que trabajaba en la
posada, quien, tras darle un par de
vueltas al sobre, se lo devolvió al
cartero, alegando que no tenía dinero
para pagar el franqueo.
Hay que tener en cuenta que en
aquella época las cartas eran
abonadas por el destinatario, no por
el remitente, y que las tarifas estaban
en relación con las distancias entre
ambos, sin que importase el peso o el
contenido de lo enviado.
Pues bien, Hill, apenado por la miseria
de la chica, intervino y pago el importe
de la carta, quedando la muchacha
agradecida, pero también le dijo que
de todos modos no sabía leer y que la
carta estaba vacía. Resulta que había
acordado con su novio, que estaba
currando en otra ciudad, que mediante
determinados signos en el exterior del
sobre, le hiciera saber su estado de
salud, como le iba el trabajo o el día
de su regreso…
Por esto no necesitaba pagar el
franqueo de la carta.
Esta historia trivial hizo pensar al
bueno de Rowland Hill, quien, en 1835,
propuso en la Cámara de los Comunes
la reforma del correo británico. El
proyecto fue aprobado en 1839 y
preveía la impresión, por primera vez
en la historia, de un sello de correos
engomado, cosa que ocurrió el 6 de
mayo de 1840.
El motivo que ilustraba este primer
sello, basado en una idea personal del
propio Hill y seleccionado en un
concurso de grabados, consistía en
una calcografía, impresa en negro, con
valor de un penique, que reproducía la
efigie de la soberana británica Victoria.
Este sistema se implantó en España,
por real Orden de Isabel II, el 1 de
enero de 1850.
Paralelamente a la impresión y
lanzamiento de este primer sello surge
la Filatelia, impulsada por John Edward
Gray (1800-1875), conservador del
museo británico y coleccionista
empedernido, que adquirió
inmediatamente un ejemplar de la
primera tirada y que, en 1841, al año
siguiente, publicó un anuncio en The
Times en el que solicitaba sellos
usados.
El término filatelia fue empleado por
primera vez por el comerciante de
sellos francés Hespin en 1864
Mas info y fuentes aquí: http://
www.filaposta.com/glosario/tiki-
index.php?page=Hill%2C
+Rowland&highlight=Rowland+Hill ,
aquí: http://es.wikipedia.org/wiki/
Rowland_Hill y aquí: http://
es.wikipedia.org/wiki/Sello_postal .