19/2/12

El hombre herido

El Hombre Herido es, sin duda alguna,
una de las gráficas más interesantes de
la medicina antigua. Aparecidos
durante el Medioevo a partir de la
monumental obra de 1492 publicada
en Venecia por Johannes de Ketham, el
Fasciculus Medicinae, los mismos
representaban a un hombre herido
por distintas armas en distintas partes
del cuerpo, y procedían a indicar las
distintas complicaciones que podían
llegar a surgir en cada región
dependiendo del tipo de herida y las
distintas “partes de importancia” de
dicha región -huesos, venas, etc.-
Su importancia era realmente
fundamental, ya que en una época
donde el entrenamiento médico no
era formal, distintos “curadores” o
incluso cirujanos entrenados en
academias, podían llegar a ignorar
aspectos muy específicos de ciertas
partes del cuerpo, por lo que los
manuales del Hombre Herido, eran de
gran utilidad a la hora de refrescar los
conocimientos sobre cierta extremidad
o saber de antemano con que se
podían enfrentar antes de proceder a
atender a un hombre herido en batalla
o accidentado.
Con el tiempo estos manuales fueron
especializándose y perfeccionándose,
siendo así que llegamos a las notas de
cirugía de batalla de los siglos XVI y
XVII en las cuales se trataban las
distintas partes del cuerpo en
diferentes volúmenes
especializados.