10/2/12

Historia del cine

Un terrateniente, químico y litógrafo
francés nacido en 1765, con un
nombre rimbombante, Joseph-
Nicéphore Niépce, es el responsable,
junto a Louis Daguerre (algo más joven
que él, ya que nació en 1787), de la
invención de la fotografía.
Niépce era aficionado a las litografías y
se dedico durante un tiempo a copiar
obras de arte en este formato.
Comenzó a experimentar en 1813,
empleando gomas resinosas expuestas
a la luz solar directa. El primer éxito lo
tuvo al usar asfalto disuelto en aceite,
logrando un medio sensible a la luz. Al
principio todas las pruebas las hizo
con grabados.
En 1814 decide emplear una cámara
oscura junto con sales de plata
sensibles a la luz para tratar de
conseguir imágenes fijas. Tanteo
diferentes materiales como soporte
para las imágenes: piedra, papel,
cristal, estaño… todas estas pruebas
iniciales fueron llamadas por Niépce
“Heliografías”.
Dos años después, en 1816, obtuvo las
primeras imágenes fotográficas,
aunque ninguna de estas se
conservan. Estaban hechas en papel y
en negativo, aunque no cayó en la idea
de que se podían emplear para
obtener positivos. En 1818 logro
obtener imágenes directamente en
positivo, anulando las posibles copias
a realizar.
En 1822 consiguió la que se considera
la primera fotografía de la historia. La
obra se titulo “La mesa puesta” (LA
TENEIS AQUI ARRIBA) y se trataba de
una borrosa instantánea de una mesa
preparada para comer. Fue positivada
en una placa de cristal. La original se
perdió, pero se conserva en un
grabado que hizo, actualmente en el
Museo Nicéphore Niépce.
Otra imagen famosa es conocida como
“Punto de vista desde la ventana de
Gras” de 1926 (LA TENEIS EN EL BLOG).
Recoge un punto de vista de una calle
fijado sobre una placa de metal.
Necesitó 8 horas de tiempo de
exposición de la placa a la luz. Para
realizar esta fotografía utilizó una
plancha de peltre recubierta de betún
de Judea.
En vista de que no resolvió la cuestión
de la fijación de las imágenes, ya que
perdían nitidez rápidamente hasta
resultar invisibles, no se le considera el
único inventor de la fotografía,
asociándose por ello su nombre al de
Louis Daguerre, quien incorporó al
procedimiento la utilización del yoduro
de plata y el vapor de mercurio.
Firmaron un contrato de constitución
de sociedad en diciembre de 1829, en
el que Daguerre reconocía que Niépce
"había encontrado un nuevo
procedimiento para fijar, sin necesidad
de recurrir al dibujo, las vistas que
ofrece la naturaleza".
Pero, lamentablemente, Niépce falleció
cuatro años después, en 1833, con
sesenta y ocho años. Daguerre siguió
investigando, hasta que en 1835 hizo
un descubrimiento por accidente: puso
una placa expuesta en su armario
químico y encontró que días después
se había convertido en una imagen
latente. Le llamo a su invento
“Daguerrotipo”.
El problema está en que a la muerte de
Niépce no se había hecho público el
invento. Tras morir, su hijo Isidore
Niépce, tenía graves problemas
económicos, y Daguerre aprovecho
esto para modificar el contrato, y
atribuirse él solito la invención de la
fotografía.
Gracias a la publicación en el año 1841
de la obra de su Isidore Niépce
titulada "Historia del descubrimiento
del invento denominado daguerrotipo"
se pudo aclarar su papel en la historia
del descubrimiento de la fotografía,
ante las maniobras realizadas por
Daguerre para ocultar sus trabajos.
Sea como sea, lo cierto es que en 1838,
Louis Daguerre tomaba en el
Boulevard du Temple la primera
fotografía, en la que aparece una
persona (EN EL BLOG TENEIS LA FOTO).
Se la puede ver levantando una pierna
mientras le limpian las botas.
Curiosamente en ese mismo instante
por esa avenida circulaban varias
personas y carruajes, sin embargo el
hombre que sale reflejado en la
primera fotografía fue el único que
apareció, a causa de quedarse quieto
el tiempo suficiente mientras le
limpiaban las botas, como para
impresionar la fotografía para los 10
minutos de exposición que Louis había
configurado.
Daguerre perfeccionó el procedimiento
fotográfico ensayado por Niépce.
Utilizó placas de cobre plateado,
sensibilizadas en vapores de yodo.
Consiguió buenos revelados a partir de
vapores de mercurio. Y fijó las
imágenes en agua salada muy caliente.
Estas fueron las tres grandes
innovaciones de Daguerre. Como
resultado obtuvo imágenes muy nítidas
y de calidad permanente.