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LA PIEDAD DEL VATICANO - "LA PIETÁ" - 1498 - MIGUEL ANGEL.

"La Pietá" puede ser considerada con
todo merecimiento como una de las
obras cumbres de la historia del arte y
una de las mejores de Miguel Ángel,
posiblemente el más grande genio
creador de la historia de la humanidad.
Pero el caso es que no siempre tuvo
tanto éxito esta escultura dado lo
revolucionario de alguna de sus
propuestas.
La Pietá se presenta en un sólo bloque
de mármol que fue elegido
personalmente por Miguel Ángel,
según era su costumbre. Su realización
nace del encargo que le realiza Jean
Villier de la Grolaie, abad de Saint
Denis y cardenal de la Santa Sabina y
que se encontraba como embajador
del rey francés en la Santa Sede. El
caso es que este señor se quedó
estupefacto ante la contemplación de
magnífico Baco de Miguel Ángel, y eso
le llevo a encargarle la ejecución de
una Piedad de forma circular para que
fuera colocada a su finalización en San
Pedro, en la capilla de la Virgen de la
Fiebre, que era el antiguo
emplazamiento del templo de Marte. El
contrato estipulaba que debía
realizarse en un año y que por ella
recibiría el escultor 450 ducados.
Miguel Ángel logró terminarla tan sólo
2 días antes de finalizar el plazo,
encontrándose con que quien la había
encargado había muerto unos días
antes. El caso es que "la Pietá" no
terminó de inicio en el lugar para el
que había sido ideada, sino que sirvió
para adornar la tumba del Abad de
Saint Denis en la Capilla de Santa
Petronila en el Vaticano y esto fue así
hasta 1749 en que definitivamente se
traslado a San Pedro. ¿Por qué? ¿Por
qué renuncia San Pedro a una obra de
tal calado artístico, cuando había sido
concebida desde el inicio para estar
allí?
El caso es que si bien la imagen de
María acunando a su hijo muerto tenía
antecedentes en Alemania y poco a
poco se había ido extendiendo por
Francia, de donde sería conocida por
el prelado que la encargó, en Italia era
una forma desconocida. Pero no era
ese el problema, el problema surge de
la visión que tiene Miguel Ángel de la
imagen, en la que la Virgen se presenta
a nuestros ojos con una edad incluso
menor que la del propio Cristo que
tiene en sus brazos. Su imagen es toda
belleza, frescura juvenil, pureza, la
imagen de un ser a quien el tiempo no
afecta... Hay quien dice que Miguel
Ángel se basó en un pasaje del Paraíso
de Dante que decía "Virgen Madre, hija
de tu hijo...." o en otro de Giovanni
Battista Strozzi, contemporáneo de
Miguel Ángel que decía: "Esposo, hijo y
padre, María, su única esposa, su Hija,
su Madre". El caso es que la escultura
fue duramente criticada por esta
revolucionaria presentación de una
Virgen tan joven, que induce a pensar
en un amor, digamos no tan maternal,
entre las figuras que aparecen en el
conjunto. Era una idea que incluso
podía ser tildada de pecaminosa.
Condivi escribió al respecto:
"Hay algunos que se quejan de que la
madre es demasiado joven comparada
con el Hijo. Un día estaba hablando
con Miguel Angel sobre esto y me
decía: "No sabes tú, dijo, que las
mujeres castas conservan su aspecto
fresco mucha más tiempo que aquellas
que no lo son? ¿Cuánto más, por
tanto, una Virgen en la cual jamás
afloró ni tan siquiera el más mínimo
deseo incasto que hubiera podido
cambiar su cuerpo? Te digo aún más ,
dicha frescura y flor de juventud
además de ser conservada en ella por
causas naturales, pudo ser
posiblemente ordenada por el poder
divino para probar al mundo la
virginidad y pureza perpetua de la
Madre... No te sorprendas entonces de
que yo, por todas estas razones, haya
hecho la más inmaculada Virgen,
Madre de Dios, muchos años más
joven en comparación con su hijo de
como habitualmente se la
representa..."
La complejidad del alegato que
presenta Miguel Ángel da una idea del
follón que se crearía en torno a la
obra, que luego, con el tiempo, serviría
de inspiración para la imagen joven
que todos asociamos a la Virgen.
La Pietá es la única obra firmada por
Miguel Ángel, y sobre este hecho hay
distintas hipótesis. Una dice que la
firma, por que es la obra de la que se
siente más orgulloso, consciente como
estaba de la sublime obra que había
creado. Otra dice que es por las dudas
que surgieron ante quienes la veían de
que una obra así, fuera obra de
alguien tan joven, ( Miguel Ángel sólo
tenía 24 años cuando la hizo) lo que le
movió a firmarla para despejar dudas.
Pero hay una tercera que dice que
Miguel Ángel un día fue a ver La Pietá a
su emplazamiento en la Capilla de
Santa Petronila y allí observaba como
la gente que la admiraba no tenía claro
quien había esculpido esa obra (hasta
ahí llegaba el olvido al que había sido
sometida la obra por las críticas hacia
la juventud de la Virgen) y el artista
llegó a escuchar a personas que la
atribuían a un tal Gobbo, (Cristofono
Soleri, apodado "el jorobado de
Milán"). El ataque de furia de Miguel
Angel fue enorme, y esa misma noche
accedió a la Capilla y ayudado de
martillo y cincel esculpió sobre el
ceñidor que cubre el pecho de la
Virgen «Michael A[n]gelus Bonarotus
Florent[inus] Facieba[t]» («Miguel Angel
Buonarroti, florentino, lo hizo». Y es
que no quería que jamás existiera
duda de quién era el padre de aquella
maravilla. Y como alguien diría "Se non
é vero é ben trovatto"
En 1972 un hombre perturbado
mentalmente propinó con un martillo
varios golpes en la escultura que
hicieron desprender varios fragmentos
del rostor de la Virgen. Tuvo entonces
que restaurarse, lo que se logró con
exito gracias a los calcos existentes. A
raiz de este hecho hay fuertes medidas
de seguridad, incluida una defensa de
cristal alrededor de la escultura para
protegerla de los visitantes.