por los vuestros esperamos”
Es la inscripción que, en el original
latino, nos encontramos a la entrada
de esta inquietante capilla.
Se encuentra en Évora, maravillosa
ciudad medieval del Alto Alentejo
portugués, cuyo magnífico estado de
conservación le ha hecho partícipe del
título de Patrimonio de la Humanidad,
otorgado por la Unesco. En una de sus
iglesias más conocidas,la de San
Francisco (Igreja de São Francisco),
encontramos en su interior, tras el
altar, una pequeña estancia
denominada la Capilla de los Huesos
(Capela dos Ossos). Todas las paredes
y columnas de esta capilla están
recubiertas de multitud de huesos y
calaveras procedentes de los restos de
más de 5000 personas. Sus orígenes se
remontan a finales del siglo XVI, y se
trata de una curiosa solución que se
planteó para poder ubicar los restos
humanos, que, en aquél momento, se
encontraban enterrados en los
saturados cementerios de varios
conventos e iglesias franciscanos, y
que hubieron de ser exhumados. La
distribución de los huesos por toda la
capilla puede resultar bastante
macabra, sobre todo porque persiguen
una finalidad claramente decorativa
(arcos, columnas, alfeizares…) aunque
sin duda entre los detalles más
escabrosos, se encuentra el cadáver
completo de un niño que cuelga de
una cadena en una de las paredes.
