19/4/12

Boole

Aunque Aristóteles se limitó casi
exclusivamente al estudio del
silogismo, a él es preciso atribuir todo
el mérito de la fundación de la lógica
formal. En nuestros días, el silogismo
no es más que un capítulo trivial de la
lógica. Cuesta trabajo creer que
durante 2.000 años fuese tema
principal de los estudios lógicos, y que
en fecha tan tardía como 1797, nada
menos que Immanuel Kant pudiese
escribir que la lógica era «un cuerpo
de doctrina cerrado y completo». «En
la inferencia silogística», escribió en
cierta ocasión Bertrand Russell «se
supone que uno sabe ya que todos los
hombres son mortales y que Sócrates
es un hombre; y de ahí uno deduce lo
que jamás había sospechado, a saber,
que Sócrates es mortal. Esta forma de
inferencia se da realmente, aunque
muy raras veces». Russell continúa
explicando que el único ejemplo del
que tuvo noticia le llegó a través de un
número satírico de Mind, una revista
inglesa dedicada a temas filosóficos en
un número especial preparado por la
redacción para celebrar las navidades
de 1901. Allí, un filósofo alemán
mirando perplejo los anuncios de la
revista, terminó por razonar así: «En
esta revista todo es broma; los
anuncios se encuentran en la revista.
Por consiguiente, los anuncios son
pura broma.» En otro lugar, Russell
escribió también: «Si tiene usted la
intención de dedicarse a la lógica, he
aquí un buen consejo en el que nunca
insistiré bastante: no estudie la lógica
tradicional. En los tiempos de
Aristóteles fue sin duda un esfuerzo
meritorio. Pero lo mismo podemos
decir de la astronomía ptolemaica.» El
cambio crucial se produjo en 1847. En
esa fecha, George Boole (1815-1864),
hombre modesto y autodidacta, hijo de
un humilde zapatero inglés, publicó
The Mathematical Analysis of Logic. Este
y otros trabajos fueron motivo de su
nombramiento como profesor de
matemáticas (pese a carecer de títulos
universitarios) del Queens College (hoy
University College) de Cork, en Irlanda.
Allí escribió su tratado An Investigation
of the Laws of Thought, on Which are
Founded the Mathematical Theories of
Logic and Probabilities (Londres, 1854).
La idea fundamental—sustituir por
símbolos todas las palabras utilizadas
en lógica formal— ya se les había
ocurrido antes a otros, pero Boole fue
el primero en conseguir un sistema
operativo. Con raras excepciones, ni
filósofos ni matemáticos prestaron
mucho interés a logro tan notable.
Quizá fuera ésta una de las razones de
la tolerancia que Boole mostraba por
los matemáticos más excéntricos. Boole
escribió un artículo sobre un chiflado
de Cork, de nombre John Walsh
(Philosophical Magazine, noviembre de
1851), que Augustus de Morgan, en su
Budget oí Paradoxes, califica de «la
mejor biografía que conozco sobre
héroes de este género». Boole murió
de una neumonía, cuando contaba 49
años. Su enfermedad fue atribuida a
un enfriamiento, por dar una lección
magistral con la ropa mojada a
consecuencia de un chaparrón.
Ver http://platea.pntic.mec.es​/jdelucas/
anecmate.htm