En la mitología dual del Zoroatrismo (o
Mazdeísmo), existe una oposición
entre los hermanos gemelos Ahura
Mazda (que vive bajo la luz) y Ahriman
(que vive en la oscuridad).
Los gemelos son hijos del dios Zurvan,
"Tiempo", el último ser que existió en
el vacío original.
Para no estar solo en este vacio
deseaba engredar un hijo. Lo deseaba
con tanta fuerza, que finalmente se
quedaba preñado. Pero una vez
consciente de lo que significa este paso
se arrepiente, pero ya no consigue
deshacerse del embarazo. Lo único,
que consigue es, que el niño que esta
esperando se divide en dos.
Cuando llegó el momento en que
debían nacer los hermanos gemelos,
Zurvan le prometió a su primogénito
que habría de gobernar el mundo.
Ahura Mazda, a quien se le otrogó el
don de conocer el futuro, le dijo esto a
su hermano. Entonces Ahriman, con el
propósito de salir primero, mintió
diciéndole a su padre: "Soy Ahura
Mazda, tu hijo". Pero Zurvan no se dejó
engañar y respondión: Mi hijo es luz y
aroma, pero tu eres oscuridad y
hedor.. Entonces Zurvan comenzó a
llorar.
Ahura Mazda (Ormuz) es el sabio cuyo
conocimiento no pose limites: creo el
sol, la luna y las estrellas. Dio el ser a
la Buena Mente, que opera dentro del
hombre y de toda la creación. Ahirman
(también llamado Angra Mainya, que
significa "Espíritu destructivo") creó a
los demonios y lanzó un ataque contra
Ahura Mazda, quien consigue no
obstante, rechazarle hasta la oscuridad
diciéndole:
"Ni nuestros pensamientos, ni nuestras
enseñanzas, ni nuestros planes, ni
nuestras creencias, ni nuestras
palabras, ni nuestras almas, están de
acuerdo."
Entonces Ahura Mazda creó a
Gaymorat, primer hombre y primer
sacerdote del fuego.
Bajo la autoridad de los Amshapands
(7 hijos de Ormuz, hombres, animales,
fuego, metales, árboles, agua y tierra)
puso Ormuz a los Izeds, príncipes y
capitanes, que ayudan a los hombres a
triunfar y a bien morir.
El más poderoso de los Izeds es Mitra,
ministro predilecto de Ormuz, su gran
guerrero leal. Mitra dirige a los
Ferwers, arquetipo de los hombres.
Mitra, con Zervan y Ormuz, forma
como una tríada divina, representación
del pensamiento, de la palabra y de la
acción.
Pero Ahirman renovó su ataque y
travesó el cielo en forma de fuego
abrasador y con él trajo el hambre y la
enfermedad, el dolor, el deseo y la
muerte. Luego Ahura Mazda puso un
límite al tiempo, atrapando a Ahirman
dentro de la creación. Ahriman trató
de escapar de la creación, pero no
pudo. Por esa razón, permanecerá
haciendo el mal hasta el final del
tiempo.
Ahirman es la personificación de la
duda de Zurvan y corrompe el mundo
para crear el pecado y el mal.
Corrompe todo lo que toca y se
regocija por ello:
"Mi victoria será perfecta. He ensuciado
el mundo con inmundicia y oscuridad,
y lo he hecho mi fortaleza. He secado
la tierra, para que mueran las plantas y
he envenenado a Gaymorat, para que
muera"
Para esta lucha, para este dualismo, de
los que emanan todos los dogmas y
los ritos de la mitología persa, el
eterno Zervan tiene fijado un límite: lo
forman cuatro milenarios divididos en
cuatro edades de igual duración.
En la primera época gobierna
pacíficamente Ormuz.
En la segunda se inicia la lucha entre
Ormuz y Ahrimán.
En la tercera, creado ya el hombre,
Ahrimán se pone a la cabeza de los
Devas para invadir el imperio de
Ormuz.
En la cuarta, arrojado Ahrimán a los
sombríos abismos por la espada
victoriosa de Mitra, el dios del mal se
dedica a perturbar la vida de
Gaymorat, el primer hombre.
En el último milenario, una gran
catástrofe borrará hasta las raíces el
mal; y de la paz que suceda al
cataclismo resucitarán Meskia y
Meskianes, quienes repoblarán el
mundo hasta el día glorioso del juicio
universal. En este día todos los
poderes se fundirán en Ormuz, el
reino de Ahrimán quedará pulverizado.
Y brillará la eterna dominical luz.
Por Christa Eichenbach
Fuentes: http://
brevehistoriadelarte.blogspot.com.es/2009/01/
mitologa-persa . y html http://
alikuekano.zonalibre.org/
archives/2004_03.html