Es el sitio de aguas termales más
antiguo del Japón. Fueron descubiertas
en el año 110 d.C.
Pero la estación de esquí Zao Onsen, a
poco distancia, tal vez sea más famosa
por sus “monstruos de nieve”.
Estos espectrales fenómenos son en
realidad pinos Aomori cubiertos de
escarcha, la cual dura pegada varios
meses.
Los esquiadores usan una pista que
atraviesa este fantasmagórico bosque.