28/4/12

Nuestro alimento sera el Maná

Maná, según el libro del Éxodo, era el
alimento enviado por Dios todos los
días durante la estadía del pueblo de
Israel en el desierto. Todos los días
menos el sábado, por lo cual debían
recolectar doble ración el viernes.
También se encuentran referencias en
midrashes judíos que el maná tenían el
sabor y la apariencia de aquello que
uno más deseaba. En el arca de la
alianza se conservaba una muestra
suya.
El maná también se menciona
brevemente en el Corán, en las azoras
al-Baqara, al-Araf, y Ta ha,
mencionando la fuente divina del
maná como uno de los milagros con
los cuales Dios favoreció a los
israelitas.
En el libro del Éxodo se le describe
apareciendo cada mañana después de
que el rocío hubiera desaparecido, y
debía ser recogido antes de que el
calor del sol lo derritiera. Según
Números llegaba con el rocío, por la
noche.
Según la descripción bíblica, el maná
se parecía a las semillas de coriandro,
era de color blanco, y tras molerlo y
hornearlo se parecía a las obleas con
miel aunque en Números se describe
del mismo color que la mirra india, y
añade que algunas de las tortas sabían
a tortas aceitadas.
Los exégetas creen que estas
diferencias se deben que el Éxodo es
un texto yavista mientras el de
Números es de fuente sacerdotal.
El Talmud babilónico explica que las
diferencias en la descripción se debían
a que su gusto variaba según quien lo
tomaba, miel para los niños, aceitunas
para los jóvenes, pan para los
mayores; la literatura rabínica clásica
soluciona la cuestión de si el maná caía
antes o después del rocío, explicando
que lo hacía entre dos capas de
humedad.
Algunos eruditos han propuesto que el
maná deriva de una palabra egipcia
que significaba alimento.
A finales del siglo XX, los árabes
residentes en la península del Sinaí
vendían la resina del árbol del
tamarisco como man es-simma, que
significa maná celestial. Los árboles de
tamarisco son muy abundantes en el
sur del Sinaí, y su resina es similar a la
cera, se derrite con el sol, es dulce y
aromática (como la miel), y tienen un
color sucio-amarillo, coincidiendo con
las descripciones bíblicas. Sin embargo
se compone de azúcar, así que no
puede proporcionar la suficiente
nutrición para que una población
sobreviva durante largos periodos, y
sería muy difícil convertirla en tortas.
En 1986, científicos británicos
descubrieron antiguos manuscritos
que hacen referencia a un Ketuvim en
Akhaar, al sur de Canaán, que databan
del 1050 a.c. en los que se describía
físicamente el maná.
En dichos manuscritos se describe el
maná como semillas similares a las de
la mostaza y de un color similar al dátil
de Siria.
Se ha mencionado también, que el
maná bíblico fue probablemente el
liquen Lecanora esculenta, que puede
ser transportado a largas distancias
por el viento.
Imagen: Tamarix gallica, cuya resina
podría ser el maná.
Datos extraídos de Wikipedia.