25/4/12

LOS PAJAROS VESTIDOS DE GALA

Con la triste denominación de pájaros
bobos, los pingüinos descienden de
aves voladoras especializadas en el
buceo. La pérdida en su capacidad de
volar y la atrofia de las alas, más
parecidas a unas aletas que a lo que
en realidad son, se debe a su
adaptación al medio acuático, donde
se manejan con verdadera destreza y
alcanzan los 40 km/hora.
Existen 18 especies y 6 géneros de
pingüinos que habitan en su mayoría
en la Antártida e islas subantárticas,
como el emperador, rey, adelia,
barbijo, papúa, macarroni y penacho
amarillo; el resto se distribuye en la
zona de Australia, Nueva Zelanda y
Sudáfrica. Para todas las clases la
alimentación básica es el krill, los
calamares y otros pequeños peces.
Son aves gregarias y, tanto en mar
como en tierra, siempre se mueven en
bandadas. En las pobladas y ruidosas
colonias, se los ve caminar erguidos
con un divertido balanceo, causado
por sus patas cortas que colocan una
encima de otra. De acuerdo a la
especie, miden entre los 38 y los 120
centímetros de altura, aunque los
pingüinos emperador pueden superar
esta medida.
Las plumas constituyen otra
adaptación al ambiente marino.
Parecidas a las escamas, sus pequeñas
plumas recubren todo el cuerpo y, en
general, son blancas en el abdomen y
pecho y negras en el lomo. Esta forma
de adaptación les permite soportar
temperaturas extremas. El cuerpo,
relativamente menor a su volumen
total, facilita una excelente
conservación del calor, incrementada
en algunas especies por una gruesa
capa de grasa que funciona como
aislante térmico. Durante el verano
cambian todo su plumaje en poco
tiempo. Al reducir esta protección
natural, permanecen más en tierra y
evitan entrar al agua para alimentarse.
En la época de apareamiento, los
pingüinos se reúnen en grandes
colonias para reproducirse. Elijen los
mismos lugares que sus predecesores,
a veces situados a varios kilómetros del
océano. Al contrario de lo que se
piensa, no son monógamos de por
vida, pero sí buscan una sola pareja
por etapa de reproducción. Para
anidar pueden usar madrigueras o
huecos en la roca o directamente
pueden hacerlo a cielo abierto, sobre
las piedras. En el caso del pingüino
emperador y rey, incuban un solo
huevo por vez y lo colocan sobre sus
propias patas, cubriéndolo con sus
plumas para darles calor.
Ambos sexos están encargados de la
incubación y alimentación de los
polluelos, que nacen cubierto de un
plumón grisáceo. Es común verlos
turnarse para cuidar el nido e ir a
buscar el alimento que luego
regurgitan de su estómago en el pico
de su cría.
Cuando los jóvenes han mudado y
adquirido su primer plumaje, entran al
mar y se buscan alimento por si
mismos.
Sus enemigos naturales son las focas
leopardo y las orcas. Las aves skuas
atacan los nidos que han sido
descuidados para robar los huevos o
las crías. Estos pichones suelen quedar
solos cuando los padres buscan
alimento en el mar y se reúnen en
“guarderías” para cuidarse de sus
depredadores.
Es en esta época cuando nos podemos
encontrar con ellos poblando las islas y
playas de la península antártica.
Fuente: http://
www.interpatagonia.com/paseos/
un_singular_habitante/
http://www.ecopibes.com/mundo/
antartida/pinguinos.htm