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UN ARBOL “DURO DE ROER”

El Ginkgo, fósil viviente del Reino
Plantae, es un árbol grandioso, único.
Esta especie viva ha quedado sola,
como único sobreviviente de eras
remotas. Ginkgo biloba pertenece a la
división Ginkgophyta y es el único
miembro de la clase, Ginkgopsida, del
orden Ginkgoales, familia Ginkgoaceae
y género Ginkgo. Contiene una única
especie superviviente, el Ginkgo biloba.
El ginkgo moderno es un fósil vivo, con
fósiles claramente emparentados a él
que datan del Pérmico, hace 270
millones de años. Se extendieron y
diversificaron por toda Laurasia
durante el Jurásico medio y el Cretáceo
para comenzar a escasear a partir de
entonces. Hacia el Paleoceno, el
Ginkgo adiantoides era la única
especie que quedaba y, al final del
Pleistoceno, los fósiles de Ginkgo
desaparecieron de todos los registros
a excepción de una pequeña zona de
la China central donde ha sobrevivido
la especie moderna.
El botánico alemán Engelbert Kaempfer
(1651-1716) estaba en Japón
trabajando para la compañía de las
Indias Orientales cuando, en 1691,
descubrió ejemplares de ginkgo vivos.
Los describió en su obra Amoenitatum
exoticarium, publicada en 1712. Más
tarde llevó semillas de ginkgo a
Holanda y en el jardín botánico de
Utrecht se plantó uno de los primeros
ginkgos de Europa, que todavía está
allí.
El Ginkgo biloba es un hermoso árbol
que sorprende a todo el que lo conoce
cuando, en otoño, sus hojas se
colorean de un amarillo o dorado
intenso, luce cual árbol repleto de
monedas de oro hasta bien entrado el
invierno. Este árbol, fósil en existencia,
puede llegar a vivir hasta 1,000 años.
Crece en diferentes climas del mundo,
sin embargo, se localizan
principalmente en el sur y el este de
Estados Unidos, en parques y veredas
de Argentina, al sur de Francia, China y
Corea.
Como hemos dicho antes, el Ginkgo
biloba se ha utilizado siempre por sus
propiedades terapéuticas,
especialmente por la medicina
tradicional china. Hoy día se aprecian
las hojas del árbol que se usan en la
farmacopea naturista moderna para
tratar afecciones cardíacas entre otras.
Contienen principios activos de acción
antioxidante, son estimulante de la
circulación, vasodilatadoras,
venotónicas, anticoagulantes y
antiinflamatorias.
Sin embargo, algo que sorprende en el
Ginkgo es su resistencia, no es para
menos, este árbol subsiste desde hace
más de 270 millones de años, antes
que los remotos dinosaurios
caminaran sobre nuestro planeta. No
se conoce enfermedad que ataque al
Ginkgo, soporta bien la contaminación,
la falta de luz, el calor, el frío, incluso
la radioactividad.
El 6 de agosto de 1945, Little Boy
explotaba en Hiroshima, la primera de
las dos bombas atómicas lanzadas en
Japón. En los jardines de un templo
budista, a 1 km. del lugar, un Ginkgo
lucía su esplendor y quedó
aparentemente destruido, sin
embargo, ya en la siguiente primavera
el árbol, no dispuesto a morir, mostró
brotes. Allí sigue vivo y pidiendo al
mundo con una inscripción a su pie
"No más Hiroshima".
Único en el mundo
Fuentes: http://
curiosidadesdelmundovivo.blogspot.com/2006/08/
unico-en-el-mundo.html y http://
es.wikipedia.org/wiki/Ginkgo_biloba