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LA ACACIA SOLITARIA.

“Uno debe ver el árbol para creer en
su existencia. ¿Cuál es su secreto?,
¿cómo pudo sobrevivir a pesar de las
multitudes de camellos que pasaban a
su lado?, ¿cómo ningún azahari
permitió que algún camello comiera
sus hojas y espinas?, ¿Por qué ningún
tuareg que dirigía las caravanas de sal,
cortó sus ramas para encender
fogatas, y hacer su área? La única
respuesta es que el árbol es tabú y es
considerado como tal por los
caravaneros.
Hay un tipo de superstición, una orden
tribal, que es siempre respetada. Cada
año los azahari se reúnen alrededor
del árbol antes de afrontar el cruce del
Teneré. La acacia se ha convertido en
un faro viviente: es el último punto de
referencia para los azahari que dejan
Agadez para ir a Bilma o para
regresar.”
Del comandante de las A.M.M ( Servicio
Central de Asuntos Saharianos)
Michele Lesourd quien vio el árbol el
21 de mayo de 1939:
El Árbol de Teneré era una solitaria
acacia, quizás Acacia raddiana o Acacia
tortilus, que fue considerada en su
momento como el árbol más solitario y
aislado de la Tierra, el único dentro de
un área de 400 km a la redonda. Fue
punto de referencia para las caravanas
a través de la región de Teneré, en el
Sahara, al noreste de Níger, y es bien
sabido que fue el único árbol en
mostrarse en un mapa a una escala de
1:4.000.000. Fue derribado en 1973
por el choque de un camión y
sustituido por una escultura de metal.
Último sobreviviente de un grupo de
árboles que crecieron cuando el
desierto era menos seco de lo que es
hoy, el árbol había permanecido
aislado durante décadas. Durante el
invierno de 1938 a 1939 se cavó un
pozo cerca del árbol y se encontró que
sus raíces alcanzaban un manto
freático ubicado entre 33 y 36 metros
de profundidad.
El árbol fue golpeado por un camión
conducido por un chófer libio
supuestamente ebrio, en 1973. El 8 de
noviembre de 1973 el árbol muerto fue
trasladado al Museo Nacional de Níger
en su capital, Niamey. Ha sido
reemplazado en su sitio original por
una simple estructura metálica
representando a un árbol.
Éste no fue el primer encuentro del
árbol con un camión. En su libro La
epopeya de Ténéré, el explorador y
etnólogo francés Henry Lhote describió
sus dos viajes hacia el árbol de Ténéré.
Su primera visita fue en 1934, en
ocasión del primer enlace por
carretera entre Djanet y Agadez.
Describe al árbol como «una acacia
con tronco degenerativo, enfermo o de
aspecto débil. Por otra parte, el árbol
tiene hojas verdes agradables, y
algunas flores amarillas». Lo visitó
nuevamente 25 años después, el 26 de
noviembre de 1959, en la misión
Berliet-Ténéré, pero encontró que
había sido seriamente dañado después
de que un vehículo colisionara con él.
Extraído de Wikipedia