La serpiente Arco Iris o la Madre
Serpinete.
Otro de los mitos de creación más
extendidos y conocidos entre los
aborígenes australianos es el de la
«Madre Serpiente», también llamada
«Serpiente Arco Iris». Esta divinidad
ancestral es la personificación de la
fertilidad, la diosa de la lluvia y tiene
poderes para dar vida. Según cuenta la
leyenda, al principio la Tierra era un
espacio vacío y llano, en cuyo interior
descansaba la «Gran Madre Serpiente»
que permaneció en un profundo
sueño durante muchísimo tiempo.
Repentinamente se despertó y reptó
por el interior de la Tierra hasta llegar
a la desierta superficie. Comenzó a
recorrer la Tierra y, a medida que
avanzaba, tal era su poder, que
provocó una gran lluvia, formándose
lagos, ríos y pozos de agua. Cada sitio
que visitó lo nutrió con la leche de sus
pechos rebosantes, haciéndolo fértil y
una frondosa vegetación creció en la
Tierra antes yerma. Grandes árboles
con frutos de muchos colores y formas
brotaron de la tierra.
La diosa introdujo su nariz en el suelo,
levantando cadenas montañosas y
abriendo profundos valles, mientras
que otras partes las dejó lisas y
desiertas. La «Madre Serpiente»
regresó entonces a la Tierra y despertó
a los animales, a los reptiles y a los
pájaros que poblaron por vez primera
la Tierra, y finalmente creó a los peces.
Por último, según cuenta la leyenda, la
diosa extrajo de las entrañas de la
propia Tierra a la última de las
criaturas, el ser humano. De la «Madre
Serpiente» los seres humanos
aprendieron a vivir en paz y armonía
con todos las criaturas de la creación,
ya que eran sus primos espirituales.
Además, la diosa enseñó al hombre la
vida tribal, a compartir y tomar de la
Tierra solamente aquellos bienes que
necesitasen, respetando y honrando a
la Naturaleza.
Según esta leyenda, gracias a la «Diosa
Serpiente», hombres y mujeres
aprendieron a convivir como hermanos
con la naturaleza y también
aprendieron que cada elemento había
sido colocado por la diosa en
equilibrio. El ser humano entendió que
su papel era el de guardián y protector
de ese equilibrio y que debía transmitir
este conocimiento de generación en
generación. Antes de desaparecer, la
«Madre Serpiente» advirtió que si el
hombre abusaba y mataba por placer
o por gula, encontraría al culpable y le
castigaría.
En algunas variantes de este mito, la
«Madre Serpiente», llamada «Madre
Eingana» vivía, y aún vive, en el
«Tiempo del Sueño», de donde regresa
en algunas ocasiones para crear más
vida. Según esta versión, la serpiente
primigenia, que carecía de vagina, se
sentía torturada por su embarazo, por
lo cual empezó a girar y a revolverse. El
dios Barraiya, que la vió, la pinchó
cerca del ano para que pudiese dar a
luz y todas las criaturas que llevaba en
su vientre pudiesen nacer. Del mismo
modo es considerada como la «Madre
Muerte» y según este mito, la diosa
Eingana tiene un nervio conectado o
atado a cada una de sus criaturas y
cuando lo deja marchar esa vida se
detiene. Siguiendo este planteamiento,
si esta diosa muriese, todo dejaría de
existir.
Fuentes: http://
bib.cervantesvirtual.com/historia/TH/
cosmogonia_australiana.shtml#7
http://
tribuarcoiris.blogspot.com.ar/2011/02/
la-serpiente-arcoiris-luz.html