Un sesgo cognitivo, prejuicio cognitivo
o predisposición cognitiva son
términos usados para describir
alteraciones en la mente humana que
son difíciles de eliminar y que llevan a
una distorsión de la percepción, una
distorsión cognitiva, a un juicio
impreciso o a una interpretación
ilógica.
Se trata de un conjunto de fenómenos,
en general, estudiados por la
psicología cognitiva, todos con soporte
empírico, y no debe ser confundido
con lo que comúnmente se entiende
como "prejuicio". Así, mientras un
prejuicio social (por ejemplo, cualquier
forma de sexismo) se atribuye a un
apasionamiento subjetivo y consciente
a favor o en contra de algo sin que
existan argumentos suficientes para
sustentar esta posición, un prejuicio
cognitivo es un fenómeno psicológico
principalmente involuntario que sesga
el procesamiento de la información
(como la tendencia inconsciente y
generalizada a entender un precio de
$99,90 como inferior a $100, cuando la
diferencia es prácticamente irrelevante
a la hora de pagar).
Se trata de tendencias y
comportamientos inconscientes que
nos condicionan al intentar analizar la
realidad.
Hay muchísimos sesgos y poco a poco
iremos describiendo los más comunes.
Uno de ellos es el efecto Forer.
El efecto Forer (también llamado falacia
de validación personal o el efecto
Barnum, por P. T. Barnum) es la
observación de que los individuos
darán aprobación de alta precisión a
descripciones de su personalidad que
supuestamente han sido realizadas
específicamente para ellos, pero que
en realidad son generales y
suficientemente vagas como para
poder ser aplicadas a un amplio
espectro de gente.
En 1948, el psicólogo Bertram R. Forer
dio a sus estudiantes un test de
personalidad, y luego les dio un
análisis de su personalidad,
supuestamente basado en los
resultados del test. Invitó a cada uno
de ellos a evaluar el análisis en una
escala de 0 (muy pobre) a 5 (excelente)
según se aplicara a ellos: el promedio
fue de 4,26. Luego les reveló que a
cada estudiante se le había provisto
del mismo análisis:
“Tienes la necesidad de que otras
personas te aprecien y admiren, y sin
embargo eres crítico contigo mismo.
Aunque tienes algunas debilidades en
tu personalidad, generalmente eres
capaz de compensarlas.
Tienes una considerable capacidad sin
usar que no has aprovechado.
Disciplinado y controlado hacia afuera,
tiendes a ser preocupado e inseguro
por dentro.
A veces tienes serias dudas sobre si
has obrado bien o tomado las
decisiones correctas. Prefieres una
cierta cantidad de cambios y variedad y
te sientes defraudado cuando te ves
rodeado de restricciones y limitaciones.
También estás orgulloso de ser un
pensador independiente; y de no
aceptar las afirmaciones de los otros
sin pruebas suficientes. Pero
encuentras poco sabio el ser muy
franco en revelarte a los otros.
A veces eres extrovertido, afable, y
sociable, mientras que otras veces eres
introvertido, precavido y reservado.
Algunas de tus aspiraciones tienden a
ser bastante irrealistas.”
Estudios posteriores concluyeron que
los sujetos dan una evaluación más
alta si se dan las siguientes
características:
-el sujeto cree que el análisis se aplica
sólo a él.
-el sujeto cree en la autoridad del
evaluador.
-el análisis enumera mayormente
atributos positivos.
El Efecto Forer no es la única falacia o
prejuicio cognitivo que nos conviene
entender. Si todos estuviéramos al
tanto de que nuestra mente muchas
veces funciona así, una gran cantidad
de charlatanes se quedarían sin
clientes.
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/
Efecto_Forer
http://es.wikipedia.org/wiki/
Lista_de_prejuicios_cognitivos