13/5/12

REINO DE TONGA

El Reino de Tonga Oceanía (integrado
dentro de la Polinesia). Su capital es
Nuku’alofa. Su superficie terrestre es
de 747 Km2 repartidos en 176 islas de
las cuales 52 están deshabitadas. Su
población es de unos 100.000
habitantes, lo que se traduce en una
densidad demográfica de 136 hab/
km2. En muchas lenguas del Pacífico
Tonga significa “Sur”, pero al parecer
en el reino, le dan a su nombre el
significado de “Jardín”.
A través de su territorio marítimo, limita
al norte con la Colectividad de
Ultramar Francesa de Wallis y futura
(¿alguien sabía que Francia tenía aquí
este territorio?) y con Samoa; al este
con Islas Cook (pertenecientes a Nueva
Zelanda); y al oeste con las Islas Fidji.
Al sur, las islas más próximas son las
Islas Kermadec, también bajo el
dominio de Nueva Zelanda.
En Tonga se pueden encontrar los
restos arqueológicos más antiguos de
la Polinesia,y se cree que de entre
todas las islas de la zona, el primer
lugar ocupado por el hombre
prehistórico fue el archipiélago de
Tonga…
Los tonganos eran un pueblo
conquistador y guerrero. A principios
del siglo X se establece una monarquía
en Tongatapu, de la que el actual rey
se dice heredero. Comenzó a valerse
de la guerra y de la diplomacia para
extender la influencia de Tonga a otras
islas vecinas menos belicosas, y en el
siglo XIII su poder se extendía a
Samoa y Hawai. En el siglo XVIII, Tonga
había unificado todas las tibus y había
creado un imperio marítimo que incluía
las regiones conquistadas de las Fidji.
Por aquella época, el Imperio de
Tonga contaba con una población de
unos 40.000 habitantes.
Luego fue descubierto al mundo y
explorado por los holandeses Willem
Schouten y Jacob Le Maireen en 1616.
En 1643 Abel Tasmán llegó a
Tongatapú (la isla más grande) y la
llamó Ámsterdam (puso nombres de
ciudades holandesas todas las demás
islas que fue explorando). El Capitan
James Cook arribó a sus costas en la
década de 1770 (varias veces entre
1773 y 1777) e, impresionado por la
hospitalidad de los lugareños, dio al
archipiélago el nombre de isla de los
amigos (Cook, acabaría muerto a
manos de los nativos de Hawai en
1779, probablemente de origen
tongano).
El español Francisco Mourelle,
desviado de la ruta tradicional del
Galeón de Manila a Acapulco, llegó a
estas islas en 1781, muy necesitado de
avituallamientos y reparaciones. En la
primera isla no encontró refugio y la
llamó “Amargura”. En cambio,
descubrió un excelente puerto en
Vava’u (que hoy en día aún se llama
Port of Refuge). Llamó al archipiélago
islas de Mayorga, en honor del Virrey
de Nueva España, Martín de Mayorga,
natural de Barcelona, y al grupo de
islas Ha'apai lo llamó Islas Gálvez en
honor de José Gálvez, Ministro de las
Indias. Gracias a sus informes la
Expedición Científica de Bustamante y
Malaspina, se detuvo en estas islas.
En 1845, las islas se unieron formando
un reino. Se convirtieron en
monarquía constitucional en 1875 y en
1900 se estableció el protectorado
británico (no fue conquistado ni
incorporado al dominio inglés). Tonga
es el único país del Pacífico que nunca
ha sido gobernado por una potencia
extranjera. Desde 1970 es reino
independiente en el ámbito de la
Mancomunidad Británica de Naciones
y actualmente, es miembro de la ONU,
y de otros organismos internacionales.
Su historia hace referencia a un
relativo aislamiento. Los tonganos son
uno de los pueblos más homogéneos
del planeta desde el punto de vista
étnico. Sin embargo su cultura ha
recibido numerosas influencias
llegadas desde lejos: exploradores,
misioneros, estafadores y
pretendientes.
Tonga tiene una tasa de alfabetización
del 99% y se vanagloria de producir
más doctorados per cápita que
cualquier otro país de la región, pero
su principal fuente de ingresos son las
remesas de dinero que envían sus
emigrantes. La mayoría de ellos viven
en Estados Unidos, Australia y Nueva
Zelanda.
Tonga tiene un parlamente de 32
escaños, pero solo 9 son elegidos por
el pueblo. Los otros son designados
por el rey y los nobles, y todas las
decisiones están sujetas a la
aprobación del monarca, el rey,
Tupou-VI.
Tupou, de 1,88 metros de estatura y
casi 210 kilos de peso, fue un rey
querido por su pueblo, pero en los
últimos años, cuando su salud empezó
a flaquear, a la par que su lucidez, la
familia real emprendió una serie de
iniciativas que, como poco, pueden
calificarse de extravagantes. Por
ejemplo el rey invirtió millones de
dólares intentando transformar el agua
de mar en gas; su hijo, el príncipe
heredero, propuso convertir las islas
en un vertedero de residuos nucleares;
la casa real inició una costosa
búsqueda de petróleo, pese a los
escasos indicios geológicos que
aparecían… y así una larga lista. El
escándalo que verdaderamente
encolerizó al pueblo fue cuando en la
década de 1980, el rey concibió la idea
de vender pasaportes tonganos. Los
mayores indeseables del mundo,
algunos de ellos buscados por la
justicia de sus respectivos países,
aprovecharon la oportunidad (Imelda
Marcos, por ejemplo, se hizo
ciudadana tongaza). Reportó al país
unos beneficios de 25 millones de
dólares, pero las protestas
internacionales lograron poner fin a
estas ventas. Otro asunto imprevisible
fue la decisión real de nombrar a Jesse
Bogdonoff (quien había puesto en
marcha el negocio de las pulseras
magnéticas) “bufon de la corte”, con el
cometido real de “repartir jubilosa
sabiduría y alegría”. Su “bufonada”
consistió en la inversión del dinero del
reino en un plan de seguros y
reaseguros que quebró. Luego
desapareció.
Un disidente gubernamental ‘Akilisi
Pohiva, ha conseguido que en los
últimos años las peticiones de
transparencia y aperturas políticas
cuajen entre los tonganos. En 2005
una huelga de funcionarios civiles que
exigían un aumento salarial derivó en
disturbios y un clamor popular por la
democracia.
Para calmar el malestar general el rey
ha aceptado algunas reformas
políticas, pero solo las que considera
“apropiadas para los tonganos”.
En la imagen la danza nacional
conocida como Lakalaka, que fue
declarada por la UNESCO en el 2003
como una de las obras maestras del
patrimonio oral e intangible de la
humanidad. La danza es una mezcla de
coreografía, oratoria y polifonía vocal e
instrumental con cientos de
participantes, tanto hombres como
mujeres, que se alinean en filas; los
hombres a la derecha y las mujeres a
la izquierda. Los varones bailan
ejecutando movimientos enérgicos, en
tanto que las mujeres realizan
graciosos pasos de danza coordinados
con elegantes gestos de manos. Ambos
grupos aplauden y cantan mientras
bailan, siendo frecuente la existencia
del acompañamiento vocal de un coro.
Fuentes: National Geographic España y
Wikipedia