23/5/12

¿HASTA CUÁNDO PODRÁ MANTENER EL SOL LA VIDA EN LA TIERRA?

El Sol podrá mantener la vida terrestre
(tal como la conocemos) mientras radie
energía como lo hace ahora, y a este
período de tiempo podemos ponerle
ciertos límites.
La radiación del Sol proviene de la
fusión del hidrógeno a helio. Para
producir toda la radiación vertida por
el Sol hace falta una cantidad ingente
de fusión: cada segundo tienen que
fusionarse 654.600.000 toneladas de
hidrógeno en 650.000.000 toneladas
de helio. (Las 4.600.000 toneladas
restantes se convierten en energía de
radiación y las pierde el Sol para
siempre. La ínfima porción de esta
energía que incide sobre la Tierra basta
para mantener toda la vida de nuestro
planeta.)
Nadie diría que con este consumo tan
alto de hidrógeno por segundo el Sol
pudiera durar mucho tiempo, pero es
que ese cálculo no tiene en cuenta el
enorme tamaño del Sol. Su masa
totaliza
2.200.000.000.000.000.000.000.000.000
(más de dos mil cuatrillones) de
toneladas. Un 53 por 100 de esta masa
es hidrógeno, lo cual significa que el
Sol contiene en la actualidad
1.166.000.000.000.
000.000.000.000.000 de toneladas,
aproximadamente, de hidrógeno.
(Para satisfacer la curiosidad del lector,
diremos que el resto de la masa del
Sol es casi todo helio. Menos del 0,1
por 100 de su masa está constituido
por átomos más complicados que el
helio. El helio es más compacto que el
hidrógeno. En condiciones idénticas,
un número dado de átomos de helio
tiene una masa cuatro veces mayor
que el mismo número de átomos de
hidrógeno. O digámoslo así: una masa
dada de helio ocupa menos espacio
que la misma masa de hidrógeno. En
función del volumen —el espacio
ocupado—, el Sol es hidrógeno en un
80 por 100.)
Si suponemos que el Sol fue en origen
todo hidrógeno, que siempre ha
convertido hidrógeno en helio al ritmo
de 654 millones de toneladas por
segundo y que lo seguirá haciendo
hasta el final, se calcula que ha estado
radiando desde hace unos cuarenta
mil millones de años y que continuará
así otros sesenta mil.
Pero las cosas no son en realidad tan
simples. El Sol es una «estrella de la
segunda generación», constituida a
partir del gas y polvo cósmicos
desperdigados por estrellas que se
habían quemado y explotado miles de
millones de años atrás. Así pues, la
materia prima del Sol contenía ya
mucho helio, desde el principio casi
tanto como tiene ahora. Lo cual
significa que el Sol ha estado radiando
durante un ratito solamente (a escala
astronómica), porque sus reservas
originales de hidrógeno sólo han
disminuido moderadamente. El Sol
puede que no tengo más de seis mil
millones de años.
Pero además es que el Sol no
continuará radiando exactamente al
mismo ritmo que ahora. El hidrógeno y
el helio no están perfectamente
entremezclados. El helio está
concentrado en el
núcleo central, y la reacción de fusión
se produce en la superficie de este
núcleo.
A medida que el Sol siga radiando, irá
adquiriendo una masa cada vez mayor
ese núcleo de helio y la temperatura
en el centro aumentará. En última
instancia, la temperatura sube lo
suficiente como para transformar los
átomos de helio en átomos más
complicados. Hasta entonces el Sol
radiará más o menos como ahora,
pero una vez que comience la fusión
del helio, empezará a expandirse y a
convertirse poco a poco en una
gigante roja. El calor se hará
insoportable en la Tierra, los océanos
se evaporarán y el planeta dejará de
albergar la vida en la forma que
conocemos.
Los astrónomos estiman que el Sol
entrará en esta nueva fase dentro de
unos ocho mil millones de años. Y
como ocho mil millones de años es un
plazo bastante largo, no hay motivo
para alarmarse todavía.

Por Isaac Asimov