13/5/12

JOSEF MENGELE, "EL ÁNGEL DE LA MUERTE" segunda parte

Eva Mozes Kor, sobreviviente de
Auschwitz relata "Cuando el tren se
detuvo, escuchamos a muchos nazis
dando órdenes afuera. Envolviendo al
campo había enormes muros con
alambres de púas. Todo allí era de un
color tétrico. Uno debía obedecer
inmediatamente las órdenes o moría.
Debía ser instantáneo, como un flash.
Ello decidiría entre la vida en el campo
o la muerte en las cámaras de gas. Mi
madre nos sostenía a mí y a Miriam, mi
hermana gemela de las manos.
Nosotras nos quedamos congeladas
en ese lugar. Mi madre no nos soltó.
Mi padre y mis otros hermanos
desaparecieron en la multitud, y jamás
los volvimos a ver... De pronto,
apareció Mengele gritando en alemán
"¡zwillingen, zwillingen!", es decir
"¡gemelos, gemelos!". Se detuvo frente
a nosotras y mirándonos a mi
hermana y a mí, preguntó si éramos
gemelas. Mi madre no sabía qué decir;
sólo atinó a preguntar: "¿es eso
bueno?" Allí, un oficial SS ordenó:
"¡responda por sí o no!". Y mi pobre
madre dijo "sí, son gemelas". Mi madre
fue enviada en una dirección, y
nosotras en la dirección opuesta.
Cuando me di vuelta, la vi por última
vez, extendiendo sus brazos hacia
nosotras..."
Eva Mozes Kor jamás volvería a ver a
su madre, y la colección de conejillos
de india de Mengele seguía creciendo.
Regularmente enviaba los resultados
de sus trabajos al Instituto Kaiser
Willheim de Berlín, a su maestro von
Verschuer. Mengele luchaba contra el
reloj para descubrir los secretos que
permitieran crear una raza aria pura,
mientras la marea de la guerra se
volvía adversa a Alemania.
El interés de Mengele en el genotipo
humano rubio de ojos azules es
curioso, pues ni él ni sus superiores
respondían a esa descripción. Mengele
estaba fascinado por los ojos azules, y
se decía que tenía una colección de
ellos en las paredes de su oficina,
similar a una colección de mariposas.
Constantemente trataba de cambiar el
color de los ojos de los niños.
¿Por qué podría alguien querer
cambiar el color de los ojos? ¿Qué
hacía tan especial a los ojos azules?
Mengele intentaba responder mediante
sus experimentos eugenésicos, ¿Por
qué la "raza superior aria" presentaba
más cantidad de personas con ojos
azules, que con ojos de otros colores
característicos de las razas inferiores?
Para resolver el intrincado
rompecabezas genético Mengele
tendría un poder de decisión absoluto:
podía hacer lo que quisiera.
Las investigaciones de Mengele tenían
un fin claramente demarcado: lograr la
absoluta perfección de la raza aria y
asegurar su reproducción. Es por ello
que intentaba descifrar los secretos de
los nacimientos múltiples. Cuando se
sabía que tocaba el turno de las
rondas de Mengele, la tensión invadía
por igual a prisioneros, guardias y
doctores de la SS. Todo el mundo se
aterrorizaba cuando comenzaba a
revisar a los recién llegados, en su
frenética búsqueda de gemelos.
Cuando él llegaba con su terrible voz,
los guardias nazis se aterrorizaban, y
eso aterrorizaba aún más a los judíos.
Mengele siempre se presentaba con su
uniforme impecable y sus botas de
cuero perfectamente lustradas, muy
elegante, como un caballero refinado y
aristocrático, caminando como si fuera
dueño del universo, absolutamente
seguro de sí mismo, mirando a los ojos
a cada uno de los recién llegados. "Lo
veíamos vestido inmaculadamente, con
un par de guantes de cuero en una de
sus manos, y con un pequeño látigo
para cabalgar en la otra. La relación
entre "sujetos" y "amo" es muy difícil
de explicar, y aún luego de haberla
vivido, no puedo explicarla" (Eva
Mozes Kor).
Mengele sabía el efecto que causaba
en las mujeres, y calculaba
perfectamente sus ademanes para
lograr el resultado deseado. Gissela
Weird, una doctora judía prisionera,
recuerda: "Mengele se deleitaba
presentándose ante nosotras,
exquisitamente perfumado... tan
elegante y atractivo... Vestía hermosas
camisas de color azul. Muchas mujeres
decían: “me encantaría pasar la noche
con él”. Era su forma de hacernos
enloquecer: se debe estar loco para
respirar el humo de los crematorios, y
seguir viendo en él a un hombre tan
atractivo como para pasar la noche".
En otras ocasiones, su lado oscuro
surgía descontrolado. Un sobreviviente
lo recuerda ejecutando a un joven de
17 años, por robar carbón. Mengele le
disparó en ambas rodillas, luego lo
tomó del cabello y le disparó en la
cabeza. "Robar está prohibido, y
ustedes deben respetar las reglas de
este lugar" dijo, para luego salir
caminando como si nada hubiera
ocurrido.
A excepción de ocasionales visitas,
Irenna Mengele no convivía con su
esposo. Auschwitz era muy poco
cosmopolita para ella, por lo que es
dudoso que conociera cabalmente lo
que ocurría, como así también que
Mengele le hubiera sido fiel durante su
estadía en el campo. "Mengele gustaba
seleccionar las más bellas mujeres
judías para pasar sus horas libres. Las
hacía pasar una bella noche, tocando
el piano. Pero en todos los casos, por
la mañana, las mataba" (Siegfried
Halbreich, sobreviviente). Mengele era
un excelente pianista. Incluso se
conoce una grabación suya, cantando
y tocando. A menudo, tocaba para los
invitados, mientras las notas se
paseaban, macabras, por el campo,
hasta el amanecer.