" Cuando nace un niño judío no sé 
 qué hacer con él: no puedo dejar al 
 bebé en libertad, pues no existen los 
 judíos libres; no puedo permitirles que 
 vivan en el campamento, pues no 
 contamos con las instalaciones que 
 permitan su normal desarrollo; no 
 sería humanitario enviarlo a los hornos 
 sin permitir que la madre estuviera allí 
 para presenciar su muerte. Por eso, 
 envío juntos a la madre y a la 
 criatura."- 
 Josef Mengele (Günzburg, Baviera, 16 
 de marzo de 1911 – Bertioga, Brasil, 7 
 de febrero de 1979) nació en una 
 respetada familia católica bávara. 
 Amaba el arte y la música, e hizo el 
 juramento hipocrático de sanar a los 
 enfermos y de no entrar en una casa 
 sino para sanar a sus pacientes. Eso 
 fue lo que juró. Lo que hizo: torturar, 
 deshumanizar y masacrar. El Doctor 
 Mengele envió a cientos de miles de 
 inocentes a la muerte en los campos 
 de concentración nazi, donde era 
 conocido como "El Ángel de la 
 Muerte". Un médico responsable de 
 seleccionar a miles de judíos para 
 primero experimentar y luego 
 exterminarlos en los campos de 
 concentración de Auschwitz. Un 
 hombre que realizaba los más 
 dolorosos experimentos sobre 
 gemelos, con la esperanza de 
 descubrir el secreto de los nacimientos 
 múltiples, para así crear genéticamente 
 la Súper Raza Aria que dominaría al 
 mundo durante los mil años que, 
 según Hitler, duraría el Reich. 
 En la década del ‘20, Alemania era el 
 centro cultural y artístico del mundo. La 
 medicina y la música florecían y Berlín 
 era considerada una de las ciudades 
 más refinadas, sobrepasando incluso a 
 París. Nuevos conceptos sobre la 
 evolución de la raza humana se 
 discutían. Las teorías de Darwin eran 
 contrastadas con los nuevos 
 descubrimientos y una nueva ciencia 
 causaba revuelo: era la EUGENIA o 
 EUGENESIA: el estudio de los cruces 
 genéticos iniciado por Sir Francis 
 Galton, primo y coetáneo de Darwin. 
 Ese ambiente sería de extrema 
 importancia en la vida posterior de 
 Mengele. Desde joven supo que el 
 negocio familiar no era para él. "El 
 padre de Mengele era de duro 
 carácter. Cuando llegaba a la fábrica lo 
 hacía gritando. Era una persona muy 
 dura. Y su madre estaba hecha con el 
 mismo molde. Era una devota católica, 
 piadosa, aunque muy recta de carácter 
 y de dura disciplina. Mengele siempre 
 tuvo el impulso por hacer algo muy 
 especial, para probarse y superarse a 
 sí mismo. No tenía amor ni calor 
 hogareño. Un ex compañero de 
 escuela recordaba que desde aquellos 
 tiempos, Mengele decía que debía 
 hacer algo especial, que 
 definitivamente pruebe su capacidad 
 académica" (Gerald Astor, actor y autor 
 del libro "El último nazi"). 
 La familia Mengele tenía cuantiosos 
 recursos, y su fábrica empleaba a 
 1.200 personas. Josef Mengele asistió a 
 una escuela pública, y posteriormente 
 al Gymnasyum, destinado a quienes 
 tenían aspiraciones académicas. "Era 
 un estudiante brillante y 
 extraordinariamente ambicioso. 
 Siempre intentaba hacer algo fuera de 
 lo común, para ser un gran 
 científico" (Julius Disbach, ex 
 compañero de clases de Mengele). 
 Otro amigo de esa época lo describió 
 como agresivo y muy patriótico. 
 En 1930, Mengele ingresó en la 
 Universidad de Münich, ciudad que se 
 convertiría en un centro de la agitación 
 política. Allí, quedó impactado por un 
 discurso de Hitler sobre la 
 superioridad de la raza germana. En 
 esos tiempos muchos estudiantes se 
 unieron al movimiento nazi. La 
 "herencia" y la "eugenia" eran 
 términos aplicados normalmente por la 
 comunidad científica, que en su 
 mayoría apoyaba a Hitler y a su 
 concepto místico del pueblo alemán, 
 pueblo que no podía florecer si 
 parásitos como los judíos, gitanos y 
 otros, los contaminaban. El 
 antisemitismo ganaba impulso y la 
 comunidad científica parecía estar de 
 acuerdo. Pureza hereditaria, eutanasia, 
 esterilización de los indeseables y 
 superioridad racial mediante la 
 eugenesia, ocupaban a la comunidad 
 científica. La eugenesia se convirtió en 
 una palabra sagrada. Este término fue 
 creado por el primo de Charles 
 Darwin, Francis Caultin en 1833, y 
 literalmente significa "buenos genes". 
 El propósito de Caultin, basado en sus 
 estudios sobre mejoramiento de 
 animales, era aplicar estos 
 conocimientos para mejorar la raza 
 humana, para una mejor sociedad, con 
 gente más exitosa: gente superior. 
 Aunque no hubiera sido su intención, 
 Caultin sembró una de las semillas 
 fundamentales del Holocausto, con un 
 siglo de anticipación. 
 Nadie abrazó esta idea con mayor 
 pasión que Mengele. En 1934 se unió 
 al Partido Nazi, pero siguió con sus 
 estudios y recibió el Doctorado en 
 Filosofía, para luego aprobar los 
 exámenes de ingreso a Medicina. Se 
 trasladó a la Universidad de Frankfurt y 
 comenzó a investigar en el Instituto de 
 Herencia Biológica e Higiene Racial 
 bajo la tutela del doctor Ottmar von 
 Verschuer, ardiente nazi y especialista 
 en la ciencia eugenésica, mediante la 
 cual se crearía la raza superior. 
 Durante esta época, Mengele publicó 
 un buen artículo sobre la genética y los 
 niños, y al igual que su mentor, se 
 concentraba en el estudio de los 
 gemelos. En el sudeste de Polonia, las 
 puertas de los campos de 
 concentración de Auschwitz llamaban 
 a Mengele. Allí, el científico encontraría 
 gemelos en abundancia, quienes no 
 tendrían otra opción más que 
 participar en sus mortales 
 experimentos genéticos. Pero 
 Auschwitz es el final de un largo 
 camino, y varios años habrán de 
 transcurrir hasta que Mengele se 
 convierta en el “Ángel de la Muerte” 
 para más de 4.000 hombres, mujeres y 
 niños indefensos. 
 Josef Mengele se hizo miembro del 
 cuerpo de elite Waffen SS, una 
 organización que exigía pureza racial 
 en sus miembros, cónyuges y 
 familiares, preferiblemente hasta la 4° 
 generación. Mengele se había 
 enamorado de Irenna Schumbaimm, 
 de quien más tarde afirmaría: "Era 
 hermosa y bien educada... fue el amor 
 de mi vida". Cuando él decidió casarse 
 con Irenna, hubo un interrogante 
 acerca de sus antepasados, porque 
 uno de ellos fue hijo extramatrimonial 
 y había dudas acerca de sus ancestros. 
 Mengele debió redactar documentos 
 afirmando que no existían rastros de 
 impurezas raciales ni sangre judía, algo 
 que sería un pecado imperdonable 
 para un oficial nazi de su jerarquía, 
 proveniente de una familia aria pura, y 
 además católica. Por otra parte Irenna 
 provenía de una familia luterana. Todo 
 esto hacía su situación 
 extremadamente incómoda. ¿Quién 
 hubiera pensado que el novio, cuyo 
 atractivo aspecto ario sólo era afectado 
 por la separación de sus dientes 
 incisivos, se convertiría en el nazi más 
 buscado y esquivo de la historia, con 
 una recompensa total de US$ 3,4 
 millones por su cabeza, por crímenes 
 contra la humanidad? 
 Mengele terminó el servicio militar 
 obligatorio con su grupo de elite SS en 
 los Alpes Tiroleses. Volvió a sus 
 estudios en Frankfurt, donde vivía 
 junto a Irenna en una hermosa casa 
 cerca del río Main. En septiembre de 
 1939 comenzaba la Blitzkrieg y Polonia 
 caía en manos de Alemania en menos 
 de un mes. Mientras la guerra se 
 desarrollaba a favor de los nazis, 
 Mengele permaneció con Irenna 
 concentrado en su investigación 
 biológica. Pero cuando la guerra se 
 extendió a dos frentes, con el ataque 
 sobre Rusia, Mengele y su unidad 
 fueron movilizados al frente oriental; 
 poco después fue herido en combate, 
 por lo que le otorgaron 
 condecoraciones y se convirtió en un 
 héroe nazi. ¡Un doctor condecorado 
 por valor en combate, con todo lo que 
 ello significa! Mengele recibió, además 
 de las condecoraciones normales por 
 servicio en el frente ruso, la Cruz de 
 Hierro en Primer Grado, y luego la Cruz 
 de Hierro en Segundo Grado: un 
 honor al que muy pocos accedían. 
 Cuando las heridas de Mengele 
 sanaron fue declarado no apto para 
 combate. Por ello, se ofreció 
 voluntariamente como médico de 
 campamento: es decir como médico en 
 los campos de concentración. ¿Por qué 
 querría alguien con tan elevadas 
 calificaciones y antecedentes, ir a un 
 sitio como Auschwitz? "Porque él 
 buscaba "zwillingen" (gemelos) para 
 sus experimentos y tendría a 
 numerosos de ellos y hasta se podía 
 dar el lujo de matarlos. Allí, desde el 
 principio, dispuso de 226 gemelos, con 
 edades entre 2 y 18 años. Y podía 
 hacer lo que quisiera con 
 ellos." (Michael Barembaum, médico, 
 director del US Memorial Museum). 
 Una de las asignaciones de los 
 médicos de campamento era recibir los 
 trenes cargados con judíos. Estos 
 doctores tenían un poder terrorífico: 
 podían decidir instantáneamente si un 
 prisionero iba a la muerte en la 
 cámara de gas, si se lo destinaba a 
 experimentos, o si iba a trabajos 
 forzados. La mayoría de los alemanes 
 llamaba a Auschwitz "Anus Mundi" o 
 "ano del mundo", pero para el Ángel 
 de la Muerte era su paraíso de 
 investigación. En muy poco tiempo, se 
 haría famoso por descubrir los 
 secretos de la vida. Y los trenes 
 seguían llegando. Mengele era uno de 
 los pocos médicos de campamento 
 que podía llevar a cabo la tarea de 
 selección a sangre fría, siempre en 
 busca de gemelos. 
 
