9/3/12

Toba de algodon

Cuenta la leyenda, que en lejanos
tiempos, en el Gran Chaco, los indios
eran felices, no se conocían las
estaciones porque no había cambios
de clima, ni fenómenos atmosféricos.
En esa armonía y felicidad los
indígenas brindaban todos sus tributos
a Naktánoón (el bien).
Esta actitud puso furioso a Nahuet
Cagüen (el Mal) que vivía en las
tinieblas, que para vengarse y calmar
su ira creo Nomaga (el invierno).
Satisfecho de su obra se dirigió al
pueblo indígena diciendo:
- Ja, ja, ja, morirán de frío. Mi nuevo
servidor los hará padecer y se les
helará la sangre en las venas. El sol no
brillará en el cielo chaqueño. Un
perpetuo nublado cubrirá la tierra
toba. El invierno será helado y dañino.
La naturaleza irá pereciendo. Los
indios gritarán y se retorcerán
implorando a Naktánoón que les dé
calor y castigue a Nahuet Cagüen.
Fue entonces cuando cuatro
embajadores: El palo borracho; La
planta del patito; El picaflor; La viudita;
que eran los preferidos y los más
escuchados a lo alto suplicaron al Bien,
que derrame calor sobre la tierra.
Compadeciendo el Bien, los convierte
en una flor, la flor del algodón
(Gualok) que tiene de cada uno un
atributo: El calor: de la planta del
patito. El capullo: como el palo
borracho. La bandada: del picaflor. La
blancura: de la viudita.
Despejado el cielo de nubes, la flor
(Gualok) llega a la tierra y se abre,
mientras siguen resonando los
tambores indios y las semillas vuelan y
vuelan, y al caer nuevos algodonales
nacen... nuevas semillas... y nuevos
algodonales hasta que todo el
territorio se cubre de blanco. El
urundai se hace telar para tejer la
hebra suave del algodón
convirtiéndose en níveas túnicas que
cubren a los indígenas dándoles calor
de vida.
El canto aborigen se eleva. El bien ha
vencido.
Ante todo lo acontecido Nahuet
Cagüen enfurecido nuevamente y en
un último intento, maldiciendo, se
convirtió en "Lagarta rosada" plaga del
algodón.
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Fuente: http://www.chaco.gov.ar/