26/1/14

GABRIEL FAURÉ.- REQUIEM

Réquiem en Re menor, Op. 48 por
Gabriel Fauré, es una de las más
populares misas de réquiem.
Considerada como una de las más
hermosas, es interpretada
habitualmente por coro y orquesta.
Fue escrita entre 1886 y 1888, e
interpretada por primera vez en la
Iglesia de la Madeleine a comienzos
de 1888 en unos servicios fúnebres, y,
en mayo ya como concierto. La pieza
consta de siete partes, su duración
sobrepasa la media hora y el texto es
en latín:
I. Introit et Kyrie
II. Offertoire
III. Sanctus
IV. Pie Jesu
V. Agnus Dei et Lux Aeterna
VI. Libera Me
VII. In Paradisam
Notablemente innovadora, al
escribirla, Fauré ajustó el tradicional
orden litúrgico omitiendo la Sequence
(que representa a "Dies irae" y a "Rex
tremendae") y añadiendo "In
Paradisum", que deriva del Order of
Burial, antes de la Misa de Difuntos;
desaparece, pues, el apocalíptico
horror de la ira de Dios, y hay por el
contrario una serena y definitiva
visión confortable del cielo.
Hay tres arreglos; el primero es el
original y el más corto, diseñado para
coro, órgano, violines, timbales y
arpa. En el segundo, diseñado en
1893, Fauré añadió un barítono el
sexto movimiento (música), así como
trompetas, trompas y fagotes. En el
tercer arreglo (que parece haber sido
diseñada por uno de sus alumnos) se
añaden más instrumentos de viento,
metales y cuerdas, y es el más
habitualmente interpretado.
Especialmente emotivos son el Introit
and Kyrie, la poderosa aria del
barítono del Offertoire: "Hostias et
preces tibi", el Sanctus y el prístino
solo de la soprano, "Pie Jesu". Para
muchos amantes de la música, Fauré
se identifica casi exclusivamente con
esta obra, que se ha convertido para
muchos en la quintaesencia del
género romántico.
Fauré escribió sobre su réquiem: "Se
ha dicho que mi réquiem no expresa
el miedo a la muerte y ha habido
quien lo ha llamado un arrullo de la
muerte. Pues bien, es que así es
como veo yo la muerte: como una
feliz liberación, una aspiración a un
felicidad superior, antes que una
penosa experiencia. La música de
Gounod ha sido criticada por sus
sobreinclinación hacia la ternura
humana. Pero su naturaleza le
predispone a sentirlo de esa manera:
la emoción religiosa toma esta forma
dentro de sí. ¿No es necesario
aceptar la naturaleza del artista? En
cuanto a mi Réquiem, quizás también
he querido yo escapar del
pensamiento más habitual, ¡después
de tantos años acompañando al
órgano servicios fúnebres! Me lo sé
todo de memoria. Yo quise escribir
algo diferente."
Determinados disgustos personales
pudieron influir en la composición,
pues el inicio de su composición se
produjo tras la muerte de su padre, y
antes de terminarla su madre
también murió. El Réquiem puede ser
visto así como una expresión de la
tragedia personal de Fauré escrita
tras la muerte de sus padres. No
obstante, se suele indicar que Fauré
dijo que su Réquiem fue compuesto
"por la alegría por ello", aunque
pudiera no haber sido sincero al
decirlo.
El Réquiem es también reconocido
como una fuente de inspiración para
el Réquiem de Maurice Duruflé.
La obra fue interpretada en el propio
funeral de Fauré, en 1924
La interpretación que se ofrece en los
videos corre a cargo del Orfeón
Donostiarra con la orquesta Nacional
de Lyon, dirigidos por Josep Pons
Imagen: George Frederick Watts.-
Esperanza