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VENUS BORGHESE

Una de las obras maestras del gran
escultor Antonio Canova es sin duda
el notable retrato que hizo de Paulina
Bonaparte, la hermana de Napoleón,
conocida como Venus Borghese
(1804-1808). En esta escultura la
modelo se muestra desnuda y al
respecto le preguntaron a Paulina
como había podido posar sin ropas
ante el artista, a lo que esta contestó
con naturalidad y total desenfado:
"Había una buena estufa en el
estudio…"
La escultura se presenta como una
Venus Victoriosa (Venus Victrix). En
realidad Canova sugirió inicialmente
representarla como Diana, la diosa de
la caza, pero fue la propia Paulina la
que insistió en ser mostrada como
Venus, la diosa del amor, algo que
parece justificado dada la fama que
llego a adquirir en Roma. Paulina
tenía 25 años cuando el escultor
empezó el trabajo en un único
bloque de mármol de Carrara. La
diosa se presentó reclinada sobre un
diván, indolente, extendiendo la
pierna derecha sobre la que reposa la
izquierda y sosteniendo la manzana
del juicio de Paris en su mano
izquierda como atributo normal de la
diosa, mientras parece dirigir su
altiva mirada hacia el espectador. No
es como otros retratos alegóricos del
autor, una obra muy idealista, pero
aunque hace referencia al arte
antiguo, muestra un naturalismo
típico del siglo XIX. Debido a la
notoriedad de Paulina, su marido el
príncipe Camillo Borghese, y autor
del encargo, mantuvo la escultura
oculta a los ojos del público, y en
raros casos permitía su visión y
siempre bajo la tenue luz de una
antorcha. De cualquier manera, el
trabajo fue muy bien recibido y se
considera una de las obras maestras
de Canova.
La obra se expone en la Galleria
Borghese de Roma.