30/1/12

HERMANN HESSE

" Una virtud hay que quiero mucho,
una sola. Se llama obstinación. Todas
las demás, sobre las que leemos en los
libros y oímos hablar a los maestros,
no me interesan. En el fondo se podría
englobar todo ese sinfín de virtudes
que ha inventado el hombre en un
solo nombre. Virtud es: obediencia. La
cuestión es a quién se obedece. La
obstinación también es obediencia.
Todas las demás virtudes, tan
apreciadas y ensalzadas, son
obediencia a las leyes dictadas por los
hombres. Tan sólo la obstinación no
pregunta por esas leyes. El que es
obstinado obedece a otra ley, a una
sola, absolutamente sagrada, a la ley
que lleva en sí mismo, al "propio
sentido".
Hermann Hesse.
Obstinación (fragmento).
Hesse, novelista y poeta alemán,
nacionalizado suizo. A su muerte, se
convirtió en una figura de culto en el
mundo occidental, en general, por su
celebración del misticismo oriental y la
búsqueda del propio yo.
Hesse nació el 2 de julio de 1877 en
Calw, Alemania. Hijo de un antiguo
misionero, ingresó en un seminario,
pero pronto abandonó la escuela; su
rebeldía contra la educación formal la
expresó en la novela Bajo las ruedas.
En consecuencia, se educó él mismo a
base de lecturas.
De joven trabajó en una librería y se
dedicó al periodismo por libre, lo que
le inspiró su primera novela, Peter
Camenzind, la historia de un escritor
bohemio que rechaza a la sociedad
para acabar llevando una existencia de
vagabundo.
Durante la I Guerra Mundial, Hesse,
que era pacifista, se trasladó a
Montagnola, Suiza; se hizo ciudadano
suizo en 1923.
La desesperanza y la desilusión que le
produjeron la guerra y una serie de
tragedias domésticas, y sus intentos
por encontrar soluciones, se
convirtieron en el asunto de su
posterior obra novelística. Sus escritos
se fueron enfocando hacia la
búsqueda espiritual de nuevos
objetivos y valores que sustituyeran a
los tradicionales, que ya no eran
válidos. Demian , por ejemplo, estaba
fuertemente influenciada por la obra
del psiquiatra suizo Carl Jung, al que
Hesse descubrió en el curso de su
propio (breve) psicoanálisis.
El tratamiento que el libro da a la
dualidad simbólica entre Demian, el
personaje de sueño, y su homólogo en
la vida real, Sinclair, despertó un
enorme interés entre los intelectuales
europeos coetáneos (fue el primer
libro de Hesse traducido al español, y
lo hizo Luis López Ballesteros en 1930).
Las novelas de Hesse desde entonces
se fueron haciendo cada vez más
simbólicas y acercándose más al
psicoanálisis. Por ejemplo, Viaje al Este
examina en términos junguianos las
cualidades míticas de la experiencia
humana. Siddharta, por otra parte,
refleja el interés de Hesse por el
misticismo oriental, el resultado de un
viaje a la India; es una lírica novela
corta de la relación entre un padre y
un hijo, basada en la vida del joven
Buda. El lobo estepario es quizás la
novela más innovadora de Hesse. La
doble naturaleza del artista-héroe,
humana y licantrópica, le lleva a un
laberinto de experiencias llenas de
pesadillas; así, la obra simboliza la
escisión entre la individualidad rebelde
y las convenciones burguesas, al igual
que su obra posterior Narciso y
Goldmundo.
La última novela de Hesse, El juego de
abalorios, situada en un futuro
utópico, es de hecho una resolución
de las inquietudes del autor. También
en 1952 se han publicado varios
volúmenes de su poesía nostálgica y
lúgubre.
Hesse, que ganó el Premio Nobel de
Literatura en 1946, murió el 9 de
agosto de 1962 en Suiza.