12/1/12

ley de Murphy

La Ley de Murphy es una forma cómica y mayoritariamente ficticia de explicar los infortunios en todo tipo de ámbitos que, a grandes rasgos, se basa en el adagio siguiente: «Si algo puede salir mal, saldrá mal.» Esta frase, que denota una actitud "pesimista", resignada y burlona a la vez ante el devenir de acontecimientos futuros, sería aplicable a todo tipo de situaciones, desde las más banales de la vida cotidiana hasta otras más trascendentes. Edward A. Murphy Jr. . -capitán de las Fuerzas Aéreas de los EE.UU.-, ingeniero de desarrollo trabajó en 1949 en unos experimentos con cohetes sobre rieles realizados para determinar la resistencia humana a la desaceleración brusca para casos de aterrizajes de emergencia. Algunas pruebas se realizaron con un muñeco de forma humanoide, pero para las pruebas finales colaboró el coronel J.P. Stapp. Para medir el impacto de tales fuerzas sobre el piloto, se le ocurrió a Murphy colocarle una serie de sensores o medidores electrónicos de esfuerzo sujetos al arnés. Pero tras la prueba todos los resultados salieron sorprendentemente a cero. Tras algunas comprobaciones vieron que los sensores estaban mal instalados, pues habían sido cableados al revés. Entonces Murphy, frustrado, le echó la culpa a su asistente exclamando: "si hay alguna manera de cometer un error, lo cometerá". La expresión quedó como: "si algo puede salir mal, saldrá mal". Pero no ganó popularidad hasta que no fue pronunciada por el coronel Stapp durante una conferencia de prensa, en la que le preguntaron por qué nadie resultó con heridas de importancia durante las pruebas. Stapp replicó que fue porque se tomó en consideración la Ley de Murphy. Luego citó la ley y dijo que significaba que era importante considerar todas las posibilidades antes de hacer una prueba