Uno de los más famosos mitos judíos
se relaciona con el golem, una criatura
de barro a quien confiere vida el
nombre secreto de Dios, a semejanza
de Dios mismo, quien en el Génesis
creó a Adán precisamente a partir del
barro.
El mito del golem se parece mucho al
de Frankenstein (aunque es anterior a
éste), en que critica los intentos del
hombre por imitar el poder creador de
Dios, ya que el golem es descrito como
una criatura torpe y de escasa
inteligencia.
El mito sobre el golem más famoso, es
el que lo vincula al ghetto judío de
Praga. Reza la leyenda que el rabino
Judá Loeb ben Bezazel, un famoso
estudioso de la Cábala hebrea que
vivió en el siglo XVI, habría creado una
criatura de barro a la cual habría
infundido vida. Esta historia dio pie al
novelista checo Gustav Meyrinck para
escribir su famosa novela "El golem",
del año 1915.
¿Cómo se crea un golem? Después de
hacerlo con barro, claro está,
supuestamente debe escribirse en su
frente la palabra "Emet" (con
caracteres hebreos), que significa
"verdad" en hebreo. Para desactivarlo,
basta con borrar la primera letra
(siempre en hebreo y con caracteres
hebreos) para formar la palabra
hebrea "Meit", que significa "muerte"
en ese idioma. Un método alternativo
es hacer esto mismo, pero en vez de
grabar las letras en la frente,
insertarlas en la boca del golem,
escritas en un pedazo de papel (o
pergamino o papiro, tanto más da)