30/11/13

EL ROSTRO DE LEONARDO

De todos es conocido ese juego de
imágenes que circula por muchos
sitios en el que se confronta el rostro
de la Gioconda con el autorretrato de
un Leonardo da Vinci ya envejecido.
La caja de sus rostros coincide a la
perfección y deja una enigmática
sombra sobre la idea de que la Mona
Lisa no fuera sino un autorretrato del
propio Leonardo, jugando con su
propio rostro y que fuera ese y no
otro el motivo de esa peculiar
sonrisa. No es una idea descabellada,
que Leonardo, un reconocido
homosexual, quisiera jugar con una
imagen idealizada de si mismo en un
retrato, pero una de las cosas que
nos hace tener reparos en la
comparación, es ese rostro envejecido
de Leonardo.
¿Cómo era de joven este genio?
Leonardo nació en 1452 y pronto se
fue al taller de Verrocchio, un famoso
artista florentino, con el que se
adiestró en el manejo de los pinceles.
Se sabe que en su juventud Leonardo
era muy atractivo tanto por su rostro
como por sus gestos. Y no son pocos
los que dicen que fue tomado como
modelo para el David de bronce que
creo Verrocchio, su maestro, y que
actualmente se puede admirar en el
Museo del Bargello y cuyo rostro
encabeza este texto. Normalmente
uno se fija en la postura y conjunto
de la obra de este magnífico David,
pero cuando se repara en el rostro, el
que posiblemente fuera de ese joven
Leonardo, se descubre una frente
ancha como la de la Mona Lisa, que
con otro peinado realzaría el
parecido, su misma nariz, y
conformación de los ojos, y lo más
curioso la escultura presenta una
extraña sonrisa, tan enigmática y
ambigua como la del famoso cuadro.
Soy consciente de otras diferencias,
pero puestos a meterme en arenas
movedizas y crear un poco de debate
¿Será cierto que la Gioconda no es
sino el retrato idealizado de un
Leonardo da Vinci que nunca quiso
separarse de él, de ella, de sí
mismo ???
En cualquier caso, y más alla de la
posiblemente alocada comparación
propuesta, creo al menos es
interesante enfrentarse al rostro que
posiblemente tuvo Leonardo de joven.