"Porque la pasión no conoce el
lenguaje de la razón, ni sus
argumentos. Para una pasión, es
completamente indiferente lo que
reciba de la otra persona: quiere
mostrarse por completo, quiere hacer
valer su voluntad, incluso aunque no
reciba a cambio más que
sentimientos tiernos, buenos
modales, amistad y paciencia. Todas
las grandes pasiones son
desesperadas: no tienen ninguna
esperanza, porque en ese caso no
serían pasiones, sino acuerdos,
negocios razonables, comercio de
insignificancias"
SÁNDOR MÁRAI,
Párrafo de "El Último Encuentro"
Imagen: Chagall, Blaue