16/11/13

EL ARTE DE BAILAR DE PUNTILLAS

El ballet no siempre tuvo la
apariencia grácil y etérea que
presenta en la actualidad, a tal fin
fue determinante la revolución que
provocó en el mundo de la danza el
bailarín y coreógrafo francés Charles-
Louis Didelot (1767-1837), que
terminó afincándose en Rusia y
fundando la escuela de danza rusa.
Sus puestas en escenas eran
realmente innovadoras y ayudándose
de hilos invisibles hacia que las
bailarinas volaran sobre el escenario
aterrizando grácilmente sobre las
puntas de sus pies. El artificio obtuvo
tal éxito que generó un nuevo gusto
estético en los espectadores y que
más tarde llevó a las bailarinas a
intentar imitar dicho efecto sin la
ayuda de hilos, valiéndose para ello
de una nueva modalidad de zapatilla
de punta achatada, sobre la que
intentaban bailar de puntillas.
Además Didelot fue precursor de
aligerar la vestimenta de las
bailarinas, abogando por el uso de
vestidos poco ceñidos al cuerpo que
la hacían más etéreas y gráciles a la
par que les deba una mayor libertad
de movimientos.
En la fotografía se puede apreciar el
duro y doloroso entrenamiento al que
se deben someter las bailarinas para
conseguir la milagrosa apariencia de
caminar sobre las aguas. La fotografía
es del suizo Henry Leutwyler que
durante el 2012 hizo un reportaje
sobre el New York City Ballet