20/3/13

LA LLAMA

"Leer es una llama. El libro que
estoy leyendo me aguarda ahí, en la
mesa, apagado. Al leerlo lo
enciendo.
Si yo no lo encendiera, él no
brillaría. Los libros no son películas:
no arden en salas vacías, sin ojos
espectadores. Los libros no son
músicas: no suenan por error o por
descuido, no se escuchan en radios
que nadie oye, no hacen ruido de
fondo. No son esculturas ni
pinturas, tan quietas y
abandonadas, tan ellas mismas pese
a todo.
Los libros son luces apagadas. Mi
libro me necesita para encenderse.
Ahí está, cerrado y en apariencia
inofensivo. Sólo en apariencia: deja
que alguien lo lea y el libro arda, y
verás cómo quema y cuánto
alumbra. Y cuando así sucede, ni el
agua ni el fuego logra extinguirlos:
lo saben todos los tiranos. Apagar
un libro consiste en no leerlo. Haz
este experimento: déjalo a merced
del viento, que el aire hojee sus
páginas. ¿Qué sucede? Nada. No se
enciende. No pide ser abierto sino
leído.
Sólo nosotros podemos encenderlos.
La llama que enciende todos los
libros está en nuestros ojos. Vamos
por ahí, tan tranquilos, nos
despertamos y volvemos a
acostarnos, contemplamos la tele o
un rostro querido, un espejo o unas
nubes, lo vemos todo sin encender
nada, sólo los libros arden con la
mirada. No sabemos cuántos libros
encendemos al cabo del tiempo,
cuántas páginas han ardido bajo
nuestros ojos. Si te pones a pensar,
no hay nada más extraño que leer.
Vas leyendo y vas alumbrándote. Te
gusta lo que lees, y te incendias."

JOSÉ CARLOS SOMOZA

El cuadro que acompaña el texto es
obra de Ernest Meissonier y tiene
por título "The reader in white"