La espeleología (del griego σπηλαιου
spelaiou que significa cueva y -
logía, tratado), es una ciencia cuyo
objeto es la exploración y estudio
de las cavidades subterráneas.
Considerado el padre de la
espeleología moderna, el francés
Édouard Alfred Martel (1859-1938)
inició las primeras exploraciones
científicas y en 1895 fundó la
Sociedad Espeleológica de Francia.
Se ha propuesto sin éxito que
aquellas ocasiones en que su
práctica se asemeja más bien a un
deporte, sería más apropiado
denominarla espeleísmo; aunque, no
deja de tener sus orígenes en una
ciencia que estudia la morfología de
las cavidades naturales del subsuelo.
Se investiga, se topografía y se
catalogan todo tipo de
descubrimientos subterráneos. Es
más, la espeleología es una ciencia
en la que se hallan implicadas varias
otras: la formación y las
características de las cavidades
interesan a los geógrafos y
geólogos; los cursos subterráneos
de agua a los hidrólogos; la fauna
(más variada y numerosa de lo que
se cree) a los zoólogos; los vestigios
del hombre prehistórico a los
antropólogos y arqueólogos y de los
fósiles de animales a los
paleontólogos, etc.
La espeleología oferta multitud de
atractivos, tanto lúdicos como
científicos a diversos niveles, lo que
hace de ella una actividad muy
completa.
De modo global, podemos distinguir
varios tipos de espeleología, según
el tipo de cavidad en que se
desarrollan:
1) Espeleología kárstica:
Dado que se practica en las cuevas
con mayores longitudes y desniveles
del planeta, puede considerarse
como la principal rama de la
exploración espeleológica; las
condiciones de exploración son,
además, generalmente duras.
Muchas de las cuevas kársticas
conocidas actualmente se
encuentran en macizos montañosos
relativamente fríos, con corrientes
de agua subterráneas permanentes.
Estos ríos suelen tener temperaturas
gélidas que hacen más difícil la
progresión del espeleólogo, o
pueden crecer súbitamente debido a
tormentas en el exterior, lo que
dejaría a los equipos de
espeleólogos aislados en zonas secas
de la cavidad.
Se desarrolla en cavidades de origen
kárstico, es decir, cavidades
excavadas por corrientes de agua en
macizos de rocas solubles como la
caliza y la dolomía. Existen también
cavidades horadadas en macizos
yesíferos, salinos (halita) e incluso
bajo glaciares (casos que se
denominan pseudokarst), y que al
fin y al cabo están originadas por
un proceso de disolución de la roca
encajante. Estos procesos se
desarrollan de modo muy lento,
pudiendo tardar millones de años
para formar una cavidad y
concrecionarla (las estalactitas,
gours, excéntricas... son
espeleotemas secundarios que
forman la llamada decoración de la
cavidad).
2) Espeleobuceo:
El espeleobuceoes una variante de
la espeleología que centra su
actividad en la exploración de
cavidades subacuáticas. Muchas de
las cuevas concluyen en conductos
cegados por el agua, denominados
sifones. A partir de este punto, los
espeleobuceadores toman el relevo
a los espeleólogos para continuar la
exploración de la cavidad. La
práctica del buceo en cuevas debe
ser realizada por personas que,
además de ser buenos espeleólogos
y buzos expertos, dominen las
técnicas y equipos especializados. A
veces es necesaria la utilización de
mezclas con helio, oxígeno y
nitrógeno para bajar los largos
tiempos de descompresión y
combatir la narcosis de nitrógeno.
3) Espeleología volcánica
Vulcanoespeleología es la
espeleología que se desarrolla en
cuevas volcánicas, esto es, las que
son creadas por la lava de un volcán
durante una erupción, ya sea por
desplazamientos de lava fluida
(carácter reogenético) o por
movimientos de retracción térmica
(carácter tectónico). La mayor parte
de cavidades volcánicas se forman
en un periodo de tiempo corto:
días, meses o a lo sumo años, según
dure la erupción volcánica.
La diferencia deportiva con la
espeleología kárstica viene dada por
la necesidad de adaptación del
espeleólogo al medio donde ha de
moverse. Los materiales y técnicas
son muy similares en una y otra, si
bien la progresión y la condición de
las exploraciones son muy distintas.
La espeleología kárstica se
desarrolla en cavidades que
presentan un acusado desarrollo
vertical (el actual récord mundial lo
ostenta la sima Krubera-Voronya, en
Abjasia, con un desnivel de
aproximadamente -2190 metros).
Dicho de otro modo, para practicar
la espeleología kárstica es
fundamental dominar la técnica de
progresión por cuerda fija.
Sin embargo, el tipo más común de
cavidades volcánicas se origina al
fluir una colada volcánica por un
terreno de pendiente moderada
(desplazamiento casi horizontal),
dando lugar a lo que se conoce por
tubo volcánico o tubo de lava. Estos
tubos tienen poca inclinación (raras
veces se supera el 60%), con lo cual
pueden recorrerse, en general, sin
necesidad de cuerdas.
Imagen: La cueva de Kruber es la
más profunda de la Tierra, con 2190
metros de profundidad, localizada
en el Cáucaso occidental. Es parte
del sistema de cuevas de Arabika y
se encuentra en el macizo de
Arabika, en los montes de Gagra.