Y también a mí, que soy bueno con
la vida, paréceme que quienes más
saben de felicidad son las mariposas
y las burbujas de jabón, y todo lo
que entre los hombres es de su
misma especie.
Ver revolotear esas almitas ligeras,
locas, encantadoras, volubles - eso
hace llorar y cantar a Zaratustra.
Yo no creería más que en un dios
que supiese bailar.
Y cuando vi a mi demonio lo
encontré serio, grave, profundo,
solemne: era el espíritu de la
pesadez - él hace caer a todas las
cosas. No con la cólera, sino con la
risa se mata. ¡Adelante, matemos el
espíritu de la pesadez!
Fragmento de “Así habló
Zaratustra”. FRIEDRICH NIETZSCHE